Un Obama "on fire" - Runrun
Redacción Runrun.es May 25, 2011 | Actualizado hace 13 años


Barack Obama hasta ahora había sido criticado por tener una política exterior endeble ante un mundo que pareciera venirse abajo, y que arrastraba además el poderío de Estados Unidos. Pero lo cierto es que tras los eventos del primer trimestre de 2011, la captura y muerte de Osama Bin Laden, los acercamientos que ha tenido con Centro y Sur América,  y ahora el rol activo y el papel delegativo que ha dado al departamento de Estado y del Tesoro para actuar ante estas compañías vinculadas al sector energético de Irán, dice por un lado, la relevancia que tiene cada vez más el contexto internacional para sus próximos pasos políticos, y, por otro lado, la presión interna que tiene no sólo por los problemas domésticos, sino por el llamado de atención de un Congreso políticamente adverso.

Hace unos días nos daba un análisis completo y sucinto de la realidad en el Medio Oriente y el Magreb, llamando la atención sobre países como Siria, Libia, Irán, los Emiratos Arabes, Túnez, Egipto, Yemen y Bahrein. No se refirió a su gran aliado Arabia Saudita, pero sí de su otro par, Israel,  para pedir la creación de un Estado palestino sobre las fronteras de Israel previas la guerra de 1967.

El rechazo inminente del primer ministro Benjamin Netanyahu y del lobby judío estadounidense no se haría esperar. Sin embargo, esto desde una perspectiva demuestra una táctica hábil de lanzar la pelota a los dos únicos jugadores que deben velar por sus propios intereses, Palestina e Israel, creando propuestas para el proceso de paz, algo a lo que ya hizo referencia esta semana en el Congreso en Washington, el propio Netanyahu.

La actual visita de Barack y Michelle Obama a Reino Unido cobra un carácter más serio ante los eventos internacionales, dejando por sentado no sólo, las grandes alianzas europeas de los Estados Unidos, sino también, desmentir la idea de que Obama ha sido el presidente estadounidense con el menor interés en los asuntos europeos.

Estados Unidos ya no es la potencia que fue ni el país que dejó el presidente George W. Bush, debido a que no está en condiciones de dictar términos de manera unilateral como en años anteriores. Sin embargo, la política de Obama de estar abierto al mundo como su predecesor nunca la tuvo, es algo que hasta ahora le ha rendido unos frutos inesperados y un liderazgo a nivel nacional e internacional admirables.

Por Adriana Boersner Herrera

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