Vaticano destina 100.000 dólares a los damnificados por el terremoto de Nepal
Sigue llegando la ayuda a Nepal: el Vaticano y la ONU se hacen presente

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El Vaticano donará 100.000 dólares (unos 116.000 euros) para asistir y socorrer, mediante la iglesia local, a los afectados por el terremoto de Nepal, que por el momento ha provocado la muerte a más de 4.300 personas.

La Santa Sede informó hoy en un comunicado de que la donación se hará mediante el Pontificio Consejo «Cor Unum» y consistirá en una «primera ayuda» para ayudar a la población damnificada por el seísmo, de magnitud 7,8 en la escala Richter.

Dicha suma de dinero será enviada a la iglesia local y pretende ser «una primera e inmediata expresión concreta de los sentimientos de cercanía espiritual y apoyo paterno» que el papa ha asegurado recientemente hacia las personas afectadas.

En la nota se señaló que diferentes Conferencias Episcopales y organismos de caridad católicos están ya «ampliamente comprometidos en las labores de socorro».

 

La ONU suministrará alimentos a 1,4 millones de nepaleses en tres meses

 

La ONU suministrará ayuda alimentaria a 1,4 millones de damnificados por el terremoto en Nepal, lejos del nivel de necesidades generadas por este desastre, ya que se estima que 1,3 millones de niños requieren asistencia urgente.

«El Programa Mundial de Alimentos (el mayor brazo humanitario de Naciones Unidas) planea proveer asistencia humanitaria en los próximos tres meses a 1,4 millones de personas que tienen gran necesidad de alimentos. Será una operación masiva», anunció su portavoz, Elizabeth Byrs.

Anticipó que será una operación muy difícil debido a la topografía montañosa del país.

En una conferencia de prensa en Ginebra de representantes de las principales agencias humanitarias de la ONU, el portavoz de UNICEF, Christophe Boulierac, dijo que las primeras evaluaciones indican que «1,3 millones de niños requieren ayuda humanitaria urgente».

Muchos de ellos, explicó, se encuentran en poblados rurales, donde «todavía no se ha realizado un balance exacto de los daños».

De un país de 30 millones de habitantes, el 40 % son menores de edad.

A la agencia responsable de la protección infantil le preocupa de manera inmediata el riesgo de propagación de enfermedades relacionadas con la falta de agua apta para el consumo.

UNICEF considera que las prioridades en la situación de emergencia que vive Nepal son el cobijo para los que han perdido sus hogares -y que el monzón no les encuentre en la intemperie-, el acceso a agua potable y la reanudación de las actividades educativas de los niños.

«Es importante que los niños prosigan con sus estudios, para lo cual hay que proceder a construcciones temporales y así acortar al máximo la interrupción de la escolaridad», comentó Boulierac.

Asimismo, apuntó que es fundamental ofrecer protección y apoyo psicosocial de niños y mujeres, teniendo en cuenta que en muchos casos éstas son cabeza de hogar.

El inminente inicio de la temporada del monzón, que se inicia en mayo pero que parece adelantarse -en Katmandú están cayendo fuertes precipitaciones en los últimos días-, hace temer que aumenten las dificultades para las operaciones de socorro.

Las lluvias pueden provocar más deslizamientos de tierra e impedir el tránsito del personal humanitario y de los camiones con ayuda.

Nepal es tradicionalmente un país de emigración, con muchos hombres que han abandonado el país para trabajar en India o en países del Golfo Pérsico.

El representante de la Oficina de la Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke, declaró que la situación en Nepal representa «una carrera contra el tiempo» y que la mayor preocupación es la situación en las áreas habitadas que han quedado aisladas y donde se desconoce el nivel de destrucción y de necesidades.

A ese respecto, Byrs precisó que hay «pequeñas comunidades provinciales, donde viven entre 15.000 y 30.000 personas, de las que «no tenemos información».

Cinco equipos de evaluación de la ONU intentan llegar a esos lugares para evaluar la situación, indicó.