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Economía

Sendai Zea Jun 21, 2013 | Actualizado hace 11 años
La tormenta perfecta por Ángel García Banchs

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A menos que ocurra una guerra o un conflicto civil que dispare el precio del petróleo, la economía venezolana deberá prepararse para pasar la tormenta perfecta de 2014-2015, la cual implicará la caída simultánea del precio del petróleo, el oro y nuestros bonos, y el cierre del acceso al crédito externo, en un contexto adverso caracterizado por un complicado calendario de pagos de nuestra deuda externa. Es necesario acabar con el endeudamiento en divisas y acumular suficientes reservas internacionales para entonces, pues será en ese momento que la Reserva Federal de los EEUU comience a desinflar los precios financieros, al acabar con sus programas de inyección monetaria e iniciar el período de incrementos en la tasa de interés.

Un gobierno de transición, que por definición no busque la reelección sino el ajuste, tendría los incentivos para hacerlo. Para acumular reservas en divisas suficientes, y equilibrar la economía nacional, habrá que hacer sacrificios, devaluar más la moneda, aumentar los impuestos, y recortar el gasto del fisco. Claramente, una receta indeseable, pero, inevitable dados los enormes desbalances heredados de 14 años de petropopulismo. El despilfarro y el endeudamiento no podían durar por siempre.

Estamos todavía a tiempo de hacer los ajustes. Cuanto más tarde, más dolorosos.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

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Luego del éxito de “La Inflación Contraataca” el Gobierno nos presenta el “Retorno del Samán”. Es un consuelo que el Samán de los juramentos conspirativos no sea el que regrese. Para las mentes calenturientas de uniforme cualquier tótem resulta inspirador. El Samán que retorna es de carne y hueso. Ya anunció una razia dentro del organismo para depurarlo. El Indepabis, creado en el 2008, resulta que estaba totalmente podrido. No sabemos que proceso de pasteurización utiliza el socialismo pero tiende a generar instituciones de corta duración.

Regresa Eduardo Samán a la dirección del Indepabis. Una de las mentes más primitivas en materia económica del Gobierno hace su regreso sonando los tambores de guerra contra los especuladores. Su retorno encaja perfectamente con la matriz de opinión que trata de generar el gobierno, donde los culpables del desabastecimiento y la inflación son siempre otros. De autocrítica solo la necesaria para las consignas; eso de solucionar los problemas no sienta muy bien en la actual administración del Estado. Samán ofrece de todo en esta nueva etapa. Habla de proteger a la clase media doblemente explotada. Anunció la creación de la Red de Amigos del Indepabis, debería llamarla los “Indepanas”. Según nuestro ilustre funcionario, esa gente estará debidamente identificada y operarán como una especie de infantería que se encargará de los reclamos iniciales, en dado caso que esto no prospere, llamarán a la caballería que llegará en moto y listo, todos contentos.

Con este renombramiento el Gobierno demuestra que no pierde ocasión para darse un tiro en el pie. Han sacado del congelador lo más rancio que tenían con la esperanza de que pueda contener lo incontenible. Regresar a Samán equivale a cerrar los ojos y apretar los dientes en espera que el tren que está por arrollarnos se descarrile. No hay figura que se pueda colocar en el Indepabis que pueda resolver el problema del abastecimiento y la inflación. El Gobierno sigue optando por medidas efectistas y sigue corriendo lo arruga. La desastrosa política económica es la única responsable de lo que actualmente ocurre y seguirá ocurriendo. En el circo de la revolución han sacado a un malabarista a hacer el trabajo de un domador de tigres.

No se trata de que el Estado no tenga una política de protección al consumidor. Todo lo contrario, se trata de que se tenga una política que sea efectiva. En todos los países serios existe un organismo de promoción de la competencia. Esta es la principal línea de batalla. Si los consumidores tienen alternativas, es mucho menos probable que se produzcan abusos. Además de ello, existen instituciones donde dirimir conflictos y abusos como la publicidad engañosa (no aplica para campañas electorales) o incumplimiento de contratos. El Indepabis no trabaja en ninguna de estas áreas, trabaja en algo tan inefectivo como lo es la fijación de precios. La defensa del consumidor es fundamental y es por ello que los venezolanos merecen una verdadera política de Estado para protegerles, no el sainete que tenemos actualmente. Porque eso es lo que es el Indepabis: un organismo tragicómico en el mejor de los casos o un nido de corrupción en el peor.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10

Sendai Zea Jun 19, 2013 | Actualizado hace 11 años

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El 1er trimestre año 2013 el PIB reportó un exiguo comportamiento 0,7% una fuerte desaceleración económica atraviesa el país, aunado a la inflación galopante, el sector manufactura fuente inmanente de generación de empleo, producción y desarrollo económico se desplomo en el 1er trimestre -3,6%, el modelo arcaico y primitivo ha causado un fuerte deterioro al aparato productivo.

La inflación acumulada enero 1999 – mayo 2013 1.798,20%, incluso Venezuela cerrará el año 2013 con la mayor inflación del mundo oscilara 38% – 44%, la inflación acumulada en el mes de mayo 6,1% superior inflación año 2012 Chile 1,5%; Perú 2,6%; Colombia 2,4%; Brasil 5,7%; Paraguay 4%;  Bolivia 4,5%; Ecuador 4,2%.

Las reservas internacionales 17/06/2013 $25.930 vs año 2012 $29.890mm disminuido $3.960mm, la cifra a destacar que las reservas operativas reportan un cifra irrisoria de $2.234mm (aproximadamente 14 días de importación).  La vulnerabilidad económica es imposible de soslayar el 73% de las reservas internacionales es Oro y el 96% del total de las exportaciones vía petróleo, una caída de la onza troy y del precio del petróleo impactara adversamente en las finanzas públicas.

Los controles que estableció el gobierno a partir año 2003 que tenían como objetivo controlar la inflación, fortalecer las reservas internacionales y la fuga de capitales, el resultado es completamente diferente.

En materia de endeudamiento continua a todo vapor la deuda externa pública Valor Nominal que reporta el BCV año $28.455mm vs 1er trimestre año $105.656mm aumentado $77.201mm, deuda financiera de PDVSA año 2006 $2.262mm vs año 2012 $40.026mm incrementado $37.764mm.

La escasez deteriorando la calidad de vida de los venezolanos, el gobierno importando productos en lugar de reactivar el aparato productivo del país generando empleo y producción en el resto del mundo en contradicción total de los argumentos  del gobierno. Analizando las cifras el modelo económico obsoleto y primitivo es un indicador lapidario del entorno económico que atraviesa el país.

 Twitter: @jesuscasique1

                                       Jesús Casique 

Más Innovación y menos revolución por Luis Miguel Colmenares Márquez

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No me voy a permitir malgastar más de una línea en hablar de un tema tan estéril como lo es la revolución de la que se habla en Venezuela, así que de entrada voy a manifestar mi deseo más profundo para mi país que es sustituir en el vocablo de los venezolanos la palabra revolución por la palabra innovación.

Es importante destacar que la innovación es enemiga del conformismo. El mundo que hoy en día conocemos surgió gracias a la presencia de este elemento esencial que ha hecho posible el avance de la humanidad en todos los sectores que la componen. Siendo esto algo irrefutable, ¿por qué no mencionarla más?

En el artículo Capitalismo Emprendedor 3-4 hablábamos sobre la definición de innovación de  Joseph Alois Schumpeter en el siglo XX, más actual se encuentra la de Shumeet Banerji, Consejero Delegado de Booz & Company que es una de las compañías que colabora en desarrollar el ranking de países innovadores en el mundo, quien dice que.- «la capacidad de innovar es el gran igualador de la economía mundial. En la era industrial, los países dependían de sus recursos naturales para competir. Hoy en día, ningún país puede avanzar sin invertir en Investigación, Desarrollo e Innovación”.

Esa definición es clave para reafirmar que en Venezuela debemos empezar a innovar en otros sectores para poder superar el Sindrome Holandés que tanto mal nos hace y ya hemos mencionado anteriormente.

Para reforzar lo antes dicho, encontramos que según el Global Innovation Index rankings del año 2012, Suiza ocupa el primer puesto como el país con mayor nivel de innovación, seguida por Suecia y Singapur. Venezuela por su parte ocupa el puesto 118 empatado con Mali y Malawi ambos países africanos. Definitivamente hay que detenerse a revisar si aquí hay una pista escondida que pueda servirnos para saber qué se está haciendo mal en nuestro país (para los que aún no se han dado cuenta que algo se está haciendo mal).

Este Índice Global de Innovación se hace calculando una media entre la puntuación de las variables que describen lo favorable del ambiente para la innovación y los factores que analizan la innovación lograda en realidad.  Para ello lo primero que se analiza son: las «instituciones», «el capital humano y la investigación», «infraestructura», «la sofisticación del mercado» y la «sofisticación de los negocios». Por otra parte se analizan los «resultados científicos» y «salidas creativas». El índice de eficiencia de la innovación, calculado como la relación entre ambos, examina cómo aprovechar las economías en un entorno propicio para estimular los resultados en innovación.

Cuando leo el párrafo anterior son muchas cosas las que me vienen a la mente, de hecho al leer cada uno de los elementos antes descritos sé que pudiésemos hacer una lista interminable de aspectos para mejorar cada uno de esos factores, pero puntualmente tengo presente el ataque y la vejación que están sufriendo actualmente las universidades y sus estudiantes, que es probablemente el terreno más fértil para cosechar la innovación en una sociedad. Entonces entiendo el por qué de nuestra realidad, ahí me termino de convencer que no es revolución lo que hace falta sino Innovación para solucionar los problemas de nuestro país, entonces para no perder la calma, suspiro y me enfoco en recordar que vivo en un país lleno de emprendedores dispuestos a trabajar por un futuro en el cual podamos hacer de Venezuela un país competitivo y mejor para todos.

Quiero invitar a quienes se han tomado la molestia de leer este artículo, a que empiecen a utilizar más la palabra Innovación en su vocabulario, con mayúscula para que suene más imponente, a que investiguen y se den a la tarea de incorporarla en sus hogares, empresas y las distintas organizaciones a las que pertenezcan, porque debemos comenzar a hablar en un lenguaje progresista de una vez por todas.

Por ahora, aparte de que encontré otra razón para hablar más de Innovación que de revolución,   confieso que me quedo con la curiosidad de saber, ¿los países que comparten el puesto 118 con nosotros al menos tienen papel para ir al baño o también malgastan las neuronas innovando como hacer cuando tampoco hay agua…?

Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez

@lmcolmenares

http://www.facebook.com/CapitalismoEmprendedor

Sólo en Venezuela: vendo US$100 y compro US$500 por Henkel García

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Nuestro país tiene enormes desbalances económicos. Los que destacan  son los monetarios y los cambiarios que terminan desembocando en una gran distorsión en los precios de los distintos bienes y servicios. Un fenómeno que resalta, les saca canas a muchos, y tiene a todo el país en vilo, es la divergencia entre el precio del dólar oficial y el paralelo.

La Ley de un Solo Precio, según nos dice el propio BCV, se define como:

Ley de un Solo Precio. Condición que establece que bienes idénticos transables sin costo deben venderse al mismo precio (expresado en una misma moneda), en los diferentes lugares en que se transen. Su base es el arbitraje de bienes.

Este gobierno trata de ignorar tanto esta ley como la de la ley de la oferta y de la demanda, y en ese proceso los venezolanos vivimos en un mundo bizarro.

Como sabemos el dólar en Venezuela tiene múltiples precios. Tenemos el oficial en 6,3 Bs/US$, tenemos otro producto de la única subasta del SICAD el cual rondó los 13-14 Bs/US$, y también tenemos el famoso Dólar Voldemort. La brecha entre el oficial y el dólar paralelo se ha vuelto tan grande que con tan sólo vender US$100 en el mercado negro, puedes pagarle al banco los US$500 en efectivo que tenemos del cupo de CADIVI. Sí, obtenemos US$400 prácticamente de la nada. Al hacerlo, simplemente estamos arbitrando.

Es posible que algunos de uds. no se hayan percatado de esta perversa realidad. Por supuesto que pareciera un “negocio” rentable, pero las consecuencias de mantener ese desbalance son nefastas, y no quiero extenderme en esta oportunidad a criticar las mafias de corrupción que surgen de utilizar ese arbitraje (compra en oficial y reventa en el paralelo) a gran escala.

Es urgente reducir esa brecha. Esto se lograría por dos vías: devaluando el oficial y/o tratando de disminuir el precio del mercado paralelo. Como verán ninguna de las opciones resulta sencilla, y pareciera que en la Venezuela actual, la primera se ve más probable que la segunda.

Devaluar es una medida dolorosa por el impacto que ésta tiene en los precios de los productos, pero como ya muchas veces he señalado, la devaluación en Venezuela es necesaria para corregir los desajustes que traemos en el pasado. Claro, esa medida debe venir de un conjunto de decisiones que eviten que volvamos a caer en lo que vivimos hoy.

Debemos prepararnos para futuras devaluaciones correctivas y para una mayor inflación. Es parte de lo que debemos vivir gracias a la pesada herencia que nos dejaron. Nos está saliendo bien caro eso de tratar de imponer un modelo improductivo basado en el consumo (de cosas importadas), y además realizarlo bajo un esquema de planificación central.

De todo esto lo que nos queda es aprender. No podemos darnos el lujo de seguir repitiendo errores que una y otra vez hemos cometido. Si tenemos en cuenta esas duras lecciones, el futuro que nos espera es muy prometedor.

 

 

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas.

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica IE C.A.

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia

Se acabaron los petrodólares: La crisis se pagos se agudiza por Alexander Guerrero E

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Raspando la olla. Hace unos días, bancos públicos -Bicentenario y Venezuela- liquidaban sus tenencias en deuda venezolana denominada en dólares; el mercado reacciono en baja, se sabía que el gobierno estaba liquidando activos porque su liquidez en divisas había llegado al fondo de la olla, los precios cayeron, los bonos fueron prácticamente rematados. La orden de MiniFinanzas fue de raspar la olla. Otros fondos soberanos que daban liquidez al SITME también mantienen buena cantidad de deuda pública en dólares, si salen nal mercado en búsqueda de liquidez en dólares, serán igualmente castigados.

Crisis de balanza de pagos y crisis fiscal: remoción de los controles, única salida

Hacia el último trimestre del 2012 reventaron dos crisis, la de balanza de pagos por caída de las reservas internacionales y agotamiento de fondos externos; y la fiscal, un enorme hueco fiscal (17-18% del PIB) impúdicamente financiado inflacionariamente por el BCV. De la conjunción de esos dos crisis se observa un común denominador: crisis de pagos, quedándole al gobierno, solo dos puertas de salida. La primera, remoción de todos los controles -incluido el de cambio- para que los precios rescaten las condiciones de equilibrio y aparezcan los dólares no-petroleros, o financiarse con la hiperinflación, vender el oro a perdida, racionar los escasos dólares en reservas, rematar los portafolios de deuda de bancos y fondos públicos, este el escenario de un colapso fiscal con serias consecuencias sociales, el cual parece haber sido retado por el gobierno, para quien la pérdida del poder político tiene un precio aun mayor que la de una crisis económica, social y político-institucional.

En esencia ambas crisis de pagos tienen un solo origen, la caída de los valores de exportación y producción petrolera, en medio de un colosal expansión del gasto público signada por un desorden fiscal, corrupción en amplia escala y una asignación de recursos sin racionalidad, donde los mecanismos redistributivos se fundan para financiar una enorme clientela política, dentro y fuera de Venezuela. Objetivo de esa política fiscal: pagar el costo de financiar el sostenimiento de la revolución. Todo, en una economía política que estableció un control de cambio que precariza sobre la propiedad sobre el bolívar eliminando su convertibilidad, alienando al venezolano y sus empresas de arbitrar activos en moneda nacional o en dólares, junto a políticas públicas dirigidas a descapitalizar al sector privado nacional.

Fracaso del control de cambio: a vivir solo de petrodólares

El resultado de ese proceso, lo adelantamos por este medio durante estos años, es la dependencia exclusiva del comercio internacional y flujo de capitales de los dólares del petróleo, bajo monopolio del gobierno. Así, el gobierno disponía de los horizontes de la economía privada, sobre un supuesto político y económico falso, que el resultante tamaño del Estado/gobierno, podría ser financiado exclusivamente por la renta del petróleo. Hoy estamos al final de ese proceso en medio de una enorme crisis de pagos.

Para que nuestros lectores comprendan este fenómeno, cómo fluyen y de sus terribles efectos, permítanme describirles cómo trascurre ese fenómeno.

PDVSA exporta petróleo y recibe dólares; parte de esos dólares los vende al BCV y recibe bolívares, con estos bolívares paga regalías, impuestos y dividendos al gobierno, esos boli-dólares son más del 50% del ingreso fiscal ordinario y extraordinario. Se comprende lo que implica fiscalmente y en reservas la caída de las exportaciones de petróleo y de sus valores de exportación, lo que ha venido ocurriendo desde mediados del 2012 y que ha movilizado al Ministro Ramírez a clamar a sus pateados socios que incrementen la producción.

Al reducir ventas de dólares al BCV, se extrema el racionamiento en CADIVI, el rezago alcanza de tres a seis meses! La escasez de divisas en PDVSA, FONDEN y BCV es la razón por la cual la primera subasta no se ha liquidado totalmente, lo que le ha dado forma al fiasco SICAD. No hay subastas, pese a ser prometidas semanalmente por Maduro y Merentes, la razón, no hay dólares, así de simple. Al caer la venta de dólares PDVSA al BCV se contrae el ingreso fiscal y ello pese a que la devaluación le dio al gobierno dos bolívares adicionales por dólar, pero a cambio de una pavorosa inflación en la calle.

El «costo» de los controles: hiperinflación, escasez y contracción económica

Mientras estas dos crisis muestran sus terribles efectos en escasez, inflación y contracción de la economía, el riesgo Venezuela no deja de crecer, más de 18% desde que Maduro fue juramentado presidente. El nivel de riesgo condensa las razones por la cuales el gobierno no emite deuda en dólares; pese a ya consumió en cinco meses el 90% del endeudamiento posible en bolívares; esta, por cierto es una característica conocida de la cercanía de un umbral hiperinflacionario, el gobierno puede emitir sin límites, dinero en el BCV y deuda en bolívares en el Tesoro con la inflación pagando la expansión fiscal. Solo falta la indexación de contratos y salarios, la otra pata de la hiperinflación, la respuesta social y económica de la gente a la inflación.

PDVSA para compensar su deficitario flujo de caja, ha ido a la banca pública y otras instituciones del Estado por bolívares, y al BCV de manera masiva, para pagar su contribución fiscal. El financiamiento monetario del déficit fiscal -vía PDVSA- por parte del BCV es masivo e impúdico, la explosión monetaria está a la vista y con ello la fuerte presión inflacionaria que nos lleva al borde la hiperinflación. El fisco, raspa la olla, a rematar bonos de deuda publica en dólares en poder de banca pública y otras instituciones financieras del Estado, así se vendieron hace días 2000 millones de dólares en bonos deuda pública soberana, lo cual afecto a la baja los precios de los bonos, el gobierno, tiene una severa e incorregible crisis de liquidez en divisa El mercado está en autos de la crisis de balanza de pagos y de la crisis fiscal, emitir deuda en dólares en esas condiciones es prácticamente un crimen financiero, por los costos que esas emisiones traerían.

Y no habrá dólares, así el petróleo marque 100$ por barril Todo el mundo se pregunta, entonces como es posible si el precio del petróleo es 100 $ como es que no hay divisas sino inflación? La respuesta está en PDVSA, su descapitalización por presión fiscal y por crecimiento de los costos de producción es intensa, de esos 100 $ por barril solo 26 dólares revientan en el BCV y en fisco como contribución fiscal, PDVSA dado el enorme endeudamiento de largo plazo que afecta su flujo de caja tiene cuentas por pagar 17 MM de US$, pasivos por 44 MM de US$, y cuentas por cobrar de sus clientes políticos por 44 mil millones de los cuales Cuba, Petrocaribe y otros acuerdos multilaterales cambian petróleo por vitualla diversa, para cubrir los déficits agroalimentarios que el mismo gobierno ha causado destruyendo al sector privado.

Así por ejemplo, el petróleo entregado a Petrocaribe, y otros países, marca por debajo del precio internacional en promedio por debajo de 70$ el barril, y a China, un parte entregada en yuan (bolívares) para comprar vitualla china y la otra en dólares pagada en puerto asiático, a un precio menor que el precio internacional; y a Cuba país que paga con servicios diversos, recibiendo en cash unos 800 millones de dólares adicionales al petróleo que recibe. Otros acuerdos bilaterales con Uruguay, Paraguay y Argentina tampoco le dan a PDVSA dólares en efectivo. El costo político de la revolución hay que agregarlo al costo de producción, esa matriz de costos reduce la liquidez en dólares de PDVSA afectando las reservas internacionales y el ingreso fiscal.

Para llegar a una hiperinflación solo hacen falta dos componentes, que no haya divisas para cubrir importaciones, y que el gobierno se financie masivamente del Banco Central y que los contratos se indexen. Las dos primeras condiciones se cumplen actualmente, la indexación de contratos reventara como consecuencia de la presión social.

@AlexGuerreroE 

Sendai Zea Jun 14, 2013 | Actualizado hace 11 años

RecortarCalidaddeVida

Me ha tocado acuñar el término escastanflación para intentar definir o resumir el fenómeno económico que actualmente vive el país, caracterizado por la escasez, el estancamiento y la inflación, una trilogía imposible hecha realidad.

Ya la estanflación, el estancamiento con inflación, es algo raro, que pocas veces ocurre. Pero, la escastanflación, la observación simultánea de escasez, estancamiento e inflación, simplemente, es algo impensable, que en Venezuela el petropopulismo ha hecho existir.

Sí; a mi modo de ver, es el petropopulismo, que está detrás de la fallida política salarial, fiscal, monetaria, cambiaria y petrolera del gobierno nacional, lo que permite explicar la presencia simultánea de escasez e inflación, bajo condiciones de estancamiento del consumo, la inversión, y la demanda agregada en general.

La escastanflación se explica por la presencia del control de precios en bolívares, y el control de cambios en divisas, al igual que por la sobrevaluación artificial de la moneda, y la demanda relativamente alta para bienes regulados y con precios artificialmente bajos, que obliga al racionamiento de las divisas y bienes. Pero, también se explica por la política de incrementos del salario mínimo a un ritmo superior al de la productividad, y los desbalances fiscales y monetarios, como la inyección no suavizada en el tiempo de la renta externa petrolera (el no ahorrar en tiempos de vacas gordas), los traspasos al Fonden y la impresión de bolívares para financiar al fisco y Pdvsa. Pero, eso no es todo: la escastanflación no sería posible si la regla de oro del petropopulismo se cumpliese aún, como ocurrió hasta 2011; es decir, si el precio del petróleo creciese a un ritmo superior al de nuestra inflación o, en palabras llanas, lo suficiente como para evitar la escasez y el estancamiento a pesar del alto riesgo jurídico y político que a consecuencia del petropopulismo vive el país.

Por consiguiente, para acabar con este fenómeno ya acuñado como escastanflación, o rogamos para que el petróleo vuelva a crecer a un ritmo superior al de nuestra inflación (la mayor del mundo), o nos procuramos un nuevo modelo económico, político y social, o, lo que es lo mismo, un nuevo gobierno con nuevas y legítimas instituciones.

Ángel García Banchs

@garciabanchs

El silencio del director por Francisco Ibarra Bravo

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No nos referimos a Dudamel, esos son otros silencios. Al silencio que nos referimos es a uno mucho menos talentoso, pero con mucha más influencia sobre la vida de los venezolanos. Esta persona ha dirigido la política económica de Venezuela por largos años, el mismo del famoso Eje Orinoco Apure y con total seguridad quien le metió en la cabeza al Presidente Maduro aquello del “sobrecalentamiento” del consumo.

El hombre no ha hablado. No es que antes lo hiciera mucho, pero durante el año pasado le había cogido el gusto a las ruedas de prensa. En ellas, junto con Merentes, entre risas, nos contaban como estaban abatiendo la inflación. Nosotros estábamos más acostumbrados a sus apariciones en la Asamblea Nacional, altivo, arropado por los suyos. No importaba que fuera a meter cuentos y que no se los creyesen ni sus viceministros. Siempre había algún diputado de partido para avalarlo. Este año le había tocado anunciar algunas medidas. Nos explicó como era que se iban a entregar las divisas en el sistema complementario y luego su voz se nos fue perdiendo junto con las subastas que nunca llegaron. Ya no hay ruedas de prensa para anunciarnos la inflación. Poco importa que lo que nos dijera hace algunos meses no se cumpliera. Un planificador, planifica, no necesariamente cumple. Quizás por ello volvieron a separar ministerios que no deberían haber estado nunca juntos. El Presidente Maduro tomó la tibia decisión de separar a nuestro hombre de Finanzas, aunque todavía está en el gabinete. Irónicamente todavía tiene cartera quien ha dejado la economía en bancarrota. Por algún motivo no hubo el temple para dar el golpe a la mesa y retirarlo.

Es un silencio cobarde e interesado. El interés es el mismo del que quiere pasar agachado. Cómo si todo lo que estamos pasando no fuese con él, cómo si no tuviese ninguna responsabilidad en el desaguisado que existe en la economía venezolana. El hombre que calla ha sido el principal ideólogo de la política económica venezolana en estos últimos 14 años. Ahora que se le comienzan a ver las costuras al proyecto económico el diseñador se nos esconde. El responsable de los controles de todo tipo, del acoso a la empresa privada, del gasto público desordenado, de la destrucción del presupuesto público y de haber dilapidado la mayor bonanza petrolera que el país ha tenido, aparenta estar ausente.

El planificador no solo delineó el estropicio, también dirigió el núcleo de quienes lo llevaron a cabo y todavía siguen haciéndolo. Estas personas continúan en puestos claves en los organismos que siguen asfixiando la economía. Poco nos vale que el planificador sea una persona honesta, igual ha logrado lo que ni 100 pillos con ministerio habrían logrado. Ha delineado un esquema de controles donde la corrupción campea a sus anchas. También destruyó la majestad del presupuesto público, creando presupuestos paralelos donde se gasta sin ningún tipo de control, y como era de esperarse, el latrocinio ha florecido. Pocas personas honestas han hecho tanto por los deshonestos. En política la intención no es lo que cuenta, es el resultado lo que vale, y el resultado de estos largos años bajo la batuta económica del planificador es desastroso. El director del desastre puede callar, puede no aparecer en ruedas de prensa jactancioso y altivo, pero su obra habla por él y continuará haciéndolo.

 

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10