El candidato del oficialismo para la presidencia de Argentina ha ampliado la distancia sobre sus principales rivales en el último mes, según los últimos sondeos, lo que lo acerca un poco más a ganar en primera vuelta y evitar un balotaje que podría ser muy reñido.

Tres encuestas de septiembre muestran al peronista Daniel Scioli a menos de 2 puntos porcentuales del 40 por ciento que necesita para una victoria en primera vuelta si conserva la ventaja de 10 puntos que lo separan de su principal rival, el candidato de la alianza Cambiemos Mauricio Macri.

Las encuestas revelaron que Scioli, el candidato del Frente para la Victoria, superaría la barrera del 40 por ciento si los votos de los indecisos se distribuyeran entre los candidatos, aunque los márgenes de error de los sondeos dejan abierto el resultado del 25 de octubre.

«Un pequeño cambio de 2 o 3 puntos para cualquier candidato puede significar la diferencia entre una victoria en primera vuelta o un balotaje», dijo Ignacio Labaqui, analista de mercados emergentes de la consultora Medley Global Advisors.

Scioli obtuvo una amplia victoria en los comicios primarios del mes pasado, pero la frustración de algunos votantes por unas graves inundaciones que sufrió la provincia de Buenos Aires -de la cual Scioli es gobernador- y acusaciones de quema de urnas electorales en otra provincia evitaron que su imagen mejore aún más, como se preveía.

Scioli ha centrado su campaña en la promesa de atraer nuevas inversiones, pero ha dado escasas señales de los cambios que haría en los controles estatales sobre la economía que aplica la saliente presidenta Cristina Fernández, quien ya cumplió el límite de dos mandatos seguidos que permite la ley.

El candidato oficialista se ha limitado a defender las políticas de Fernández.

«Él quiere transmitir previsibilidad, certeza, tranquilidad. Particularmente a los indecisos, y en segundo lugar a los peronistas que están diseminados (votando a otros candidatos)», dijo un portavoz de Scioli bajo condición de anonimato.

La plataforma de Macri, favorito de los mercados, se ha centrado en reducir el rol del Estado en la economía y en poner fin a la hegemonía del peronismo sobre la política argentina. Hasta ahora, no ha logrado acortar la brecha que lo separa de Scioli.

«La campaña de Scioli ha tomado un curso diferente. Se ha fortalecido en su discurso, se ha fortalecido en su imagen. Está tratando de transmitir garantía de gobernabilidad. Me parece que es una estrategia adecuada, porque es una de las ventajas que tiene el peronismo», dijo a Reuters la analista Graciela Römer.

En tanto, la promesa de Macri de «limpiar la política argentina» ha quedado manchada por un escándalo de corrupción que involucró a un candidato de su fuerza. Y varios diplomáticos dicen en privado que el candidato no logra conectar con los votantes y le falta el «hambre presidencial» que Scioli sí muestra.

Un vocero de Macri dijo a Reuters que los números que su equipo maneja no revelan una mayor distancia respecto de Scioli. «No la percibimos, al contrario. Nosotros tenemos un crecimiento de Mauricio y que la diferencia se mantiene», señaló.

Las últimas encuestas disponibles muestran que la situación ha dado un empuje a Sergio Massa, que ocupa el tercer lugar en intención de voto.

Los analistas dicen que en un eventual balotaje cualquiera de los candidatos que participen en él podría resultar vencedor.

Si ningún candidato alcanza el 45 por ciento de los votos válidos, o el 40 por ciento con un margen de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo puesto, la elección irá a una segunda vuelta el 22 de noviembre.