La compleja situación de Iraq por Leopoldo Colmenares G. - Runrun

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Nuevamente las noticias sobre Irak han pasado a ocupar los primeros lugares de las páginas internacionales,  derivado de la delicada, por decir lo menos, situación que afronta el gobierno del presidente Nouri Maliki. Y es que el estado de las cosas que actualmente se presenta en ese país árabe es realmente preocupante. Los insurgentes suníes han ocupado Mosul, que es la segunda ciudad más importante de Iraq, así como también Faluya, Ramadi y Samarra, demostrando de alguna manera la incapacidad del gobierno y de sus fuerzas armadas para controlar su territorio, si bien entendemos, como lo ha demostrado fehacientemente la historia moderna, que el combate de fuerzas insurgentes es sumamente complicado aún para ejércitos bien preparados y con experiencia en esas lides.

La insurgencia que amenaza con la fragmentación del país, está conformada por diversos grupos  que tienen tanto razones como objetivos distintos para empuñar las armas. El principal actor, así como el más violento, es la milicia yihadista del Estado Islámico de Irak y la Gran Siria (ISIS por sus siglas en inglés), con alrededor de tres mil operativos con una buena experiencia militar y con santuarios en Siria desde donde pueden actuar con impunidad. Además de los yihadistas, participan también las milicias de autodefensa de los Consejos locales, a las que hay que unir los antiguos grupos baasistas (JRTN en sus siglas en inglés) y a ciertos  sectores escindidos de las milicias anti-yihadistas (Hijos de Irak y Awakening).

En contra de los anteriores se tienen a las Fuerzas de Seguridad de Irak, así como a las decenas de miles de combatientes suníes a sueldo del gobierno de Bagdad y una cantidad similar de combatientes kurdos. Al lado de estos, se encuentran los combatientes chiíes que, más allá de su apoyo u oposición al presidente, se han incorporado a la lucha armada para defender a sus correligionarios en Siria en los últimos años o en Irak en los últimos meses frente a las agresiones suníes.

Muchos analistas concuerdan que la torpeza e incompetencia de Maliki es la principal causa del conflicto, si bien, como siempre, algunos intentan achacar las culpas a los Estados Unidos, por su invasión en el año 2003. Ocurre que en dos períodos de gobierno,  Maliki ha sido completamente incapaz de lograr la reconciliación del país tras la cruenta guerra civil y más bien ha potenciado el sectarismo, la violencia y la injusticia. De igual forma han jugado un importante papel  en el escalamiento del conflicto la incapacidad gubernamental para elevar la calidad de vida de los iraquíes y lograr una identidad compartida  en el país.

Así, una vez más, la falta de gobernanza,  inseguridad  y las rivalidades entre  chiitas y sunitas han creado un ambiente propicio para el estallido de la violencia a gran escala, que como dijimos al inicio, amenaza con la fragmentación de Irak y la internalización del conflicto.

@LCOLG

Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.

Universidad “Simón Bolívar”