Arquitecto japonés Tsuyoshi Tane, junto con el equipo de diseño de CITIZEN (una empresa de fabricación de relojería), ha creado una increíble pieza de arte, la magia y la vida en un objeto. Su instalación, llamada «La luz es el tiempo», cuenta con 65.000 bases de relojes colgados en hilo negro, haciendo que se vean como brillantes gotas de lluvia de oro.

La instalación fue presentada inicialmente en Milán con 80.000 placas, pero ahora está situado en Tokio.