La situación actual en el Medio Oriente y la cuestión Palestina por Adriana Boersner - Runrun

@aboersner

Tras el décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, muchas eran las expectativas referidas esencialmente a respuestas por parte de grupos radicales a los actos conmemorativos agendados para ese día en New York y ciudades capitales de países de Europa. Diversos análisis se dieron sobre si el 11 de septiembre cambió o no la historia, si se puede hablar de un antes y un después de estos hechos. Algunos coinciden en que si, otros en que no.

Lo cierto es que más allá de los eventos que transcurrieron desde 2001 en adelante, la situación actual que vive la región del Medio Oriente y en especial el caso Palestina, está poniendo en jaque la estabilidad de países como Israel, así como, la de aquellos que están sumidos en manifestaciones sociales donde los gobiernos se están viendo debilitados por la falta de legitimidad.

Pudiera pensarse que las revueltas es un síntoma inequívoco de que la política “democratizadora” emprendida por Estados Unidos y aliados de Europa hacia el Medio Oriente,  logró el efecto que se quería, despertar a las sociedades islámicas del letargo del cual salieron otras regiones del mundo en la década de los años ´70- ´80 y ´90, y encaminarse hacia procesos democráticos. Sin embargo, proyectar que los acontecimientos de independencia de gobiernos de facto responde sólo a esta política Occidental, sería restarle importancia al cúmulo de problemas, necesidades y procesos propios de estas sociedades.

Los acontecimientos de los últimos días como el estallido de bombas en Kabul, el llamado de los países de la Liga Árabe al gobierno de Siria para que acabe con la represión en el país, el cerco que se le tiene a Muamar Gadafi y la instauración de un nuevo gobierno libio que cuenta con la anuencia incluso de un país estratégico como China, serán temas que seguirán dando de que hablar en los próximos años, por un lado, porque no son acontecimientos que se verán resueltos en lo inmediato, y por otro, el efecto  político y social que tendrán en la región del Medio Oriente como en el continente Africano, se verá a lo largo de todo este siglo.

Creación del Estado Palestino

El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha recorrido en los últimos meses, parte del mundo para lograr el apoyo necesario a la moción que presentara oficialmente a fines de septiembre en la sesión 66 de la Asamblea General de la ONU, con miras a que se reconozca a Palestina como el Estado número 194 de la Organización.

Latinoamérica en este sentido ha brindado un gran apoyo a Palestina, siendo respaldada por Brasil, Argentina, Ecuador, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Guyana, Paraguay, Costa Rica y El Salvador, quienes han reconocido al Estado palestino según las fronteras establecidas en 1967. Otros países como Chile, Uruguay, Honduras y Perú lo han reconocido sin mención de sus fronteras.

Fuerzas contrarias

Hoy por hoy, el sistema administrativo palestino se considera capacitado para operar los asuntos públicos que hasta ahora ha cedido el vecino Israel. Sin embargo, aún queda pendiente que países como Estados Unidos, reconozcan el nuevo Estado en el seno de la reunión del  Consejo de Seguridad de Naciones Unidas este mes de septiembre. En tal sentido, cabe esperar que  igualmente Israel adopte una postura contraria, basándose en que dicho reconocimiento, violaría los Acuerdos de Oslo (1993).

Israel se prepara para la reunión en la ONU,  acontecimiento que al menos para el primer ministro Benjamín  Netanyahu supone un hecho trascendental hasta el punto que teme que su imagen y la de Israel sufran daño, si su discurso produce una votación favorable para Palestina.

La opción ante esta expectativa es que sea el presidente de Israel, Simon Peres, quien ya representó a Israel el año pasado en la Asamblea, dé el discurso. Esto se decidirá una vez las gestiones diplomáticas que se realizan con Estados Unidos y la Unión Europea arrojen proyecciones.

Turquía, actor que poco a poco está emergiendo como interlocutor válido en la escena de los procesos de paz y mediación en la región, tras la caída de Mubarak en Egipto, apoyará la moción palestina apuntando que “reconocer al Estado palestino no es una opción sino una obligación”. Esta voz es lo que resuena del sentir del resto de los países vecinos a Israel.

Ya Estados Unidos vetó una propuesta del Líbano para tratar de sancionar a Israel por la construcción de asentamientos, alegando que esto perjudicaría el proceso de paz entre Israel y Palestina. Interesante será ver ahora si dentro de la concepción de Estados Unidos sobre la paz en el Medio Oriente estará el reconocimiento final de un Estado Palestino.