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San Vicente, la zona de paz para el crimen que alguna vez fue un parque industrial

Desde la Autopista Regional del Centro, junto a las estructuras abandonadas del Sistema Ferroviario Nacional, se observan los galpones de lo que alguna vez fue la pujante Zona Industrial de San Vicente del estado Aragua.

Allí, en la actualidad, al menos 7 empresas de producción de envases, medicinas veterinarias, material de limpieza, calzado y alimentación han sido desmanteladas a causa de los robos que han sufrido en los últimos meses.  Fluid Containment Andina, Plastpet Andina, Laboratorio Aldor, Plastitec, Waltex de Venezuela, Matadero Industrial San Vicente y LRC Import, CA sufren las consecuencias de estar en una “zona de paz”.

Las zonas de paz fueron creadas en septiembre de 2013 por el Movimiento por la Paz y la Vida, una instancia perteneciente al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, que coordinaba en ese entonces José Vicente Rangel Ávalos, hoy alcalde del municipio Sucre de Miranda. El objetivo de estas zonas era la pacificación de bandas delictivas, mediante un pacto de no agresión entre grupos y entrega de sus armas a cambio de dinero y materiales para la construcción.Sin embargo, ese dinero fue utilizado para comprar más armamento.

Actualmente, las zonas de paz son territorios donde los cuerpos de seguridad no pueden ingresar y las bandas organizadas se resguardan y cometen distintos delitos sin que nadie los vigile. El Observatorio Venezolano de Violencia publicaba en su página web, en mayo de 2016, que muchos de los crímenes registrados en el país se llevan a cabo en las denominadas “zonas de paz” donde  “los grupos delictivos imponen toques de queda, y la vida cotidiana se restringe por el terror de salir a las calles”.

Un ejemplo es el sector San Vicente que, al estar bordeada en un extremo por el lago de Valencia y tener el vertedero de basura a cielo abierto más grande de Maracay, se ha convertido en el lugar de resguardo del Tren de Aragua, una de las bandas criminales más temidas del país.

“Las empresas no habíamos tenido ningún problema.  A una que otra le pidieron pago de ‘vacuna’ pero no era la regla. Sin embargo, San Vicente queda a la deriva este año. Se comenta que el Flipper, el líder o ‘pran’ de la zona, se fue del país. Así que nadie está a cargo”, comenta María Cedeño*, trabajadora de una de las empresas desmanteladas.

Medios locales aseguran que la banda de El Flipper es la encargada de controlar el crimen organizado al oeste de la ciudad de Maracay, dedicado principalmente a los delitos de secuestro, extorsión y robo. La banda tiene vínculos con El Centro Penitenciario de Aragua, más conocido como Tocorón, y con el Tren de Aragua.

De acuerdo al diario Tal Cual, en publicación del 16 de mayo de 2018, desde hace unos cinco años la banda criminal ha venido penetrando varios sindicatos de empresas aragueñas al obligar a los dirigentes a renunciar a sus cargos bajo amenazas de muerte, cargos que son luego ocupados por operadores políticos del grupo del grupo delictivo.

El Flipper no sería el único relacionado con el Tren de Aragua que ha dejado el país: el 3 de agosto de 2018, cuatro integrantes de la banda fueron detenidos cuando planeaban asaltar un banco en la ciudad de Lima, Perú. El jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales (Dirincri) en ese país, Juan Carlos Sotil, dijo a la prensa que al menos 15 miembros de la temida organización criminal aragueña habían ingresado a ese país en las semanas previas al intento de asalto.

Según el último censo nacional, la parroquia Los Tacariguas, donde está ubicado el Barrio de San Vicente tiene una población de 65.778 habitantes. Tanto en las elecciones municipales como regionales de 2017 el chavismo obtuvo más de 60% de votos en la zona.

Denuncias sin respuesta

La empresa Fluid Containment Andina, fabricante de tanques industriales, denuncia en mayo de 2018 ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) un primer robo en sus instalaciones.  Los delincuentes lograron extraer artículos electrónicos (neveras, microondas, computadoras, aires acondicionados) así como material de construcción.

Los funcionarios del CICPC, a pesar de la denuncia, nunca visitaron el lugar argumentando que no podían entrar porque el delito había ocurrido en una zona de paz donde las autoridades no son bienvenidas.

Los cuerpos de seguridad del Estado sólo entran a San Vicente durante operativos. La primera toma por parte del Cicpc se realizó el 13 de mayo de 2015 . En aquella oportunidad las autoridades asesinaron a tres presuntos delincuentes. Una de las mayores incursiones, se realizó en enero de 2016 cuando más de 1.200 funcionarios realizaron un despliegue de la conocida “Operación de Liberación del Pueblo” (OLP) donde 9 personas murieron.

En diciembre de 2016, vecinos de diferentes sectores de San Vicente trancaron arterias viales de la ciudad de Maracay para protestar en contra de las OLP y pidiendo la mejora de los servicios públicos.

Ante la desprotección de las autoridades, los encargados de Fluid Containment Andina decidieron reforzar los candados, portones y colocar nuevas alarmas. Sin embargo, los robos no se detuvieron y los delincuentes han logrado llevarse compresores, motores, máquinas, cables eléctricos y hasta el techo de los galpones. La empresa detuvo parte de sus operaciones con la finalidad de resguardar la integridad del personal que labora en ella.

Instalaciones Fluid Contaiment Andina luego del primer robo

“Tener un comercio en San Vicente es trabajar en medio de la zozobra, la incertidumbre y el temor. Los activos de muchas personas están allí atrapadas. Comenzaron invadiendo parte de la empresa enirauto, luego comenzaron a robarnos a nosotros y así han seguido. Supongo quieren invadir todo”, dice Luis Santana* trabajador de Fluid Containment Andina

Cuando el presidente Hugo Chávez inauguró en noviembre de 2006 la fábrica Venirauto en San Vicente, desde prensa presidencial se dijo que la iniciativa “buscaba consolidar una industria automotriz con sello criollo, para el ensamblaje y la posterior fabricación de autos populares, a bajo costo y con tecnología de punta”. 12 años después, parte de sus galpones están invadidos, no hay producción automotriz y San Vicente está muy lejos de aquella zona industrial de vanguardia que alguna vez fue.

En 2016, la en ese entonces presidenta de la Asociación Regional de Industria y Minería del estado Aragua (Arima), María Proietto, advertía que las empresas de la entidad trabajaban a 40% de su capacidad, como consecuencia de la escasez de la materia prima y por la dificultades que atravesaban para adquirir los dólares necesarios para la importación.

Por su parte, el 4 de septiembre de 2018, el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, alertó,  durante una entrevista concedida a Shirley Varnagy en la emisora Onda La Superestación, que un total de 9.100 empresas en Venezuela han sido forzadas a cerrar sus puertas, tras la crisis socioeconómica que atraviesa el país.

Detrás del cobre

Las pocas empresas que siguen funcionando en San Vicente cierran sus operaciones diariamente antes del anochecer. La zona industrial se encuentra por completo sin alumbrado público y desde hace dos años no hay servicio de telefonía o internet proporcionado por la compañía estatal Cantv.

Habitantes y trabajadores de la zona denuncian que el robo del cobre es cada vez más común y sería la razón por la falta de cableado en el sector.

Delincuentes entran a las empresas de la Zona Industrial de San Vicente para robarse el cableado

Según un trabajo realizado por el portal Insight Crime y publicado el 13 de octubre de 2017, el contrabando de cobre está en auge en parte por la necesidad de las personas de obtener  ingresos extras ante la crisis económica nacional. En los días anteriores a esa publicación, el CICPC había confiscado 7,5 toneladas de tuberías de cobre y arrestado a más de 100 personas en varios operativos contra el contrabando

En el estado Aragua se han realizado también operativos para recuperar gran cantidad de cobre, bronce y aluminio que pretendían ser fundidos en las llamadas “chatarreras”. Sin embargo, las zonas de paz siguen siendo intocables. Pronto en San Vicente ya no quedará cobre que robar ni empresas que desmantelar.

*Los nombres fueron cambiados por solicitud de los entrevistados