¡Dejen tranquila a Muguruza! por Leopoldo E. Colmenares G. - Runrun

garbiñe-blog

Si hay algo que han demostrado los gobiernos chavistas, es la infinita capacidad que tienen para apropiarse de los logros y construcciones que pertenecen a los gobiernos pasados. Convirtieron a los ambulatorios en “clínicas populares”,  se robaron la autoría de la pensión de vejez decretada por Carlos Andrés Pérez y hasta resulta que el metro de Caracas, según los partidarios del gobierno, “lo construyó Chiabes”. Pero su timo más descarado, y  publicitado,  corresponde al del sistema nacional de orquestas juveniles e infantiles el cual fue  creado  durante el período de gobierno del presidente Luis Herrera Campins.

El  incompetente modelo chavista, ávido de mostrar logros al mundo, se ha visto en la necesidad de echar mano a cuanto proyecto más o menos exitoso han realizado otros; de igual manera, intenta apropiarse de los éxitos derivados de los esfuerzos individuales de muchos venezolanos, como los de jugadores de grandes ligas, científicos, artistas,  etc. No le queda otra: a falta de glorias propias pues expropia las ajenas.

En estos  últimos días, ha estado en la palestra pública el tema de la jugadora de tenis profesional Garbiñe Muguruza, quien tras su actuación en el Abierto de Australia, se perfila como la próxima gran estrella del circuito femenino de tenis, nombrado WTA. Muguruza, actual número 38 del ranking mundial, nació en Caracas, pero vive en España y compite bajo la bandera de ese país.

Pues ni modo, los incompetentes directivos de la Federación de Tenis Venezolano (FVT)   -que por cierto  tienen  por el suelo a ese deporte en el país- asociados con individuos de la categoría del flamante nuevo ministro del deporte, Antonio “Potro” Álvarez, andan buscando la manera que esta formidable tenista pase a competir en la “Copa Federación”, suerte de mundial femenino de tenis,  como integrante del equipo venezolano.

Ni el gobierno ni la FVT han hecho bien su trabajo y quieren, ya que es lo único que les queda como hemos venido indicando,  apropiarse del esfuerzo  individual de otros, en este caso de Muguruza y su familia, para ganar indulgencias con escapulario ajeno y así poder mostrar al mundo inexistentes logros deportivos de la “revolución”.

Esperamos que las acciones de estos corsarios del esfuerzo de otros no tengan éxito y que prive la sensatez en la familia de la espectacular jugadora.  Nosotros los venezolanos que apreciamos  el tenis, que por cierto somos bastantes, seguiremos y apoyaremos la carrera de Garbiñe, como lo hicimos en otras épocas con  Nuria Alasia y más recientemente con  María Alejandra Vento y Milagros Sequera. El tenis es un deporte que crea ídolos de alcance  mundial,  que en algún momento pierden su nacionalidad para convertirse en propiedad de todos. La historia está repleta de ejemplos. Muguruza, de seguro, volará muy alto, ojalá alcance ese estatus. Por favor dejen tranquila a esa muchacha.

Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.

Universidad “Simón Bolívar”

 @LCOLG