El aislamiento se ve venir - Runrun
Luisana Solano May 16, 2014 | Actualizado hace 10 años

aislamiento

Las aerolíneas que operan en Venezuela atraviesan una crisis económica sin precedentes. El gobierno de nuestro país les debe 3,9 millardos de dólares que hasta la fecha no les han cancelado, tal como afirmó recientemente Peter Cerda, el vicepresidente regional de La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

En palabras de Cerda: «Si la situación sigue empeorándose, las líneas aéreas tendrán que tomar medidas drásticas y esas medidas seguramente serán las cancelaciones de más vuelos».

Tal como hemos escrito en este espacio en ocasiones anteriores, la deuda del gobierno con los empresarios privados, que actualmente suma más de 13 millardos de dólares, es una evidencia clara del fracaso del modelo chavista. Ahora bien, en algunos casos, el gobierno aunque no quiera pagar esa deuda, va a terminar cediendo.

La escasez de alimentos en nuestro país está actualmente en su punto más alto en los últimos 10 años, lo cual pone al gobierno en un dilema importante: o le paga parcialmente la deuda o la escasez escalará exponencialmente. Siempre está la opción de importar, cosa que el gobierno  ha venido haciendo por necesidad, pero esa decisión es más costosa que producir localmente.

El ejemplo de la industria de alimentos lo traigo a la mesa porque en este caso específico el gobierno tiene un incentivo en pagar la deuda.  Si a través del pago se garantiza la continuidad de la industria de alimentos y en consecuencia un freno parcial a la escasez, entonces sí vale la pena.

En el caso de las líneas aéreas, el gobierno no tiene un incentivo en pagar la deuda. Según la IATA, 11 de las 24 que operan en Venezuela han reducido entre un 15% y un 78% sus operaciones y tanto Alitalia como Air Canada van a detener totalmente sus actividades.

Poco a poco las líneas van a dejar de operar en nuestro país por una razón muy sencilla: nadie va a trabajar para perder dinero. A ninguna de ellas les conviene funcionar en un país que no les garantiza absolutamente nada y cuyas autoridades han perdido todo tipo de credibilidad.

El gobierno no tiene las divisas para asumir nuevos compromisos y si las tiene, todo indica que el pago a las líneas aéreas no está en sus prioridades. Esto nos deja en una situación de aislamiento muy preocupante y muy precaria.

Mi pregunta para usted estimado lector es: ¿A quién le conviene que nos quedemos encerrados en el país? ¿Por qué?

Tomas Horacio Hernández

 @TomasHHR