Crímenes macabros por Luis Izquiel - Runrun
Luisana Solano Ago 31, 2014 | Actualizado hace 10 años
Crímenes macabros por Luis Izquiel

Crimenes

 

Dentro de la ola de inseguridad que azota a Venezuela, ha tomado auge una preocupante modalidad: los crímenes macabros. Los 3 cadáveres desmembrados encontrados en Caracas en un lapso de un mes, prendieron las alarmas de la sociedad. Cada día la violencia criminal en nuestro país se presenta con características más espeluznantes.

Varias pueden ser las razones que motivan estos hechos atroces. La primera de ellas es ya recurrente: la impunidad. La falta de castigo hace que los delincuentes vayan ascendiendo en el grado de inhumanidad con el que cometen los delitos (al momento de escribir estas líneas, ninguno de los autores de los últimos asesinatos con cuerpos desmembrados ha sido capturado). Otro elemento que seguramente está presente en estos crímenes macabros es el consumo de drogas por parte del victimario, lo que coloca en evidencia la ausencia en Venezuela de una política pública de prevención y tratamiento en materia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

En la situación de las cárceles del país también pudiéramos encontrar la explicación de estos crímenes macabros. Los reclusos viven en la actualidad una realidad absolutamente violatoria de los DDHH. El reciente informe del Observatorio Venezolano de Prisiones señala que en los últimos 15 años han sido asesinados en nuestro país 6.313 presos (1.463 durante la gestión de Iris Varela en el Ministerio Penitenciario), muchos de ellos decapitados o mutilados de otra manera. Algunos reos, cuando obtienen la libertad, terminan replicando en las calles del país lo que aprendieron en el infierno carcelario.

Las decapitaciones o el desmembramiento de cadáveres son modalidades que se han visto aplicadas por los delincuentes en otros países de la región. En Colombia, en los años 80 y principios de los 90, los carteles del narcotráfico solían cometer asesinatos atroces en contra de sus rivales. En la actualidad, los grupos criminales que actúan en países como México, Honduras o El Salvador, también acostumbran  ejecutar acciones similares. Es posible que en Venezuela se estén imitando estos modus operandi.

Es muy factible también que los victimarios decidan desmembrar un cadáver con la intención de impedir la identificación de la persona asesinada, para intentar obstaculizar las investigaciones. En estos casos generalmente los criminales no consiguen sus objetivos, ya que los avances de la criminalística moderna permiten, la gran mayoría de las veces, la determinación de la identidad de la víctima mutilada.

La proliferación de estos crímenes atroces viene a incrementar la ya elevada y justificada percepción de inseguridad dentro de la población venezolana. La última encuesta Gallup señaló que hoy el 81% de los venezolanos siente temor de caminar de noche por las calles del país. Esta cifra representa la más alta del mundo. En el anterior estudio de esta encuestadora los venezolanos estábamos ubicados como terceros en el orbe en este deshonroso renglón, solo detrás de los ciudadanos de Afganistán y de Chad, pero nuestra ominosa  realidad delictiva nos impulsó hasta el primer lugar. Esto quiere decir que el toque de queda decretado implícitamente por los delincuentes, cada día limita con mayor fuerza las libertades de los venezolanos.

Aunado a los casos de cadáveres desmembrados, también se ha hecho frecuente la aparición de cuerpos sin vida en el río Guaire o en los bordes de las autopistas y carreteras del país. Estos hechos representan un ejemplo del grado de descomposición al que puede llegar una sociedad cuando el Estado desatiende los elementos básicos de la seguridad ciudadana.

 

@luisizquiel