“En el juego de poder las mujeres han sido las grandes perdedoras; en el institucional son invisibles; en la relación con la divinidad tienen que pasar por la mediación de los varones, que son quienes dicen representarlas más adecuadamente conforme a la masculinidad de Dios. A menudo las religiones no consideran a las mujeres sujetos morales, ni religiosos, ni teológicos, sino mayoría silenciada y silenciosa, pero aún menores de edad”. (Antoni Matabosch)

Definitivamente las reformas que se ven en la monarquía teocrática de Arabia Saudita este año, devienen como una consecuencia de la ola de cambios que se vienen dando en las regiones del Medio Oriente y Magreb. Sin embargo, habría que tener en cuenta que ya desde el año 2003 algunos sectores reformistas en Arabia Saudita están sugiriendo propuestas de cambio en el país debido a la corrupción, el nepotismo y el abismo existente entre el gobierno y Sociedad.

La “Declaración de Reforma Nacional” entregada por algunos intelectuales en este año 2011 plantea una línea similar a la “Visión para el presente y el futuro de la nación” hecho público en el año 2003 en donde se señalaban ciertos aspectos esenciales para los cambios que debían darse en ese país.

Entre estas demandas tenemos precisamente las candidaturas femeninas a cargos políticos municipales, el derecho al voto a la mujer (el derecho a voto a los hombres se dio en 2005), desarrollo de una Constitución (recordemos que Arabia Saudita no posee una), independencia de poderes sobre todo la judicatura, permitir la libertad de organización civil, asegurar los derechos humanos de toda la población, control de agencias de gobierno para frenar la corrupción, entre otras.

Como en todo resumen geoestratégico, el cambio que ha dado Arabia Saudita responde no solo a una necesidad de cambios internos, sino también, regionales y mundiales, en donde la primavera árabe, a pesar de no haber impactado tanto en el país, crea suspicacia en el reinado saudí ante cualquier eventualidad política de oposición. Por otro lado, tenemos las iniciativas pero también relaciones de poder que hay entre Occidente y Arabia Saudita en donde países vecinos del reino del golfo se han visto maltratados a nivel de gobierno por la primavera árabe, caso Oman, Bahrein y Yemen.

Estados Unidos es un aliado que ha intervenido en estos países por ser geoestratégicos y relevantes, no solo para el mercado de suministro de petróleo, sino también, para la seguridad de la región. Exigir democracia y respeto a los derechos humanos no es solo valido para países enemigos de Estados Unidos (caso Irán o Corea del Norte), sino también, debería ser una exigencia para los amigos (Egipto, Arabia Saudita). Esta ha sido una enseñanza y una critica válida que han dejado las revueltas en el mundo islámico en 2011, sobre todo si rememoramos el caso egipcio con Hosni Mubarak.

Las reformas en Arabia Saudí resultan difíciles de medir ya que el gobierno del rey Abdullah ha sido considerado como reformista sin que efectivamente desde su ascenso al trono, se hayan propiciado efectivos cambios, mas allá de las ofertas y expectativas generadas.

Los Consejos Municipales son órganos representativos del país con funciones consultivas en donde la mitad es elegida por sufragio y la otra mitad, designada por el rey

Es un paso importante para la mujer poder votar pero al igual que para el resto de la sociedad, el cambio de mayores libertades no parece estar cerca. Las decisiones siguen centralizándose en el rey, las consultas parecen inútiles ya que las decisiones finales, corren por cuenta de la corona.

Parece lógico pensar que esto da pie a una democratización del sistema y a ciertas reformas esenciales para permitir mayores libertades a las mujeres, pero también hay que tomar en cuenta que por un lado, estamos refiriéndonos a una instancia que no tiene mayor peso en las decisiones de gobierno, y por otra parte, existen circunstancias que debieran ser cotidianas para las mujeres sauditas como manejar un auto, viajar, trabajar o tener operaciones médicas que aún son prohibidas, o en última instancia requieren de la autorización de sus familiares hombres.

Aun queda un camino amplio por recorrer ya que de aquí al 2015 no se asegura que esto efectivamente vaya a cumplirse, ya que existen otros derechos que aun violan incluso el principio y los acuerdos en materia de derechos humanos que tendrían que ser tratados por el gobierno, pero no es así. La expectativa de pensar que la mujer gozará de más derechos parece lejana cuando aun hay temas como el status legal de la mujer en el matrimonio, la percepción hacia la mujer y la defensa de los derechos humanos que aun no han sido tratados y no son prioritarios en los cambios por venir.

A dos días de Abdullah sorprender al mundo con el anuncio de un camino de “igualdad” entre hombres y mujeres en Arabia Saudita, una mujer ha sido sentenciada a 10 latigazos por conducir un auto.

Las mujeres sauditas deben de estar complacidas con el salto adelante y la decisión tomada por el gobierno en cuanto al derecho al voto,  aunque también se debe reconocer que el poder que se les está concediendo es limitado.

Adriana Boersner

@Aboersner