La oposición y ONG insisten en su exigencia de que los comicios parlamentarios cuenten con equipos técnicos de observadores electorales de la ONU, la OEA, el Parlamento Europeo y no solo con “acompañantes” de la Unasur.

Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la alianza, ha reiterado que la observación electoral implica que los técnicos estén en todas las etapas del proceso, incluso desde la campaña, y que elaboren un informe detallado de los comicios.

Pero la exigencia no se limita a que vengan los observadores, sino que es imprescindible que la Junta Nacional Electoral del CNE defina, con la participación de los partidos, los protocolos de la actuación de esos técnicos en las 17 auditorías que se realizarán para las elecciones legislativas: desde la revisión de la tinta hasta la auditoría de los resultados.

Los protocolos definen las atribuciones de cada observador en las auditorías. Pueden reglamentar algo tan sencillo como la posibilidad de que los técnicos hagan preguntas sobre alguna irregularidad.