¿Qué le venderemos a los chavistas? por Tomás Horacio Hernández

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Por fin todos los venezolanos coincidimos en un punto: nuestra economía no está bien. Los opositores responsabilizan este colapso al fracaso del modelo y los chavistas por su parte se lo atribuyen a la guerra económica. No importa bajo que óptica usted mire la realidad del país, la cruda realidad es que nuestros bolsillos cada vez están más vacíos.

Es relativamente fácil llegar a la conclusión de que el modelo chavista ya no da más, pero si todavía tienen alguna duda les recomiendo que vean la producción de las empresas expropiadas, la producción de las empresas básicas de Guayana, los niveles de escasez e inflación, el estado financiero de PDVSA, el nivel de nuestras reservas internacionales, por nombrar tan solo algunos ejemplos.

Ahora bien, en las últimas semanas he visto a distintos dirigentes de oposición hablar de las elecciones parlamentarias del 2015 y la verdad es que he quedado muy preocupado. Si bien es cierto que las elecciones de la Asamblea Nacional son vitales para lograr una transición en el gobierno, sigo sin encontrar la oferta que le haremos a los chavistas para que voten por un candidato opositor.

Me explico, producto del desastre económico que se vive en Venezuela, es sencillo castigar al gobierno en unas elecciones. Con no ir a votar es suficiente. Pero ese castigo, no se traduce necesariamente en un voto para a la oposición. Muchos analistas, incluyéndome, hemos defendido que no es lo mismo que el gobierno pierda a que la oposición gane.

Sin ir muy lejos, no ganar una elección implica tener un clima de ingobernabilidad tal como el que enfrenta Maduro hoy en día.

En lo personal, me parece insólito e inaceptable que los dirigentes de oposición no hayan sido capaces en 18 meses sin elecciones de no presentarle una propuesta de gobierno alternativa a los venezolanos. Si analizamos críticamente los discursos de la mayoría de los dirigentes de oposición nos vamos a dar cuenta que sus argumentos están dirigidos o a reforzar a la oposición o a un pequeño grupo de chavistas descontentos. Pero en el fondo, siguen sin retar al gobierno con una propuesta más atractiva, que de verdad haga reflexionar hasta los más radicales.

Desde que Chávez llegó al poder en 1998 los partidos de oposición se consideran todos de izquierda o de centro izquierda. Y los que ideológicamente no lo son, se comportan de esa manera. Hay un miedo inexplicable a la crítica abierta al modelo chavista seguido de una propuesta alternativa. En su mayoría las declaraciones últimamente se centran en lugar comunes que son intelectualmente agotadores.

Si la oposición de verdad desea ser mayoría en una Asamblea Nacional tiene que convencer a sus seguidores de que la alternativa es más grande que el rechazo al gobierno. Haciendo esto, nos quedaremos sorprendidos de la cantidad de chavistas que nos darán con convicción su voto.

 

@TomasHHR