El chavismo reparte lo que sea para "ganar como sea" el 6D
El chavismo reparte lo que sea para «ganar como sea» el 6D

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Desde comida hasta viviendas, pasando por créditos, canaimitas y ascensores. Los candidatos del chavismo no se miden cuando de conseguir votos se trata. Para ellos todo se vale

 

@pppenaloza

PARA GANAR «COMO SEA», hay que regalar lo que sea. A un mes de las elecciones parlamentarias, el candidato chavista que menos puja, puja una canaimita con wifi. Todas las estructuras de gobierno, desde las municipales hasta las nacionales, dedican sus mejores esfuerzos –y recursos- para tratar de garantizar el triunfo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) el próximo 6 de diciembre.

“Hay ventajismo en las elecciones, sí, hay ventajismo moral”, espetó el presidente Nicolás Maduro el 4 de octubre en el acto de juramentación de los candidatos del PSUV que se realizó en el Teatro Nacional de Caracas, edificio administrado por la Alcaldía del municipio Libertador.

Pero ese “ventajismo moral” no viene solo. Ahora llueven los mercados a cielo abierto. Brotan las pensiones y becas. Se multiplican las tabletas. Manan los camiones cisterna. Abundan las reinauguraciones y las inauguraciones de obras en su “primera” etapa. El chavismo tira la casa por la ventana, literalmente y por partes: distribuye cemento, ladrillos, puertas, pocetas, neveras, lavadoras, cocinas…

El artículo 67 de la Constitución Bolivariana señala que “no se permitirá el financiamiento de las asociaciones con fines políticos con fondos provenientes del Estado”, al tiempo que el artículo 13 de la Ley contra la Corrupción establece que los funcionarios “no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares”.

Sin embargo, Roberto Abdul, presidente de la asociación civil Súmate, advierte que los poderes del Estado se ubican por encima de las disposiciones legales en su afán de favorecer a una de las partes.

De acuerdo con Abdul, el ventajismo no solo se expresa en el uso de recursos públicos materiales, financieros y humanos para apoyar una candidatura en particular. También se manifiesta en el cambio del número de diputados asignados a ciertas circunscripciones, la intervención judicial de partidos políticos, el manejo discrecional de información electoral privilegiada y la manipulación de las tarjetas, como en el caso de MIN-Unidad.

“El Consejo Nacional Electoral (CNE) dice que no puede regular la precampaña, pero se comporta de manera negligente. No hace un esfuerzo genuino por impedir el ventajismo”, denuncia el portavoz de Súmate.

Fiesta en la oficina

Abdul resalta otro punto importante para entender este fenómeno. Además de su supuesta “apatía” para enfrentar esta desviación, el CNE no tendría la capacidad para frenar una práctica que ya está absolutamente generalizada. “¿Cuántos funcionarios debería tener el organismo para ocuparse de eso?”, se pregunta, aunque reconoce que al menos una sanción ejemplarizante podría servir para disuadir a los infractores.

Y es que no se trata de Maduro, a quien Súmate denunció ante el ente comicial por ofrecer “17 alocuciones explícitamente proselitistas” para promover a los abanderados del PSUV. Es que hasta la División de Informática del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialistas (Inces) de Amazonas se encarga de llamar a sufragar por los aspirantes chavistas en esa entidad a través de su cuenta Twitter.

Sin empacho, los organismos públicos muestran en las redes sociales que están en campaña por el chavismo. El Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar echa a volar propaganda roja. Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) quiere aportar su contenedor de votos a la causa oficialista. El Saime revela su identidad chavista y le mete el hombro a las fichas aragüeñas. El Seniat también aspira a recaudar voluntades para el PSUV y hasta sus oficinas regionales rinden tributo al comandante eterno incorporándose a los comandos circuitales. Hasta la embajada de Venezuela en Hungría deja a un lado la diplomacia y utilizando a menores de edad se incorpora al trabajo proselitista.

Los poderes regionales se empeñan a fondo para impulsar a sus fichas. La Secretaría General de Gobierno del Táchira llama a sufragar por Karla de Vielma, esposa del gobernador José Gregorio Vielma Mora. El Sistema Bolivariano de Comunicación e Información del Estado Guárico (Sibci-Guárico) ensalza a los “candidatos de la patria”. Las gobernaciones de Falcón y Sucre reseñan cómo se “desbordan de amor” los pueblos que son visitados por los abanderados oficialistas. Solidaria con su jefe-candidato, la Dirección de Desarrollo Social de la Alcaldía de Guanare –Portuguesa- alaba a Rafael Calles.

Se compran votos

De aquella fugaz intervención en Venezolana de Televisión, lo que quedó para la posteridad fueron dos palabras: “colas sabrosas”. Nadie recuerda el contexto de esa declaración de Jacqueline Faria, que se produjo en el marco de lo que se ha convertido en uno de los actos proselitistas preferidos de los representantes del PSUV: una jornada de distribución de alimentos a precios subsidiados.

En esa oportunidad, la aspirante por el circuito 5 de Caracas se hallaba en la parroquia Macarao acompañada por el mismísimo titular de Alimentación, Carlos Osorio. “Aquí estamos, pueblo organizado, el consejo comunal con su partido, el PSUV, las comunas, todos organizados con el Ejecutivo”, describió antes de mostrar a la cámara que allí ofrecían “todos los alimentos de primera necesidad”.

Faria ha participado en la entrega de 900 antenas de Televisión Digital Abierta, en actos organizados por el Gobierno del Distrito Capital donde prometen construir más de 200 viviendas y en la inauguración del alumbrado público del bulevar de Caricuao, obra ejecutada por el Metro de Caracas.

Al igual que su camarada de la cita célebre, Freddy Bernal ha repartido comida. En esa actividad, que transcurrió en el sector Blandín de la carretera Caracas-La Guaira, lo secundó el ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil. Antes, con Ernesto Villegas, su compañero de fórmula en el circuito 1 de Distrito Capital, Bernal reparó ascensores en Catia y entregó materiales para rehabilitar más de 200 casas en el sector Ojo de Agua, de la misma carretera Caracas-La Guaira, durante el “relanzamiento” de la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor.

Por su parte, Villegas aprovechó una jornada de verificación de la Gran Misión Hogares de la Patria para recorrer Catia al lado de la viceministra para Pueblos Indígenas, Yamilet Mirabal, y luego intervino en un acto de entrega de créditos del Banco Bicentenario en esa misma parroquia, que estuvo encabezado por el presidente de esa entidad financiera del Gobierno, James Hernández.

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Los multiuso

Mención aparte merecen aquellos que aspiran a una curul, mientras aún conservan una silla en el Ejecutivo nacional. Haiman El Troudi se presenta en su cuenta Twitter como “coordinador nacional (ad honorem) de la Misión Transporte”. Quizás no perciba ninguna retribución económica, pero en su condición de funcionario sigue inspeccionando obras, prometiendo rutas y celebrando fiestas del asfalto en Miranda.

El Troudi ha coincidido en eventos con el todavía “protector” de Miranda, Elías Jaua, para consignar microcréditos a emprendedores. Posteriormente, en compañía de los candidatos Blanca Eekhout y Rander Peña, y los alcaldes Rodolfo Sanz y Thais Oquendo, Jaua repartió más microcréditos. Desde su gobernación paralela, acaba de inaugurar el Centro Deportivo Recreacional “Hugo Chávez” en Charallave.

Otro abanderado que es muy escrupuloso con el manejo de los fondos públicos es Ricardo Molina. Él ya no es ministro de Vivienda. Ahora, dice, “formamos parte ‘ad honorem’ de la Gran Misión Vivienda Venezuela”. Molina ha participado, junto con el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami, en la apertura de canchas deportivas, y ha prometido y entregado casas en la región que desea representar en la Asamblea Nacional.

La “madrina” del estado Lara, Carmen Meléndez, tiene de padrino a todas las instituciones del Gobierno. Revisa hospitales y anuncia planes de atención quirúrgica con el aval del ministro de Salud, Henry Ventura. Distribuye certificados e insumos de construcción con el Ministerio de Comunas. Reparte computadoras y supervisa el estreno de un centro educativo con el viceministro de Instalaciones y Logística de Educación, Leonel Párica. Da viviendas. Y pare de contar.

melendez

Sin límite

Aquí la pregunta no es cuántos candidatos chavistas y entes públicos son susceptibles de ser acusados de ventajistas. La duda es si existe alguno que no lo sea. En Nueva Esparta, Dante Rivas entrega casas e inaugura sedes del Saime, mientras que Carlos Flores –el famoso diputado 99 que aprobó la primera Ley Habilitante para Maduro- reparte línea blanca en un pueblo monaguense de sugestivo nombre: Zamuro Afuera.

La esposa de Vielma Mora llega con equipos médicos, créditos, tabletas y canaimitas, Omar Prieto consigue tres toneladas de carne para el municipio Sucre del estado Zulia, Andrés Eloy Blanco y Víctor Clark llevan comida y medicinas a Falcón, y el gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, apuntala a sus fichas con inauguraciones de obras, operativos sociales, remodelaciones de viviendas y – por supuesto – mercados comunales.

Instalación de bases de misiones en Portuguesa, jornadas de cedulación, salud y alimentación en Cojedes, y hasta la apertura de una estación de servicios de Pdvsa en la avenida Orinoco de Puerto Ayacucho sirven como excusa para montar una tarima, encaramar a los candidatos del PSUV y llamar a votar rojo.

En su carta titulada “Testimonio y responsabilidad ante la historia”, el exministro Jorge Giordani confesó que el último triunfo electoral del difunto presidente Hugo Chávez exigió “un gran sacrificio y un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos”. ¿Cuánto costará este intento de ganar “como sea”?