Datanálisis: 75% de los venezolanos siente que la situación del país es negativa - Runrun

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El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en entrevista en José Vicente Hoy, indicó que la percepción de la gente sobre el país está, hoy por hoy, más condicionada por el tema económico que por la crisis política: «Cuando tú le preguntas a la gente cuál es su principal problema, el principal problema que tiene hoy el venezolano común es el desabastecimiento, la inflación. Es decir, sus problemas económicos afectando su vida. Y después, por primera vez, se desplaza la inseguridad que estuvo más de dos años, desde la muerte de los niños Faddoul, liderizando las preocupaciones del venezolano, es desplazada por estos problemas que están afectando su vida».

De acuerdo con León, 75% de los venezolanos siente que la situación del país es negativa pero advierte que esto no significa que ese 75% culpe al gobierno o a la oposición de eso. «El tema político es hoy, en un segundo plano, un problema para la gente», recalcó el invitado, quien agregó que hay dos tipos de crisis económicas en Venezuela: una, producida por problemas externos y otra, «porque tienes un modelo económico, una política económica, que no está funcionando bien».

El elemento externo no parece definir la crisis económica venezolana en la actualidad: «Nosotros no estamos aquí, en una crisis, porque el mercado petrolero está en crisis perversa o el precio del petróleo cayó (…). Ahí no está la crisis». Añadió que en este momento la cantidad de recursos entregada a Cuba y Petrocaribe es menor a la que se entregaba hace dos o tres años, por la misma situación de crisis. «Eso no significa que esa ayuda explique la crisis», acotó el invitado.

Luis Vicente León reitera que la razón de la crisis es «un diseño de políticas económicas que, en principio, tiene cuatro patas que para mí el gobierno tiene que resolver». La primera de esas patas es «un problema cambiario. La política cambiaria de controles y de sobrevaluaciones al tipo de cambio es incorrecta».

La segunda pata son los controles de precios; la tercera son las expropiaciones, que «han tenido impactos negativos sobre la economía». Esto aplica sobre todo a las ejecutadas durante el gobierno de Hugo Chávez. Hay un elemento agregado a esas expropiaciones, sobre todo cuando se afectan industrias: que su productividad cae al pasar a manos del gobierno. Es el caso de las cementeras, centrales azucareros, torrefactoras de café, Sidor, Lácteos Los Andes y Aceites Diana, por ejemplo.

La última pata de la crisis es, para Luis Vicente León, el tema laboral, con algunos elementos de inflexibilidad productiva en la nueva legislación que complican el proceso.

Pese a lo anterior, el invitado considera que el gobierno de Nicolás Maduro ha estado enviando otro tipo de señales al mercado desde que el ex canciller accedió a la presidencia. «De alguna manera, cuando Maduro nombra a Merentes, está tratando de mandar un mensaje al mercado. Que va a buscar un actor que se pueda relacionar mejor con el sector productivo. Y así lo entendió el mercado, tanto local como internacional», dijo.

En el plano político, Luis Vicente León aprobó los intentos de diálogo hechos hasta ahora por el Gobierno. «Cuando tú te sientas a resolver un problema, es porque tú consideras que el otro está haciendo algo terrible o está violentando tu derecho, pero me tengo que sentar con él, me guste o no me guste», sostiene. Añadió que quien tenía más nudos que romper en ese diálogo siempre iba a ser el gobierno.

El presidente de Datanálisis aprovechó ese punto para hablar de dos puntos. El primero fue la protesta de la oposición, el derecho a la protesta y las formas de protesta que se han presentado, y la acción del gobierno en el diálogo. Recalcó que el derecho a la protesta es absolutamente inviolable y luego dividió a quienes protestan en dos grupos: los que buscan protestar «para presionar al Gobierno a que cambie (…). Yo protesto, actúo (…) para que tú cambies, para que tú hagas lo que yo creo que es correcto, para que tú respetes mis derechos». El otro grupo protesta «para cambiar al Gobierno».

Añadió: «Para mí no puede tener sentido una revolución donde no hay papel toilette, una revolución donde yo tengo que jalar mecate para conseguir leche para mis hijos. Ese no puede ser el objetivo de una revolución. Tenemos que buscar los cambios para que se resuelva ese problema. Ahí está la presión que busca eso, como también necesitamos un CNE que no es que sea tres a dos o cuatro a uno (…). Tú necesitas un CNE serio (…), que no es una cuenta de goles entre Brasil e Italia. Necesitas a una gente que está ahí para arbitrar de manera justa un proceso electoral, como debe ser también el TSJ».

Recalcó, por ejemplo, que en los municipios San Diego y San Cristóbal no había triunfado la guarimba sino el voto: «Lo que tú celebraste como oposición en San Diego y San Cristóbal fue que la población se puso brava de que el Gobierno tomara una decisión contra los alcaldes que ellos habían elegido (…) y se manifiesta incluso votando más de lo que había votado antes».

Recalcó que las formas son clave en cualquier democracia: «Cuando tú te planteas una salida y no me explicas cómo es que es eso, ahí hay un problema (…). El problema de la salida, más allá de que tú tengas razón en muchos de tus argumentos, porque puedes tener razón (…), si tú me dices que la salida no es electoral, entonces tú me tienes que explicar cómo es la salida».

Tras aclarar que quienes piden la renuncia de Nicolás Maduro están en pleno derecho de hacerlo sin ser objeto de sanción alguna, Luis Vicente León agregó: «Ese derecho constitucional que yo tengo de pedirte la renuncia es el mismo que tú tienes de tirarme una trompetilla y decirme “No”. Y eso fue lo que Maduro hizo. Ya le pidieron la renuncia a Maduro; ya Maduro dijo que no. Se cumplieron los dos pasos constitucionales. ¿Y ahora qué viene?».

Comentó que algunas de las protestas pacíficas de calle se transformaron en guarimbas y eso provocó una fractura dentro de la oposición. «Hay unas personas que además son mayoría dentro de la oposición que sienten que esto tiene que ser un juego democrático». Advirtió: «Yo no quiero decir que, en un momento determinado, una protesta incluso radical no sea democrática». Asimismo, comentó que cuando la GNB atravesaba piquetes para que los estudiantes no pudieran marchar, por ejemplo, a la sede de la Fiscalía General, se violentaba el derecho a la protesta pacífica: «Si tú violentas mi derecho a la protesta pacífica, tú me estás estimulando a la violencia o a la protesta radical».

León pasó a analizar la popularidad del presidente Maduro y empezó por su tendencia, a la que calificó de negativa: «El presidente Maduro ha perdido entre 10 y 13 puntos porcentuales desde el mes de noviembre». No obstante, acotó que la popularidad del jefe del Estado se hallaba en el orden del 40%, que es la misma —así lo indicó— de Barack Obama en EEUU. «Es más: Ollanta Humala tiene 22% y está gobernando. Y tiene instituciones que controlan su proceso. 40%, para la crisis que tenemos, sigue siendo muy elevado».

Así, la gran oportunidad de oro para la oposición está en esa tendencia negativa del presidente: «Si Maduro no resuelve el problema económico, que es el que más afecta su conexión popular, y las políticas económicas han sido lentas como un morrocoy, y no están todavía resolviendo los problemas (…), tú no llegas a una elección popular con 40% o 37% y la ganas facilito. Eso no va a ser así porque ahí no hay tres puntos, dos puntos, cuatro puntos que eventualmente pueden estar sesgados en el proceso (…). Si Maduro llega al final del año 2015 sin haber resuelto este problema y la oposición hace una lectura adecuada del tema (…), imagínate tú un proceso electoral después de muchos meses de crisis económica severa».

Luis Vicente León advirtió que no tenía sentido solicitarle la renuncia a Maduro, con el 40% de apoyo popular que tiene en este momento y con el sector militar participando en el proceso político venezolano: «Hoy el sector militar es todavía más participante que lo que era (…). Es un juego político distinto al que nosotros teníamos en el pasado».

La clave para la oposición, insistió León al final de su participación en el programa, es «desarrollar un proceso que consolide la mayoría, que tome la ventaja de la crisis y que ponga una oferta alternativa sobre la mesa que camine a procesos electorales. ¿Que hay barreras? Sí. ¿Que hay sesgo? Sí. ¿Que hay institución controlada? Sí. Pero también hay posibilidad de ganar como ganaste en San Diego y como ganaste en San Cristóbal».