Cuando Anfield dejó de importar por @LuisRevilla
Cuando Anfield dejó de importar por @LuisRevilla

 Ronaldo

 

Anfield es uno de esos estadios que todos los años protagonizan previas y crónicas en la prensa mundial. Esta mítica caja de resonancia donde reverberan toda clase de himnos, representa un argumento automático para explicar los éxitos del Liverpool, y también para calibrar cualquier conquista forastera en el templo red. Es un argumento que el Real Madrid de Carlo Ancelotti y Cristiano Ronaldo, que resolvió el partido más esperado de la fase de grupos de la Champions League con tres goles en cuarenta minutos, no va a necesitar esta semana, ni la otra, ni nunca.

Empezó el partido y Anfield dejó de importar, incluso de cantar. El fútbol logrado por el campeón de Europa tiene un valor histórico que no depende del significativo lugar donde ocurrió, ni del rival; tampoco depende de las 15 Copas ganadas hasta hoy entre ambos clubes, ni del rojo y el blanco, la fecha y la hora. Todo eso solo formó parte de la escenografía, como los 11 futbolistas del Liverpool, entre los cuales hay un par de auténticos cracks mundiales. Es lo que ocurre cuando un equipo logra un fútbol tan cercano a la perfección que el campo se vuelve infinito, como los pasillos para moverse a través de él. Pasillos. Es lo que mediocampistas como los del Real Madrid -y Marcelo, y Benzema- necesitaron para pasar o conducir el balón hacia el reino de Cristiano Ronaldo, les presionaran o esperaran. Daba igual en una mesa de billar de 101×68 metros; demasiados para once hombres ante tanta inspiración, talento, coherencia y fluidez.

No es fácil jugar como el Madrid en Liverpool, tanto que no es necesario alcanzar semejante nivel para ganar la Champions, como ya demostraron la temporada pasada. Tampoco es fácil explicar cómo jugó. Lo fácil, para los apasionados del fútbol, es verlo, una y otra vez:

 

Liverpool-Real Madrid: The Night Anfield Didn’t Matter from Football Hunting on Vimeo.