Semana de caos y nervios en el gobierno - Runrun
Luisana Solano May 09, 2014 | Actualizado hace 10 años

#8M1

El gobierno de Nicolás Maduro y compañía está haciendo un esfuerzo notable para demostrar que tienen un agarre firme del coroto y que el legado del comandante supremo se mantiene intacto. Los rojos pretenden hacer ver con sus acciones que son un gobierno fuerte, con un norte definido, y cuya escala de poder se mantiene y se respeta de manera indiscutible. Sin embargo, lo que no se terminan de dar cuenta estos señores es que lejos de profundizar el cumplimiento de sus objetivos estratégicos, lo que están haciendo es magnificando el tamaño de sus costuras y de sus debilidades. En otras palabras, están buscando proyectar sus fortalezas y terminan proyectando sus carencias.

Esta semana puede ser catalogada fácilmente como la peor semana en lo que va de año en cuanto a cadena de eventos se refiere. Veamos un resumen de lo que sucedió: el gobierno detuvo a casi 300 estudiantes que estaban en los campamentos de la libertad, detuvo sin ninguna orden judicial al joven Rodrigo Diamanti (presidente de Sin Mordaza), suspendió la audiencia de Leopoldo López, destituyó a 5 directores de colegios en Puerto Ordaz, los colectivos y la guardia atacaron y reprimieron fuertemente a las universidades, Conindustria reveló en su encuesta trimestral que la industria local trabaja al 48% de su capacidad, El Universal anunció que le queda papel solamente para dos semanas más, se implementó un plan para racionar el agua, Reuters publicó una investigación donde calcula que casi 8 millardos de dólares es lo que han recibido las comunas desde el año 2006,  se comenzó a racionar la electricidad en el Zulia y las huelgas en las industrias básicas han retrasado la ejecución de las Misiones Sociales.

No hay manera que estos hechos se interpreten de manera aislada. Todo lo que está ocurriendo es producto de unas políticas públicas fracasadas que han sido implementadas durante más de una década.

El gobierno está enfrentando la crisis económica más fuerte de los últimos 15 años y su estrategia dominante para solucionarla es presionar fuertemente en el plano político. Veámoslo gráficamente, el gobierno tiene una rodilla fracturada y la otra rodilla tiene los meniscos  muy débiles, pero su solución es tomarse una pastilla para el dolor de cabeza y lesionarse las manos.

Muchos intentamos, como oficio o como ejercicio mental, buscarle la lógica a las acciones del gobierno. Son horas las que implementamos en tratar de buscarle algún sentido a lo que hacen estos señores que están llevando a Venezuela por el garete, y el trabajo se hace particularmente difícil porque es poco lo racional detrás de sus acciones. Resulta que semanas como ésta lo que hacen es reforzar que la verdadera tesis del gobierno, su plan de acciones, no es el famoso Plan de Patria, sino más bien un Plan de Ingobernabilidad.

El gobierno necesita el caos, necesita la inseguridad y necesita que nos mantengamos en una continua incertidumbre. Esta es la única manera de controlar a la sociedad al mejor estilo Orwellliano. Perseguir a los políticos tiene un objetivo muy claro: eliminar actores. Perseguir a los estudiantes tiene un objetivo muy claro: crear miedo. No pagarle la deuda a los empresarios tiene un objetivo muy claro: mantenerlos en jaque.

El gobierno no tiene un agarre firme del coroto pero dentro de su locura están muchos más claros de lo que pensamos. Eso es tan triste como preocupante. Semanas como estas exponen públicamente sus costuras y debilidades, multiplican la incertidumbre y nos debilitan emocionalmente. Pero, a pesar de que el gobierno proyecte lo que proyecte, lo que sí no podemos permitir nunca, es que nos quiebren el espíritu de lucha, el espíritu de libertad. Está en nosotros resistir, desde cualquier espacio donde estemos, dentro o fuera de Venezuela. Aquí hay que sumar esfuerzos contra un adversario claramente identificado. Aquí señores, el que se cansa pierde…

Tomas Horacio Hernández

 @TomasHHR