Mujica se despide de la presidencia tras «situar» a Uruguay en el mapa del mundo
Mujica se despide de la presidencia tras «situar» a Uruguay en el mapa del mundo

JoséMujica

 

El presidente de Uruguay, José Mujica, denunció este viernes las intromisiones programadas por parte de países extranjeros para «desgastar» y «derrocar» gobiernos legítimamente establecidos y justificó las acciones de Venezuela para reprimir las amenazas de «golpismo» en su territorio, informa Efe. En su última audición para radio M24 como mandatario, Mujica denunció la existencia de «un conjunto de disciplinas« de «resistencia civil no violentas»,auspiciadas desde el exterior, con el objetivo de «corroer y derrumbar» estados, que fueron aplicadas durante la Primavera Árabe y ahora desestabilizan Venezuela.

Más allá de sus excentricidades, el presidente y exguerrillero se va habiendo «situado» a su país, para muchos antes desconocido, en el mapa del mundo.

«Están buscando que las autoridades (venezolanas) comentan errores», cercioró el veterano político, para quien «ningún gobierno se puede cruzar de brazos ante la prédica de golpismo», pero que, admitió, «en la medida que ejerce algún grado de represión se cometen errores». Así, Mujica explicó que, a causa de mecanismos previamente planificados desde el exterior, Venezuela se ha forjado una imagen negativa en el campo de las relaciones internacionales que «no ayuda» a mejorar su situación.

«No injerencia»

«Los viejos valores de la autodeterminación parece que no son funcionales en la época de la globalización», se lamentó el presidente uruguayo, para quien «la no injerencia» debería ser «un principio». Mujica, quien el próximo domingo termina su mandato y lo cederá ante su correligionario en la coalición Frente Amplio Tabaré Vázquez, se despide la tarde del viernes (hora local) del pueblo uruguayo durante la tradicional ceremonia de arriado de la bandera nacional en Montevideo con «un abrazo de agradecimiento y una invitación a respaldar al Gobierno que viene».

Al respecto, declaró depositar «una confianza enorme en el porvenir material del la sociedad uruguaya, en un país que puede alcanzar el nivel de países desarrollados», sentenció.