Los economistas del mundo han definido un nuevo término para identificar el impacto de la crisis griega en Europa, lo llaman el “Efecto Zeus” que se observa ya en la caída del euro, moneda que se ubica apenas en un piso de
1,11 US$/€, lejos de aquellos picos tradicionales que arrojaban
1,33 dólares por cada euro. Las causas que llevaron a la caída de la economía ateniense parecen replicarse en Puerto Rico que anuncia una debacle, y ni hablar de Venezuela.
La crisis griega se deriva de cinco causas fundamentales: El anclaje cambiario, la evasión fiscal, la corrupción, el gasto público desenfrenado y la incapacidad del Gobierno que lo llevaron a endeudarse inescrupulosamente para evitar la debacle, pero al hacerlo, la causó. En lugar de evadirla, si acaso la pospuso, según una recopilación de análisis publicada por Academia.com.
La deuda griega alcanza un espeluznante 177% del PIB que no sale de una recesión, de paso, muy por encima de los parámetros de Maastricht que condicionan el ingreso a la Zona del Euro, a saber, mantener un déficit no mayor al 3% del PIB y una deuda que no supere el 60% del producto interno bruto, entre otros.
La crisis de Puerto Rico se explica en tres causas, a su vez: Los generosos beneficios fiscales, subsidios y programas sociales para los pobres, la fuga de inversiones norteamericanas producida por la eliminación de incentivos establecidos en la Sección 936 del Código de Rentas, y la debilidad de las finanzas públicas y de las empresas del Estado, según el Informe Krueger, publicado por economistas ligados al FMI pero contratados por la Gobernación de la isla para analizar la debacle.
Al parecer, Venezuela junta los errores de Grecia y de Puerto Rico, y le suma los propios, produciendo un adefesio que conjuga a Zeus, la Divina Providencia y la Virgen de la Coromoto con las deidades de la santería cubana. Y lo que es peor, la verdad de la crisis no se conoce. La ONPC indicó a finales de 2014 que al cierre de 2015 “el peso de la deuda estaría entre 27% y 30% del Producto Interno Bruto” que –si a ver vamos– ya supera diez veces los parámetros de sanidad fiscal de la Comunidad Europea. Pero, esto nos lo dicen quienes dijeron también que el PIB crecería 3% este año, que la inflación oscilaría entre 25% y 30%, y que el cambio se mantendría en Bs. 6,30 por dólar, cuando la realidad asoma que el producto caerá más bien entre 7% y 10%, que la inflación que nos ocultan desde Diciembre, supera 140% y podría remontarse hasta triplicar los precios anualmente, y que el dólar, bueno, el tercero de los dólares oficiales raya los Bs. 200, mientras que el otro rebasó los 500. ¡Pinocho se queda chingo!
Venezuela bien puede deber 60% de su PIB, a raya con los parámetros de Maastricht, pero ese producto interno bruto viene palo abajo, lo que agrava el indicador. Como Grecia con el euro, y tal como Puerto Rico, estamos anclados al dólar. El Gobierno se empecina en no devaluar el cambio oficial y no permite a los exportadores vender sus divisas a Bs. 500 o más para incentivar exportaciones, sino que mantiene más bien una aberración cambiaria, con tasas de Bs, 6,30 y 12,80, por un lado, y 198,30 por el otro que le hacen el juego al mercado paralelo.
La evasión fiscal en Venezuela es la norma, como lo es la corrupción que incluso la motiva. El gasto público es un frenesí de compras electorales, amén de la petro-diplomacia que regala petróleo y dólares que no tenemos, y la incapacidad del Gobierno solo se equipara con su ceguera y afán revolucionarios. Ponemos a Zeus por delante de la Virgen de la Coromoto e imitamos a los borinqueños con más que generosos beneficios fiscales, subsidios y programas sociales para los pobres que cada vez son más, de paso, por la fuga de inversiones extranjeras y por la debilidad de las finanzas públicas y las empresas del Estado que no producen ni resultados ni lo que deben producir.
Si seguimos como vamos, de aquí al 6-D, una tormenta de rayos de Zeus es lo que nos viene. No nos extrañe que ante el “NO” que le dieron los electores griegos al rescate propuesto por sus acreedores, estos aquí se inventen un referendo popular para rechazar un “paquetazo” que pintarían bien feo, anulándole así cualquier iniciativa económica a una Asamblea Nacional dominada por la Oposición.
@qppasociados
