Malcriadez en Kansas City por Alejandro Betancourt - Runrun
Malcriadez en Kansas City por Alejandro Betancourt

Este artículo debería enfocarse en el Home Run Derby, tal vez en lo que nos ha dejado hasta ahora media temporada, o probablemente destacar los logros de las estrellas congregadas en Kauffman Stadium. Pero no: ayer, durante el concurso de cuadrangulares, los fanáticos de Kansas City se encargaron de opacar lo que normalmente debió haber sido una fiesta y exhibición de poder de los mejores bateadores del mejor beisbol del mundo.

¡Y vaya que cosas para destacar no faltaban! Prince Fielder, quien terminó siendo el ganador del concurso de vuelacercas, estampó su nombre por siempre en los libros de la historia del beisbol al ser el único pelotero en ganar el Derby representando ligas diferentes (2009, Liga Nacional con Milwaukee; 2012, Liga Americana con los Tigers de Detroit). Pero la malcriadez de un público que se ocupó más de abuchear al campeón defensor que de aplaudir a los concursantes empañó lo que todos esperaban fuera una verdadera celebración.

La organización del evento había cedido el honor al ganador del año pasado, el segunda base de los Yankees de Nueva York Robison Canó, de consumir el último turno de la primera ronda de la jornada jonronera. Apenas su nombre fue anunciado por la voz del parque, la multitud enardecida comenzó a abuchear a Canó y a aplaudir sus errores, algo a todas luces contranatura e inusitado en competencias de este tipo.

¿La razón para el desplante? Canó no escogió al primera base local, Billy Butler, como parte del equipo de toleteros que representaría a la Liga Americana en el clásico, decisión esta que enfureció a la fanaticada de los Royals, al punto de caer en la ridícula actitud antideportiva de vociferar insultos en un evento de exhibición. Todo contra un pelotero que, por demás, es un real caballero con sus seguidores, un auténtico filántropo y alguien que jamás ha tenido incidente alguno de orden disciplinario en las ligas mayores.

La noción de que un pelotero tiene el cupo asegurado en el Derby de cuadrangulares del clásico de mitad de temporada es completamente absurda, retrógrada y estúpida. Mucho menos cuando tiene las mediocres credenciales ofensivas que Butler enseña esta primera mitad de temporada. El primera base ocupa el puesto 16 de la Americana en HR con 16 batazos de vuelta completa, siendo éste el único departamento ofensivo donde siquiera es el líder de su propio equipo, y esto apenas por una unidad. Más írrita aún es la noción anterior al considerar que nombres como Adam Dunn, Edwin Encarnación, Curtis Granderson, David Ortiz, Adam Jones y Josh Reddick –todos por encima de los 20 vuelacercas- quedaron fuera de la selección final del clásico.

Empañar esta fiesta simplemente no tiene justificación ni perdón posibles. Lamentablemente los fanáticos de Kansas City sacaron lo peor de sí mismos en una ocasión que no se vivía en esta ciudad desde 1973 y que, juzgando por la actitud de estos, esperamos que no regrese allí por al menos otros treinta años.

 

Por Alejandro Betancourt  

@Baseballnotes