humor
Al momento de escribir este artículo estoy sentado frente a la pantalla del televisor esperando los ansiados anuncios tan largamente anunciados. En el canal 8 hay una antesala en la que el invitado trata de convencer a los televidentes de que la situación en Estados Unidos es mucho pero que en Venezuela, que las colas nuestras son juego de niños al lado de las que se forman allá. Que debemos seguir haciendo las colas con mucho sacrificio, para enfrentar a aquel que quiere arrebatarnos el petróleo (que casualmente es el mismo al que le estamos comprando gasolina) …
… Comienza la cadena. La locutora nos anuncia que los 14 motores de la economía están en plena marcha. No sé por qué comienzo a sospechar que esos motores están en reversa.
… El presidente dedica los primeros 20 minutos a saludar a la gente presente, a nombrar a todos los funcionarios presentes. Nos dice que la gente esta en las calles, esperando con ansiedad los anuncios. Creo que en verdad están haciendo cola, pero dejemos de lado este punto.
… El primer anuncio fue que el Esequibo “era” nuestro… corrección “es” nuestro. Dice que el presidente Leoni y su canciller actuaron de manera brillante en la defensa del territorio en reclamación. La IV república tuvo una cosa buena.
… El segundo anuncio es el de que se declaró la emergencia. Eso lo sabíamos ya.
… Saludo al Papa Francisco en el minuto 30, felicitándolo por su brillante visita a México y saludo a Merentes con sonrisa pícara (Dios y pecado).
… Saludo a los constituyentes y anunció que el decreto de emergencia que la Asamblea rechazó, esta en plena vigencia. Esta última afirmación realizada con la constitución en la mano.
(Minuto 38 aún sin anuncios concretos) Se anuncia que los opositores necesitan el tratamiento psiquiátrico de Jorge Rodríguez.
(Hago una pausa para ver si la hallaca que me regalaron está hirviendo, serán dos minutos, creo que no me perderé de nada).
(Todavía le falta) Sigo: tenemos patria y hay guerra económica y ha calado profundo y es el enemigo a vencer. El precio del dólar es artificial. El culpable es “Dolar today”, pero tomorrow. Ramos Allup es un care’tabla.
… (Minuto 46) Ya vamos a anunciar los anuncios. Venezuela rompió récord en la lucha contra el contrabando. “Dólar Today” again. Nosotros pagamos 27.000.000.000 de dólares. Venezuela tiene un bloqueo financiero internacional.
(La hallara ya huele, minuto 52).
Hay una guerra del petróleo, por eso estamos participando en un encuentro en Teheran, para recuperar los precios del petróleo (aplausos minuto 54). “Nadie cante victoria” (30 segundos después, sin aplausos).
… (minuto 58) «Hay una palabra que me provoca decir, pero estamos en horario infantil” (no era una hallaca, era un bollo, en fin).
… (1 hora, 1 minuto) Saludo a Rodrigo Cabezas y muestra del gráfico de la evolución de los precios del petróleo. Es importante que se vea en la plaza Bolívar.
… “Estoy tratando de ser sintético” (1 hora, 2 minutos).
… Estamos fallando en la información. El problema es que la gente no sabe lo que estamos haciendo (creo que el verdadero problema es que la gente lo sabe demasiado bien)
… Los Estados Unidos no nos callarán. Referencia a la “pollera colorá”. Adriana Azzi Hermes y los astrólogos y brujos se han pelado todos (Close up de Iris Varera, sonríe).
… (1 hora,11 minutos) El otro día Cilia y yo estábamos viendo televisión, ¿verdad Cilia? Nuevamente se muestra el gráfico de la producción petrolera de los últimos años. Saludo a la gente en la plaza Bolívar, que los tenemos en pantalla. Agotamiento del modelo capitalista (pero más agotada se ve la gente en la plaza Bolívar).
… (1hora,19 minutos) En mi casa había una maquina Singer. Nosotros aprendimos todos a coser. Cilia es tremenda costurera.
… (1 hora, 24 minutos) Nueva referencia a Ramos Allup. Ahora vamos a parir. Si nos falta cualquier cosa vamos a parir (aplausos prolongados).
…(1 hora, 26 minutos) Cuando gobernaba Ramos Allup no había cultura tributaria. Los tributos internos aportan el 90% de los ingresos que sostienen al país. (Claro que todo el que quiebra va dejando de pagar impuestos, también los expropiados).
…(1 hora, 30 minutos) Tiene razón Itiurriza, las verdades de los que hacemos hay que explicarla. No lo puedo hacer aquí porque no puedo extenderme (¿y tu risa?).
…(1 hora, 32) Solo nosotros podemos echar pa’lante a este país (ay mi Dios y pensar que estamos al borde del abismo).
…(1 hora, 34) Me estoy fastidiando un pelín.
“No perdamos tiempo en la diatriba de los odios” je,je,je. Nueva referencia a los 14 motores. Tomen nota. Referencia al Carlos Marx negro de Guarenas. Tomemos nota.
…(1hora, 41 minutos) Muchos de ustedes (a los presentes) tienen un gran conocimiento de la economía (caramba pero cómo lo disimulan). Denuncia del rentismo petrolero.
…(1 hora, 43 minutos) Cuántas cosas ha descubierto Farias en los 30 días que tiene como ministro. Ya están saliendo los barcos ( de exportaciones no petroleras). No lo exporten, por favor, dejen eso aquí.
…(1 hora, 48 minutos) Referencia a Luis Vicente León y a la yuca. Luis Vicente: “gánate unos relaitos con la yuca ( y eso que está goooordo!!!).
…(2 horas, 13 minutos) Con Chavez una vez volamos sobre el polo norte. En China casi quemamos en un minuto un palacio de 2000 años (se lo creo).
Cuando llevamos 2 horas y 15 minutos de cadena, sin anuncio alguno, apago los 14 motores y le cedo el testigo a Luis Vicente León, que ese seguro que se está calando la cadena completica.
@laureanomar
No hay agua, porque estamos en plena sequía. Por esta razón hay que recoger el vital líquido y guardarlo en envases de plástico, pero el agua estancada es el caldo de cultivo ideal del Aedes que transmite el virus del zica y no se consiguen los repelentes ni insecticidas. Hay que guardar comida, porque uno no sabe, pero como la electricidad falla, la comida se echa a perder en la nevera. Para conseguir comida hay que hacer cola a pleno sol, pero como la mayoría de los supermercados están en centros comerciales y ahora viene una restricción de horarios de funcionamiento, el tema de las colas se complicará. Cuando vengan las lluvias, el problema del agua se solucionará, pero entonces las colas ya no serán a pleno sol, sino bajo los aguaceros y la gente comenzará a enfermarse de gripe y medicinas no se consiguen por ningún lado. Como el sueldo no alcanza para comprar a la vez alimentos y productos de higiene personal, la gente ha dejado de bañarse adecuadamente, esto ha determinado que comiencen brotes de sarna en la población y los hospitales están en estado crítico. Ante la escasez la gente se levanta de madrugada a hacer colas para comprar, pero en el interior la guardia nacional arresta a los que salen a hacer cola de madrugada porque dan sensación de que falta comida. Por la ausencia de medicinas, la gente apela a los que viajan al exterior para que le compren medicamentos al precio del dólar del que no se puede hablar, pero muchas veces en la aduana te las quitan. En Caracas se consiguen mas medicinas que en las farmacias del interior del país, pero no está permitido mandarlas por ningún sistema de envío. El gobierno exige a los productores de alimentos que mantengan abastecida a la población, pero no les entrega dólares para que importen los suministros que requieren para funcionar. No hay pastillas anticonceptivas, razón por la cual nacen mas niños, pero que en algunos hospitales «mueren como pollitos». Las cifras de inflación no se publican, pero llegan aviones cargados de billetes de 100 bolívares, que cuesta mucho mas de cien bolívares imprimir. Como todo esta muy caro, hay que llevar grandes cantidades de billetes, lo que es una tentación para el hampa en plena expansión. Se le exige a los productores agrícolas que produzcan más y por debajo del costo de producción, pero se le niegan fertilizantes y semillas. Se recomienda a la población que siembre comida en latas y macetas, pero se regula el suministro de agua. Se le pide a los distribuidores que sean más eficientes en la distribución, pero se le decomisan cargamentos y se les atemoriza para que no tengan productos almacenados. Cemento hay, pero como no hay papel, no puede ser envasado, lo cual afecta a la industria de la construcción. Como los suministros médicos también fallan, algunas operaciones están dejando de hacerse y las que se hacen, muchas veces no pueden seguir los protocolos requeridos. Estamos involucionando en materia quirúrgica. La esperanza en circunstancias difíciles es impulsar la educación, que las universidades mejoren sus sistemas de apoyo a la investigación de nuestras dificultades, pero las universidades no tienen presupuesto. Algunos alimentos regulados se consiguen casi regalados, pero como las penurias económicas aprietan, la gente se dedica a la reventa de comida y la población termina pagando los alimentos a precios exhorbitantes. La gasolina es casi gratis, pero como nuestra industria productora de hidrocarburos esta en crisis, tenemos que importarla de EEUU (nuestro enemigo y causante de todos nuestros males) a precios internacionales para venderla a precios locales. Los economistas y los productores ofrecen salidas a la crisis, pero como son el enemigo no se les presta atención. La oposición gana las elecciones de la Asamblea, pero el resto de los poderes en manos de uno solo la bloquea. Para aumentar la eficiencia, el gobierno amenaza con expropiar, pero una vez expropiadas, las empresas dejan de producir. El gobierno pierde seguidores, pero aumenta sus redes sociales. La única salida sería rectificar, pero al gobierno le resulta menos costoso acelerar rumbo al abismo.
Verdaderamente, el infierno de Dante Alighieri se quedó corto. En el de La Divina Comedia hay tres tipos de pecadores: los incontinentes, los violentos y los traidores, que son los que hicieron mal conscientemente. En estos últimos hay varias categorías: aquellos de quienes se tiene confianza, los traidores de las las instituciones y los traidores de la patria. Saque usted sus propias conclusiones, amable lector y medite seriamente, no abandone toda esperanza y como el colibrí, llene su piquito de agua y ayude a apagar este infierno en el que estamos envueltos todos.
@laureanomar
Para que se entienda:
El paciente esta mal. Es un fumador crónico, tiene enfisema, hipertensión arterial, arritmia cardíaca y los riñones no están trabajando. El individuó continua fumando y atribuye los cada vez más frecuentes ataques de tos que le ahogan al producto que usa la conserje para limpiar el ascensor. Come chicharrones dos veces al día y se empuja una botella de ron cada 24 horas. Asegura que no esta borracho, sino que ese ron viene adulterado por esos negociantes de la caña. No cree que tiene el colesterol alto, sino que en el laboratorio siempre alteran malintencionadamente los valores cuando se lo miden, porque lo que quieren es quitarle plata haciéndose exámenes todas las semanas. Su barriga, desde su punto de vista, no es de grasa acumulada, sino son sus abdominales que están hiperdesarrollados. Según él, no tiene cirrosis, sino rastros de una hepatitis que le dio cuando era joven, antes cuando no se cuidaba. Los amigos más cercanos le dicen que tiene razón, que siga así que va por buen camino, que se divierta y disfrute la vida. No quiere visitar al médico porque él se siente bien, porque y que cuando uno va al matasanos lo que hace es enfermarse más. Dice que en su casa le tienen declarada una guerrita sanitaria de que si sigue por esa camino va pelar bolas, pero eso es porque le tienen rabia y envidia de lo bien que él lleva la vida con un equilibrio que nadie en su casa valora. Cada vez que alguien le dice algo, el acusa a sus familiares de vendidos. Paso por unos años de bonanza económica, le entró cualquier cantidad de billete, pero se quemó esos reales en caña, juego y mujeres. Invitaba a beber a todos sus amigos y les pagaba las cuentas, esos mismos que hoy, cuando anda arruinado, ni le atienden las llamadas. Ve enemigos por todos lados, según él, todo el mundo lo quiere embromar. No se alimenta de manera balanceada. No quiere hacerse examen de próstata porque el es muy macho para esas cosas. Los valores del antígeno prostático están elevadísimos, pero él no cree en eso, son cifras manipuladas. No hace ejercicio nunca, porque el ejercicio hace daño, cuando en verdad lo que tiene es atrofia muscular del sedentarismo. Los pleitos en la casa son cada vez más frecuentes y el reacciona violentamente insultando y golpeando a todo el que se le enfrenta. Acusa a su esposa de ser la responsable de los golpes que le da, porque ella malintencionadamente coloca su rostro en la trayectoria de su puño.
¿No se ha topado usted,lector, con personaje de estas características del que uno se pregunta cómo puede continuar por este camino suicida, mientras acusa a los que tratan de echarle una mano de querer acabar con él? Irremediablemente, un paciente en este estado colapsará en algún momento y más temprano que tarde terminará en terapia intensiva.
¿Cómo salvar a un paciente cuyo principal enemigo es él mismo?
Cuando el doctor haga un tratamiento para los riñones, afectará el corazón y cuando trate de medicarle para la tensión, el hígado se va a resentir. Ayudar a un paciente así, requiere de una labor de malabarismo clínico, para restituir su equilibrio. Mientras más tiempo pase llevando la mala vida que defiende como buena, más intenso será el tratamiento que le vendrá, más doloroso. Como suele suceder en estos casos, la que paga es la familia. El hijo tendrá que dejar la universidad porque no hay como pagar la matrícula y la esposa el trabajo para cuidarle. Habrá menos comida en la casa y sobrevendrán dificultades para todos los miembros de la familia.
Este es el estado del paciente. Se acerca a la extrema gravedad. La gran diferencia entre un paciente y un país, es que estos pueden empeorar infinitamente. Estamos ya a las puertas de la terapia intensiva, con el agravante de que es de un hospital público, los médicos no tienen insumos y en la emergencia están atracando.
Gracias a Dios José Gregorio es venezolano.
@laureanomar
No, no se trata de una nueva misión del gobierno. «Misión rescate» es el nombre que en Latinoamérica se ha dado a la película «The Martian» (el marciano) del afamado director Ridley Scott. Se trata de la historia de un astronauta que se queda atrapado en Marte cuando sus compañeros del Ares III, huyendo de una inesperada tormenta, le abandonan al creerle muerto. Los hechos se sitúan en el 2030 (tercera presidencia de Maduro). Mark Watney tendrá que sobrevivir en medio de circunstancias atroces: sin comida, sin agua, sin medicinas, sin electricidad y sin ningún medio de comunicación … En fin, como los venezolanos de hoy, para que se entienda mejor. Lo único que el no tiene, en comparación con nosotros, son malandros, pero si tomamos en cuenta que Marte es un planeta deshabitado, de haber existido uno solo, le habría tocado a él.
La película de lo que trata, en definitiva, es de la lucha de un ser humano que intenta buscar salidas en medio de una situación límite y desesperada. Es una oda a la esperanza, contraria a toda forma de fatalismo y resignación. Es la historia de como el ingenio humano puede aportar soluciones a problemas que parecen irresolubles, de la supervivencia en condiciones extremas. Mark pone a funcionar su ingenio: repara los paneles solares para cargar las baterías, hace un listado de la comida que le queda y de como rendirla, como si viviera en una economía hiperinflacionaria. Gracias a sus conocimientos de botánica, desarrolla un sistema para cultivar papas en el balcón de su estación espacial, usando sus propias heces como abono, según recomendaba una ministra de Houston. Mantiene su vehículo en condiciones, aún sabiendo que le será imposible conseguir cauchos, así como ningún tipo de repuestos ni batería.
Al final, gracias a su ingenio y su espíritu optimista, el astronauta logra ser rescatado por sus compañeros de misión para traerle de vuelta la tierra. Esta película nos deja algunas enseñanzas a los venezolanos en medio de esta intensa lucha por sobrevivir al gobierno que desarrollamos:
1- Cuando todo parece que esta en tu contra y tus posibilidades de supervivencia parecen nulas, tienes dos opciones: resignarte o ponerte a trabajar. Si tomas el segundo camino hay muchas probabilidades de que fracases, es verdad, pero si tomas el primero, puedes estar completamente seguro de que fracasaras. Tener esperanza es tomar algún camino, por distante, imposible y remoto que parezca.
2- Si no haces nada por tu cuenta y esperas solo por la ayuda del gobierno, seguro vas a morir y puede que en Houston nadie se entere ni siquiera de que estás vivo en Marte. Eso traducido en lenguaje criollo quiere decir que tendrás que salir adelante, aun a sabiendas de que el encargado de defender tus intereses puede ser tu principal enemigo.
3- Toda preparación técnica, toda habilidad debe ser potenciada. Dependes sólo de tu ingenio para sobrevivir. Tendrás que descubrir como se sustituye la proteína de los huevos y la carne. A vivir sin desodorante ni champú.
4- Un hombre es también la humanidad entera. Por más que pienses que no te ha tocado a ti, que estás libre y que has podido salvarte, cuando le friegan la vida alguien, es decir a tu prójimo, aunque no te des cuenta, te la están fregando a ti también. Ponte pilas, el espacio exterior es lo más parecido un gobierno arbitrario: si no estás atento te devora.
5- Cuando se te presente un problema, resuélvelo. Seguramente detrás de ese problema vendrá otro, también tendrás que resolverlo. De eso se trata la vida, según nos enseña Scott, de ir resolviendo problemas en la medida en que se presentan. Ganar la asamblea parecía imposible, ahora parece imposible que la asamblea funcione. Funcionará.
En definitiva, luego de ver la película, uno comprende que lo más parecido a estar desesperado en Marte en el 2030, es vivir en Venezuela en el 2016. Allá porque hay ausencia de gravedad, aquí porque la gravedad es excesiva.
Ojalá nuestra película tenga final feliz.
@laureanomar
Para comenzar es un año bisiesto. Recuerdo a mi abuela, mujer de campo, decir: “en el año bisiesto, cabe todo en un cesto”, mostrando así las expectativas de un mal año. La mala noticia entre nosotros es que ni siquiera hay cesto porque se lo robaron. Como curiosidad, la palabra “bisiesto” nos viene del imperio (Romano, claro). Los romanos para corregir su calendario no contaban con el día 29 de febrero cada cuatro años, como nosotros, sino que en el mismo lapso repetían el día el 24 de febrero. Repetir en latín se dice “bis” (de allí bicicleta, por ejemplo: bis y cyklos, que es rueda en griego). En el 24 de febrero faltan 6 días para el 1º de marzo. Cada cuatro años el sacerdote anunciaba: “ante día bis sextum kalendas martia”, es decir, la repetición del día sexto antes de marzo. Del bis sextum, el bisiesto que conocemos hoy. Este año, pues, que ya se anunciaba difícil, viene encima con un día de ñapa.
Numerológicamente hablando, el año 2016 es un año 9, ya saben que el cero no suma. Nueve son las musas y los meses de la gestación, o sea que este año será como un parto: difícil y doloroso. El número 9 es usado 49 veces en la biblia. Probablemente eso no les dice nada y sin embargo dice mucho: hay alguien que se leyó la biblia solo buscando las veces que aparece el número nueve. Nueve es el cuadrado de 3 y este es el número de la perfección divina. El tiempo de Dios es perfecto. Hay indicios esperanzadores: el 9 es el que viene después del 8. “¡Gran descubrimiento!”, estará diciendo usted, acucioso lector, pero esto tiene su importancia: el 8 es el número del nuevo nacimiento, por tanto el 9 indica que se recogerán frutos. Para ello hay que sembrar, claro está, pero no petróleo, sino papas arroz y caraotas. Observen lo que dice el Levítico: «Seis años sembrarás tu tierra… pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová» (Lv. 24:3-4). ¿Qué comería el pueblo el séptimo año? «…os enviaré mi bendición el sexto año (2016), y ella hará que haya fruto por tres años… hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo» (Lv. 25:20-22). Esto es: con la bendición de Dios, comeremos este año. Al final el “Dios proveerá” era un mensaje profético, a pesar de lo criticado que fue.
Astrológicamente hablando, Plutón transita por capricornio y hay una cuadratura Saturno-Neptuno, que conspira en contra de la buena marcha de nuestra economía. En verdad no ha sido la mala política económica, realmente nuestro problema es astral. Saturno trae duras pruebas este año: hacer mercado, sobrevivir al hampa, conseguir medicinas y otras dificultades, serán recurrentes en este ciclo anual.
En este año:
- Un caso espantoso de corrupción se descubrirá.
- Un alto funcionario público será involucrado en el narcotráfico.
- Una mujer ascenderá al poder en un importante país.
- Los precios del petróleo descenderán.
- Habrá conflicto en el Medio Oriente.
- Putin será reelecto nuevamente bien como primer ministro o presidente.
- Berlusconi aparecerá involucrado en un escándalo de prostitución.
- Las elecciones previstas para este año en Venezuela serán impugnadas antes de realizarse.
…y así cosas por el estilo pasaran.
Para Venezuela será un año crucial. Entre los abismos que se le presentan, una sabia decisión sería optar por el menos profundo. Será cuestión de diálogo. No se trata de increpar al gobierno: hasta el momento la política económica del gobierno ha sido realmente excelente. Sin embargo dadas las características numerológicas del año 2016, bueno sería, por ahora, hacer unos pequeños ajustes. No es culpa del presidente, son los números que se gobiernan solos.
Por último, también son nueve elementos en el «fruto del Espíritu»: (1) amor, (2) gozo, (3) paz, (4) paciencia, (5) benignidad, (6) bondad, (7) fe, (8) mansedumbre, (9) templanza. Todo esto lo necesitaremos este año de manera muy especial. Feliz año 2016. Ya se fue enero, va quedando menos.
@laureanomar
Hay muchas razones para el pesimismo en estos tiempos: desde esa concepción revolucionaria de la política en la que solo hay democracia cuando gano yo, hasta esa idea de que la inflación no existe y -como decían los viejos filósofos griegos- de aquello que no existe, no se habla. Sin embargo, de las cosas más alucinantes que uno ha podido escuchar en los últimos tiempos, es la de resolver esta grave crisis de alimentación que padecemos con agricultura desarrollada en porrones, laticas y botellas vacías. Y es que detrás de esto -se ve venir- tendremos un ministerio para la pesca en el tanque del edificio, un ministerio para la cría de cerdos en el baño y quizá otro para la producción de huevos con gallinas en los clósets. Supone uno que esto no es una burla hecha desde el poder a los ciudadanos, porque sería algo demasiado cruel que aquel que genera miseria con absurdas políticas macroeconómicas, encima, por añadidura, se burlase de aquellos a los que perjudica, porque ya Soublette alertaba sobre lo terrible que es que el presidente se ría de su pueblo.
Voy a relatarles mi modesta experiencia con eso que se llama la agricultura urbana: tengo un balcón de tres metros por uno y medio en el que desarrollo mi afición ancestral por la agricultura. Para comenzar, hay que comprar porrones, tierra, conseguir semillas y armarse de rastrillo, cuchara y paciencia. He probado con todo lo que la ministra sugiere: he sembrado lechugas y lo que me nace son unas miserables hojitas verdes. La única vez que pude hacer una ensalada -para una sola persona- fue cuando recogí simultáneamente toda la cosecha de ocho porrones plásticos. He sembrado tomates. No sé si la ministra sabe que el tomate es una enredadera. Hay que ponerle palitos al lado de la planta e irla amarrando con pabilo en la medida en que crece. Lo hice también y pasé semanas amarrando, regando y esperando, salieron tres flores y se murieron dos. De la que quedó, salió un miserable tomate con el que completé para una ensalada y pude entender plenamente aquel repugnante chiste de Verdaguer: hay algo peor que encontrase un gusano en un tomate, es encontrarse la mitad de un gusano. Probé también con el cebollín, corte la parte de arriba y enterré el bulbo en una vaso plástico con las raíces. Creció un hijito de cebollín al que podo con una tijera de cocina y que brinda a la sopa una tenue remembranza de cebollín. Sembré pimentón y le cayó como un animalito blanco que cubrió la planta y la arruinó. Hasta la yerba buena, ministra, que crece salvaje, a mí se me secó. Del perejil saqué una vez para una tortilla. El cilantro sí se me ha dado bien, pero ya sabe usted que no solo de cilantro vive el hombre. Sembré vainita, otra enredadera. Se dio y de vainita saque 4. Según mis cálculos para un almuerzo de tres personas se necesitan cuatro balcones. Sembré maní y coseche dos miserables maníes. Usted dirá con razón que el pavoso soy yo, ministra, pero créame -con todo el afecto le digo- que no creo que podamos subsistir con nuestros balcones.
Mis ancestros fueron agricultores desde tiempos inmemoriales, para sembrar ellos lo primero que tenían que hacer era «construir la tierra», en los lomos de lava del sur de Tenerife. Bien les habría venido un «ministerio de edificación de agricultura». Tenían que levantar paredes para construir terrazas. Mientras los hombres hacían las paredes, las mujeres cargaban la tierra con cestos sobre sus cabezas. Una vez que se «construía» en sitio para sembrar, había que conseguir el agua para regar. Para ello se abrían galerías (como minas) en la tierra. Había que abrirlas a una altura tal que la gravedad (la ley, me refiero, con permiso del TSJ) permitiese llevarla a los terrenos por canales que también había que construir, que aún al día de hoy se usan y se llaman «tajeas». Seguramente entenderá por qué tantos canarios emigraron a Venezuela y cómo se llegó a la extinta Agroisleña. Sembrar y cosechar en nuestra tierra es una bendición, claro, siempre y cuando no lo hagas con un gobierno en contra.
Ministra, perdone, ¿no nos vendría mucho mejor crear un ministerio de agricultura agrícola? No sé, digo yo en mi ignorancia del tema.
@laureanomar
Comienza un año duro, difícil para el país luego del proceso electoral (bueno, primero que todo feliz año -disculpen-, está uno tan acostumbrado a la infelicidad que hasta olvida los modales. Hay que decir siempre «buenos días», aunque uno no se lo crea y cuando te pregunten «¿cómo estás?, hay que responder «bien», aunque sea embuste). Cuando perdemos las elecciones las perdemos y si por primera vez se te ocurre ganar, pues también las pierdes. El gobierno nos anuncia que las elecciones ahora son fraudulentas, que el sistema electoral más perfecto del planeta tierra ha fallado y coincidencialmente, -¡oh misterios de la vida!- falla justo en el momento en que ellos pierden las elecciones luego de 16 años de hegemonía en el poder. Es que, como ya se ha dicho, esto es Garcia Márquez con Orwell.
Ahora bien, a todo hay que verle el lado bueno. Ustedes se imaginan que Maduro hubiese dicho algo así como: «el resultado electoral muestra que nuestra política económica ha sido un rotundo fracaso y vamos a llamar a un proceso de diálogo para rectificar el rumbo económico» y hubiese hecho cosas como:
– establecer un tipo de cambio que no propicie multimillonarios instantáneos.
– estimular la producción promoviendo precios justos no solo para el que compra, sino también para el que produce.
– controlar la inflación y frenar la corrupción administrativa.
– impulsar un plan de seguridad ciudadana que combata en verdad el crimen, tanto el desorganizado como el organizado.
¿Ustedes se imaginan que se acabe el bachaqueo y que en los supermercados comiencen a aparecer nuevamente cosas como leche, huevos, azúcar y papel higiénico?
¿Ustedes se imaginan que la harina de maíz vuelva a ser como antes, que uno solo compra la que necesita?
¿Ustedes se imaginan policías bien pagados e insobornables, con formación universitaria realizando labores de vigilancia?
¿Ustedes se imaginan una Guardia Nacional en la que el honor sea la divisa?
¿Ustedes se imaginan hospitales públicos con médicos y equipos de primera?
¿Ustedes se imaginan educación pública de excelencia con docentes que no cobren sueldos miserables?
¿Ustedes se imaginan que la gente comience a salir de noche otra vez sin miedo y que todos volvamos a pararnos en los semáforos en rojo y que nadie se coleé porque no hay colas y que las universidades tengan presupuestos justos y que haya museos y parques seguros y espacios para el arte y la cultura?
¡Qué aburrimiento de país! Seríamos algo horrible como Canadá pero con calorcito todo el año y playas divinas y calenticas … ¡Qué asco! Así como estamos es más emocionante la vida. Somos un país divertido, el más feliz del mundo, siempre en hundimiento, con la emoción de la montaña rusa todo el día: ¿llegaré vivo a mi casa hoy? ¿Con qué nos sorprenderá Nicolás mañana? ¿Tendremos Asamblea el 5 de enero? Vivimos apasionadamente, como si el mundo se acabara cada día y comenzara al día siguiente, para aquellos que tengamos esa suerte. Es fabuloso, esto un suizo no lo entenderá jamás, pobre gente, me da una lástima. Los suizos se suicidan. Nosotros, sin embargo, valoramos la vida, justamente porque aquí no tienen ningún valor, porque un artista sugiere en cadena darle «pepazos» al que se rebele y el conductor del show, como la divina Eulalia, ríe, ríe, ríe.
De todas maneras, Rosa, mi admiración y cariño por aquellos que siguen soñando un país de justicia y bondad, de leyes y respeto, de decencia y dignidad. Quiera Dios que algún día podamos construir un país aburrido en el que para conseguir un huevo no haya que ponerlo y en el que uno se muera de viejo en un hospital de primera.
Feliz año 2016 y me perdonan el optimismo.