¡Aquí manda el Paralelo! Por Francisco J. Quevedo
¡Aquí manda el Paralelo! Por Francisco J. Quevedo

resvi6 (1)

Concluir que en Venezuela los precios, en general, son dictados por el cambio paralelo no requiere mayor análisis. Basta dividir el PVP de cualquier bien con alto componente importado entre su costo en Miami, y ¡Cha-Az! verás a qué tasa lo costearon, sumándole –por supuesto– su margen de utilidad. Claro está que esta matemática no aplicará tan directamente a un kilo de cambur titiaro comprado en Cúpira, ni a un saco de naranjas de Bejuma, bienes que no pueden dolarizarse tan descaradamente, dizque.

De manera más científica, un análisis de correlación entre las series históricas del INPC y el dólar paralelo promedio demuestra que ambas curvas bailan pegadito. En efecto, su índice de correlación es de 0,96, casi perfecto (que sería la unidad ó uno). ¿Qué significa eso? Podríamos decirlo así: Que 96% de las fluctuaciones en la inflación son explicadas por los vaivenes del mercado negro. La gráfica que compara ambas series es más que elocuente. Como el chiste del carro de Drácula, si no son lo mismo, se parecen igualito.

 Dólar paralelo promedio 

AJKHGvzc

“Por mucho que te tongonees, siempre se te ve el bojote” dijo aquél. Y como la lengua es el castigo del cuerpo, por mucho que han querido controlar la inflación con un sistema artificial de cambios diferenciales, aquí manda el paralelo. En Venezuela existen cuatro tasas de cambio, una oficial, dos alternas más una paralela. ¿A cuál de estos dólares debemos marcar los precios y fijar el valor de nuestros activos? Respuesta: ¡Al dólar que se consiga! Pensar en un promedio (por ejemplo, el “Mac Dólar” está en Bs. 16 p/US$) es tan ingenuo como esperar que te liquiden un dólar a 6,30.

El ejemplo de las aerolíneas es patético. Tienen acreencias a 6,30 que ofrecen pagarles a 11,70 pero que aún no les liquidan, ni las de 2012, ni tanto menos las ventas de boletos al corriente. ¿Cómo le pagan los viáticos a sus pilotos? ¿Y a qué precio cree usted que está comprando sus pasajes aéreos, si es que consigue cupo? ¿Cree usted que realmente un boleto a Panamá “vale” US$ 1,700? Irremediablemente, tras la manipulación aritmética, veremos que los precios internos los determina el dólar negro, porque es lo que se consigue. Ello es más evidente en los bienes importados, como los electrodomésticos y muchas prendas de vestir, así como aquel “güisqui del güeno” que puede rondar sobre Bs. 3.000 por botella (12 años), si lo encuentra. Calcúlele el cambio contra su costo en las tiendas “Duty Free” de Maiquetía.

Y si el paralelo marca la pauta, las distorsiones cambiarias causan las aberraciones. Producto que se fabrique, cotice y venda a un cambio de Bs. 6,30 por dólar se extraerá de contrabando o se acabará porque resulta barato, o simplemente no se producirá porque no le darán las divisas al fabricante. Un paquete de analgésicos, por ejemplo, cuesta Bs. 10. Eso es US$ 0,10 al cambio paralelo. ¿No le da curiosidad llevarse una cajita a Cúcuta a ver cuánto le dan por ella? La devaluación y la inflación crean, además, un ciclo vicioso: El dinero represado que no encuentra salida cambiaria presiona el paralelo, la paridad se ajusta, y consecuentemente, se ajustan los precios de bienes y servicios. ¿Cómo salimos de esta?

La economía se adapta, y la gente también. Quizás valga la pena que el Gobierno considere dejar a un lado las pretensiones y dolarizar la economía de una vez, como hizo Ecuador en el 2000, y como Panamá, cien años atrás. Eso sí, tendría que disciplinarse, fiscal y monetariamente, dejar de regalar lo que no tiene, y la robadera, y sincronizar sus políticas con los mercados internacionales, pero “sería mejor ponerse rojo (rojito) un rato que vivir colorado toda la vida”, como dicen.

@QppAsociados