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Broke With Expensive Taste por Andrés González

La cantante newyorkina Azealia Banks tiene ya bastante tiempo sonando en las fiestas y poniéndonos a bailar.

Este 26 de marzo, por fin, saldrá su primer LP llamado Broke With Expensive Taste.

A pesar de que la cantante no ha dejado de producir desde que salió el single que la llevó a la fama, 212, este será su primer disco de estudio y con colaboraciones como la de Scissors Sisters y la producción de Paul Epworth (quien también ha trabajado con Adele, Florence and the Machine,Cee Lo Green, Foster the People, John Legend, Paul McCartney, Bruno Mars, Plan B, Crystal Castles, etc) promete no defraudarnos.

Aquí puedes escuchar su más reciente single, Yung Rapunxel:

Por: Andrés González

@andgm

Sendai Zea Mar 06, 2013 | Actualizado hace 11 años
Nolan vs. Fincher por Andrés González

En el 2011 La Academia nominó a dos obras maestras del cine a la categoría de “Mejor Película”: Inception, dirigida por Christopher Nolan, y The Social Network, por David Fincher.

Desde este momento, quedó claro para todos que estos dos directores estaban representado una nueva generación de genios de Hollywood, pero ¿cómo ha sido la trayectoria de ambos durante sus años dirigiendo?

Fincher ha dirigido 21 películas y es un maestro de la visualización. Cada guión y cada historia que le presentan la lleva a la gran pantalla como solo él sabe hacerlo. Ha sido nominado 2 veces al Oscar, ha ganado 36 premios por sus trabajos y ha recibido otras 34 nominaciones. Fight Club, The Social Network, Panic Room, Seven y The Curious Case of Benjamin Button son, probablemente, sus obras maestras.

Nolan, por su parte, ha escrito las 10 películas que ha dirigido, incluyendo las adaptaciones. Ha estado nominado 3 veces al Oscar, ha ganado 90 permios por sus trabajos y ha recibido otras 85 nominaciones. Entre sus master pieces encontramos Inception, Memento, The Prestige, y, claramente, la trilogía de Batman: Batman Begins, The Dark Knight, y The Dark Knight Rises.

Saber cuál de los dos ha influido más en la sociedad es un tema muy relativo, pero no hay duda de que ambos pusieron ya su huella en Hollywood y seguirán dando la talla por unos buenos años.

 

Por: Andrés González

@andgm

 

“Pantone Pairings” Yum! por Andrés González

Pantone es el sistema de identificación, comparación y comunicación de colores más reconocido en las artes gráficas.

El ilustrador y diseñador gráfico David Schwen tomó este concepto como premisa y lo llevó a la mesa con el proyecto “Pantone Pairings”.

La galería que expuso en su cuenta de Instagram muestra combinaciones perfectas de comidas de la misma forma que Pantone presenta las combinaciones de colores en sus catálogos.

Huevos con tocineta, macarrones con queso y el clásico de mantequilla de maní y mermelada, son algunos de “perfect match” con los que Schwen trabajó.

Por: Andrés González

@andgm

 

Sendai Zea Mar 04, 2013 | Actualizado hace 11 años
¿Por qué Cara? por Andrés González

No hay diseñador que no quiera que ella vista su ropa, ni hay fotógrafo que no la quiera frente al lente.

20 años, 1.76 de estatura, medidas de 80-57-87 y ojos azules. Sí, hablamos de Cara Delevingne, la modelo más solicitada sobre las pasarelas en la actualidad, pero, ¿por qué Cara?

La joven modelo ganó el premio a la Modelo del Año en los British Fashion Awards después de haber desfilado en 31 desfiles durante la temporada primavera/verano 2013.

Es un Victoria’s Secret Angel.

Los fotógrafos y los paparazzi la adoran. De hecho, Mario Testino la comparó con Kate Moss y habló muy bien de su personalidad, energía y actitud.

Ha posado para Burberry, Moschino, Jason Wu, Oscar de la Renta, Dolce & Gabbana, Fendi, Stella McCartney, Chanel, H&M, Zara… (por nombrar solo algunas firmas).
Y, por si fuera poco, forma parte de la aristocracia británica.

Sabemos que en el mundo del modelaje un día puedes estar in y el próximo estás out, pero claramente Cara Delevingne llegó para quedarse.

Por: Andrés González 

@andgm

El cine, la crítica, y los gustos del no iniciado por Javier Melero De Luca

 

Prácticamente desde que existe el cine, ha habido una especie de hoyo negro, un desacuerdo cuasi-genético entre el juicio de la crítica y los gustos del gran público. Demasiadas veces pasa que lo que para los críticos es una genialidad, para una cierta mayoría simplemente no es una opción a la hora de comprar la entrada.

La pregunta entonces es ¿qué ocurre? ¿Cómo es posible tanta discrepancia? Sí, estamos de acuerdo, están los géneros, está la poca educación cinematográfica de las audiencias, está la frivolización cultural de las masas; sí, perfecto, está todo eso, y sin embargo, amigos míos universitarios, de buena familia, cultos y hasta con una cierta vida interior, me cuentan que de un tiempo para acá dudan si leer o no las críticas de las películas porque generalmente quedan decepcionados.

Y aquí tengo que hacer un parón porque hay un matiz importante: no quedan decepcionados con la crítica, sino decepcionados de sus propios gustos, porque habían disfrutado mucho una película que la crítica había destruido.

La verdad es que hace falta mucha fe en los críticos para reaccionar de esa manera. Son personas que al leer una crítica, tienen la apertura de entender los argumentos por los cuales, según la crítica, aquella película no merece ser llamada una buena película, a pesar de que ellos la habían disfrutado mucho.

Y aquí es donde se plantea el dilema: ¿cómo es posible que nos guste una película que es “mala”? O más paradójico aún, ¿puede ser mala una película que nos gusta? ¿Acaso la mejor prueba de que una película es buena no es que me gusta?

Y para responder esto tengo que generar dos clases de respuestas: una respuesta para mis amigos del gran público, y otra para mis amigos de la crítica.

Mi respuesta para el gran público es que todo lo que se pueda crecer en vida interior (meditar), en sensibilidad (abrir mejor los ojos) y en cultura cinematográfica (leer un buen libro sobre el tema), hará que nuestros gustos se acerquen un poco más a los de la buena crítica. De alguna forma, te comenzarán a gustar mejores películas; y apreciarlas en profundidad, lejos de ser una tarea penosa, se convertirá en una especie de segunda naturaleza. Algo parecido a lo que pasa en la formación del buen paladar y los gustos adquiridos: son una expansión de la conciencia.

Mi respuesta para los amigos de la crítica, a pesar de que tal vez me odien por esto, es que revisiten la escena de Ratatouille en la que el crítico va al restaurant del protagonista: en resumen, vuelvan a cosas más simples. No siempre lo más sofisticado, alambicado y/o intenso es lo mejor. Tomen en cuenta los estados de ánimo del público. Yo mismo me he encontrado muchas veces sin fuerzas para enfrentarme a la última de Haneke, Von Trier o Cronenberg. Hay gente que sólo busca distracción y alegrías en el cine. Las películas no son buenas si y sólo si cuentan una historia con subtexto políticamente incorrecto, trascendente, irreverente o transgresor.

Creo que si el público se interesa más en profundizar y refinar sus gustos; y si la crítica regresa un poco a cosas más simples, tendremos menos discrepancias entre ambos mundos y el hoyo negro se hará más pequeño. ¿Tú qué piensas?

Javier Melero De Luca

@melerovsky

Demasiado pop para ser raro, demasiado raro para ser pop por Annette Barriola

Sería en el Nuevas Bandas del 2006 cuando conocería por primera vez a Famasloop. No precisamente en una tarima, no eran una de las bandas participantes ni tampoco alguna de las invitadas al festival, pero entre toda esa multitud estaría Alain Gómez y me presentaría su primer proyecto, “3 Casas”.

Recuerdo muy bien ese día, aparte de celebrar la victoria de VINILOVERSUS, tenía en mi mano una producción impecable, muy alejado del clásico demo quemado para promocionarse o el primer disco que muchos se avergüenzan de mostrar, “3 Casas” es un disco que desde el primer momento deja en evidencia el trabajo minucioso de una banda que no se conforma con hacer las cosas por hacerlas, sino que pretende a través de su profesionalidad y un concepto bien claro llevar su música a todos, sobretodo aquel que la sepa apreciar.

Seis años han pasado y puede que no hayan ganado un Grammy (al ser nominados en 2010), pero han logrado una recompensa mucho más admirable, despertar la curiosidad de cientos de personas, sensibilizarlos con sus críticas sociales y contagiarlos con la locura de su muy característico cucú pop, que es así, como ellos mismos definen su género musical, un estilo demasiado pop para ser raro y demasiado raro para ser pop. Famasloop nos ha invitado en estos años a formar parte de su mundo, a entender ese estilo tan peculiar de narrar historias, a ser testigos de cómo cada una de sus producciones: “3 Casas”, “Casa 4” y “La Quema” encaja y traza un hilo conductor y musical casi perfecto.

 

Que Tweety González pasara de ser conocido como el cuarto Soda Stereo al sexto Famasloop entre los venezolanos, que músicos como Wincho Schafer (Sentimiento Muerto) y Ricardo Martínez (Wahala) se interesaran y se integraran al proyecto, que fueran invitados a tocar en Festivales tan conocidos como el Vive Latino y Monkey Week en España no es pura casualidad. Famasloop ha trabajado para tener uno de los shows en vivo más envidiados de la capital venezolana, a creado un estilo diferenciador, surrealista, muy propio y no se han conformado con crecer sólo en casa. Su última apuesta, con su gira “Más cerquita”, ha sido cruzando el charco y dejándose ver por España.

Tenía más de 1 año sin ver una banda venezolana en vivo y debo confesar, que aunque he sido una fiel defensora de nuestra música, del talento emergente y de producir espacios para apoyar siempre que fuera posible, las propuestas musicales españolas empezaron a cautivarme y a mostrarme otra realidad. Salir del país siempre te hace ver todo desde otra perspectiva, darte cuenta que el amiguismo excesivo, la presión social, la moda y la falta de una crítica honesta y constructiva en el medio, esta siendo nociva para el crecimiento de la movida y de muchas bandas que se conforman con ser sólo parte del “círculo rockstar venezolano”.

Por suerte quedan bandas como Famasloop, que no se dejan influenciar por ese ambiente y se arriesgan a intentarlo en un territorio tan competitivo y difícil como Madrid.

El miércoles 17 de octubre sería su debut en el Café La Palma de Madrid y camino al local pensaba cómo en esa mítica sala Vetusta Morla, una banda indie española, había dado sus primeros pasos y que ahora años más tarde se han convertido en una de las más importantes e influyentes de España, capaces de llenar salas de 2.500 personas 5 días seguidos y de presentarse en los mejores festivales ante miles de personas que no se cansan de corear sus canciones. Tal vez podía ser una buena sala y un buen momento para el grupo caraqueño.

No sólo lo dieron todo en tarima, sino que consiguieron cautivar al público con su música, con las visuales que acompañaban cada canción, con su vestuario que iluminaba la sala y su constante humildad y cercanía. Fue una presentación imponente, que logró ganarse el respeto de muchos, incluyendo venezolanos, españoles y algunos de los integrantes de Vetusta Morla, que casualmente estaban entre el público.

Ver a Famasloop ese día fue entender que hay un paralelismo entre dos bandas independientes, que siendo de distintos continentes tienen mucho en común, sobretodo sonar mejor en vivo que en disco y permitirte, cada una con su estilo, creer que el futuro de la música está en buenas manos. Famasloop no tiene nada que envidiarle a ninguna banda, la caracterización de Alain, su escena y la energía que transmiten es tan contagiable que el único sentimiento que podía sentir esa noche era admiración y ganas de compartir su presentación con miles de españoles y cientos de nuevos espectadores que pudieran apreciar el talento que hay en nuestro país.

@estelarbarriola

De mi para sí: Llega la 5ta Edición de Revista DDA

 

Con ustedes, la quinta edición. Cada vez nos alejamos más de nuestra fecha de nacimiento; creciendo, evolucionando, viajando hacia la esperanza de un future brillante, colorido, cultivado. Hemos avanzado con visión, sin prisa, pero sin pausa, poco a poco alimentándonos de aquello que nos hace crecer, con un detalle particular hacia todo lo que nos rodea.

 

Este número de lo hemos dedicado a lo nuevo. Con Alberto Arcas y Andrés Puche –de Okills y HolySexyBastards– en la portada, le extendemos una invitación a todas esas nueva cosechas culturales que enriquecen cada vez más a nuestra generación. Se trata de darle vida a nuestras visiones para avivar la creciente llama pop que nos impulsa. Hemos entendido que esta revista de cimiento digitales puede servirnos como un vehículo que bien podría trascender el tiempo y el espacio, creando enlaces entre lo conocido y lo desconocido, la retaguardia y la vanguardia, el pasado y el futuro.

 

Por lo mismo, hemos plagado esta quinta edición de estrellas, nebulosas y sistemas solares, creando así, más que un nuevo capítulo en la saga DDA, una invitación a la aventura. Una vez más, brindemos por este nuevo número, presentando a las insólitas fotografías de Max Sauco, una conversación con Algodón Egipcio, los mejores tips de supervivencia cinematográfica y un inside look de los último de Stine Goya.

 

Y como le dijo Lisbeth Fernández a Gilberto Correa en el Miss Venezuela de 1980, “¿En qué pensamos? En Galáctica. Gracias.”

 

Diego Alejandro García

Franco Cerruti Ardila

Directores Editoriales

Yayoi Kusama: El punto de partida por Francis Salazar

“En nuestra percepción el punto es el puente esencial, único entre palabra y silencio.”

Kandinsky.

 

El punto, mínima expresión que compone un cuerpo visible en un espacio y tiempo determinado. Entidad ontológica, el punto como principio del ser, como origen, como el punto de partida que se bifurca en una matriz de realidades: de vida.

La obra de la artista Yayoi Kusama, es el reflejo de esa pulsión que se multiplica en cuerpos poliformes y fálicos, de formas orgánicas y de colores vivaces, de espejos que recrean atmosferas lúdicas y meta reales.

Tal como lo explica la artista Yayoi Kusama sobre su obra: […] Dentro de mí, tenía el deseo de medir de manera profética el infinito del universo inconmensurable desde mi posición, mostrando la acumulación de partículas dentro de mis redes donde los puntos serian tratados como negativos. (…)  Es así como yo puedo darme cuenta de esto que es mi vida, que es un punto. Mi vida, significa un punto en medio de millones de partículas que son los puntos. […] »

 

Así mismo, Kandinsky parte de la noción de “Punto”. “El punto es la mínima forma temporal… la repetición del punto produce un ritmo”. Propone que lo primario es el punto. Cuando hay dos puntos se produce automáticamente un ritmo, “El ritmo son puntos”. Todo surge con un punto aquí, y un punto allá. Imaginemos; Si todo fuera un aquí, este punto aquí: yo sentado en la nada. El ritmo no existiría, todo es uno.

Sin embargo, hay un allá, la otredad. Se produce un ritmo, ritmo que puede ser un dialogo entre usted y yo. En el ritmo surge el diálogo, la mirada a la conciencia de que el otro existe. Si no hay conciencia de la existencia del otro, no hay ritmo, solo hay uno. El ritmo es pues, la confrontación con lo otro.

 

Esta permeabilidad y universalidad, permite a la obra de Yayoi Kusama enmarcarse en variadas expresiones artísticas y contextos, como lo es actualmente la colección de Louis Vuitton.  La repetición de patrones y su reproducción infinita sobre la superficie de carteras, telas, accesorios recrea un microcosmos, de puntos que hacen un llamado a técnicas variadas, para expresar sus cuestionamientos y obsesiones. Sus creaciones  remueven la mirada y la observación a través de su eficacidad, en una constante que nos conmueve y nos interroga enviándonos a nuestro inconsciente, nuestra educación, nuestra cultura.

Lic.Francis Salazar

@redreyesred