La velocidad del mundo, las noticias y Twitter (Opinión) - Runrun

Segunda vez que escuchaba la frase. Dos personas completamente disimiles habían llegado a la misma conclusión. Sus argumentos perfectamente ¿válidos?, o ¿inválidos únicamente dentro de mi cabeza?

“Las redes sociales le han impreso una velocidad al mundo que no podremos echar para atrás” decía mi ex jefe minutos antes de que lo convenciera de que la una de las mejores maneras de comunicar para la Alcaldía de Chacao -y la más económica- eran las redes sociales.

El otro, un cliente de Oroboro -mi empresa de mercadeo digital- quien me decía en un tono que mezclaba resistencia y descontento: “La velocidad de la noticia es tan rápido que todo es cuestión del pasado y todo gracias a Twitter” justo después de entregarle resultados de una campaña publicitaria que había llegado a 3.458.956 habitantes de la tuitósfera.

Entiendo la validez de sus criterios, pero ¿Fueron Twitter, Facebook y YouTube los que le “imprimieron” esa rapidez al mundo? Aquí es donde creo que están equivocados. Creo que el mundo lleva el mismo ritmo, la misma velocidad. Creo que las noticias son las mismas. Creo que no esta pasando ni más, ni menos que hace diez o veinte años. Pero sí creo que ahora nos enteramos de todo lo que pasa, y al igual que los días en los que hacemos diez diligencias versus aquellos en los que solo logramos hacer dos, el mundo pareciera ir más rápido.

Pero esta noción y tendencia no es obligatoria. En nuestro país la raison d’être más común de twitter es “mantenernos informados” y casi la totalidad de los tuiteros siguen a periodistas y fuentes de información. Pero eso es aquí, un venezolanismo del uso de las redes sociales que prácticamente ha sido obligatorio debido a la censura y la autocensura de medios masivos.

¿Seguiría el mundo girando a la misma velocidad si dejáramos de consumir noticias en Twitter? Posiblemente pensaríamos que la respuesta es sí, pero la misma tecnología que nos acerca a los acontecimientos del mundo se utiliza en los grandes medios de comunicación globales. Un ejemplo claro de esto es que cada día son más comunes los pases y entrevistas vía Skype. La única opción parece ser desconectarnos del mundo, pero en un país como el nuestro que de la noche a la mañana allanan, expropian, intervienen y cierran la única opción pareciera ser mantenernos pegados a nuestros aparatos y consumir cuanta información podamos.

La clave está en los filtros. En seleccionar las fuentes por sus contenidos, la calidad y relevancia de su información. No es lo mismo seguir a CNN que a la Patilla o a RunrunesWeb, cada una prioriza la información de maneras diferentes. Unos mezclándola con mujeres semidesnudas y otros con opinión, y no es que una manera esté bien o mal, sino que diferentes públicos demandas diferentes formatos.

Yo por mi lado estoy feliz de la velocidad que le ha impreso internet al mundo. Hoy en día estamos más sensibilizados ante las tragedias de pares a miles de kilómetros de distancia, celebramos de manera casi inmediata y simultánea los logros de la humanidad y podemos vivir a través de las cámaras, líneas y fotos de otros realidades que nunca antes pensábamos que podrían ser accedidas por nosotros. Con estos logros vienen grandes retos para nosotros los usuarios y generadores de la información. Si verdaderamente estamos democratizando la comunicación no debemos caer ante ella, no nos debe parecer abrumadora. Si todo en exceso es malo, el estar informado las 24 horas del día no tiene que ser una excepción.

Por @Randompiece