Varios cientos de universitarios marcharon el miércoles de forma pacífica por el este de Caracas para exigir la liberación de manifestantes detenidos, en medio de un tenso contexto generado por la decisión de la coalición opositora de suspender los diálogos con el gobierno.
Al grito de «La calle no calla, seguimos en batalla», los jóvenes, algunos de ellos con telas en el rostro y máscaras, marcharon por una de las principales avenidas del este de la capital enarbolando una inmensa pancarta que decía «Nuestros sueños no caben en una celda».
Los estudiantes esperaban marchar desde una plaza hasta la sede de la Fiscalía General, en el centro de la ciudad, pero luego cambiaron la ruta hacia el edificio donde funcionan las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo debido a que las autoridades de Caracas no aprobaron el permiso de circulación por la capital.
La protesta se dio en medio de la tensión generada por la decisión que tomó la víspera la coalición opositora de suspender el proceso de diálogo con el gobierno en rechazo a la reciente represión de una marcha de universitarios y el desmantelamiento de cuatro campamentos opositores. (AP)
A las 2 de la tarde, horas después de que la marcha de estudiantes llegara a la sede del PNUD en Altamira, no había llegado la representación de la Fiscalía para recibir un documento con las exigencias de los jóvenes.
A esa misma hora hubo denuncias de encapuchados en la zona lanzando piedras en contra de la sede del Ministerio de Turismo y minutos después un contingente de la Guardia Nacional Bolivariana llegó al lugar y dispersó a los presentes con bombas lacrimógenas y perdigones.
Reportes preliminares señalan que un grueso de los jóvenes se resguardó en el estacionamiento de la Torre HP de Altamira de las bombas lacrimógenas pero un los Guardias Nacionales ingresaron al lugar y detuvo a un número aún indeterminado de los quienes se encontraban en el lugar.
La marcha originalmente iría de Plaza Brión de Chacaíto hasta la sede de la Fiscalía pero la fuerte presencia policial impidió que los estudiantes pudieran avanzar hasta su destino.
Al mediodía de este miércoles el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Juan Requesens, informó que el nuevo destino sería la sede del PNUD en Altamira.
La Fiscal Luisa Ortega Díaz declaraba que una representación del Ministerio Público había sido designada para recibir a los estudiantes, no obstante, los jóvenes exigieron que esa comisión se trasladara a la sede del PNUD, lo nunca ocurrió.
A las dos de la tarde también se registró el cierre del paso por barricadas colocadas en Los Palos Grandes.
