Zimbabue archivos - Página 2 de 2 - Runrun

Zimbabue

Oposición de Zimbabue dispuesta a un Gobierno de transición

zimbabue

 

El principal partido de la oposición de Zimbabue, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC-T), anunció este jueves que está dispuesto a entrar en un Gobierno de transición, tras la intervención militar contra Robert Mugabe.

La información fue emitida por el secretario del partido, Douglas Mwonzora. El líder del MDC-T, Morgan Tsvangirai, que se encontraba en Sudáfrica, para recibir tratamiento por un cáncer de colon, ha regresado al país para dirigir el partido en sus reuniones, dijo Mwonzora en declaraciones al diario independiente NewsDay.

Por su parte un portavoz de las Fuerzas Armadas dijo la noche del miércoles que sus acciones no constituían una “toma militar” del poder, y que una vez terminada su misión de llevar ante la Justicia a los criminales que rodean a Mugabe, esperaban una vuelta de la situación a la normalidad.

Según la televisión pública sudafricana SABC, “probablemente” se constituya este Gobierno transitorio de concentración encabezado por el destituido vicepresidente Emmerson Mnangagwa, cuya expulsión del Gobierno de Mugabe desencadenó la intervención militar.

Zimbabue: Ejército toma el control y pone bajo arresto a Mugabe

ConstantineChiwenga

 El comandante del Ejército Nacional de Zimbabue, Constantine Chiwenga, informa sobre la situación en la capital de Zimbabue. Efe

 

Las Fuerzas Armadas controlaban este miércoles la capital de Zimbabue, cuyo presidente Robert Mugabe, de 93 años, se ha declarado bajo arresto domiciliario.

«No se trata de una toma del gobierno por militares […] Nuestro objetivo son criminales del entorno» del presidente, declaró el general Sibusiso Moyo en un discurso transmitido en vivo por la noche por la televisión estatal, informó AFP.

«No bien cumplamos con nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad», agregó.

La entrada en escena de los militares se produce en medio de una crisis abierta entre Mugabe y el jefe del Ejército, Constantino Chiwenga, tras la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, durante mucho tiempo considerado como su delfín.

El miércoles por la mañana, soldados y vehículos blindados controlaban los accesos al parlamento, a la sede del partido gobernante, el Zanu-PF, y a las oficinas en las que el jefe del Estado suele reunir a sus ministros, constató un periodista de la AFP en la capital, Harare.

El presidente Mugabe se encontraba retenido en su domicilio por las fuerzas armadas. En una conversación telefónica con su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, precisó que estaba bien.

SANOS Y SALVOS

Un testigo había indicado que había oído un nutrido tiroteo cerca de su casa «poco después de las 2:00 de la mañana (hora local)».

«Queremos asegurar a la Nación que su excelencia el presidente (…) y sus familiares se encuentran sanos y salvos, y que su seguridad está garantizada», recalcó el general Moyo en su discurso.

Por su parte, periodistas constataron que, al margen de los sitios estratégicos, la capital funcionaba con normalidad. Pero la televisión nacional interrumpió su programación para difundir música.

Fiel apoyo de Mugabe, el presidente sudafricano Jacob Zuma se declaró hostil a cualquier cambio de régimen «inconstitucional» en Zimbabue.

«Muy preocupado» por la situación, Zuma envió a dos emisarios especiales para que se reúnan con el presidente Mugabe y con responsables militares, según un comunicado de su oficina.

La Unión Europea (UE), se declaró preocupada por la situación e instó al «diálogo» para alcanzar una «resolución pacífica», señaló una portavoz de los servicios diplomáticos de la UE.

Tras varios días de vivas tensiones, la operación del ejército, hasta ahora considerado un pilar del régimen, constituye un desafío sin precedente a la autoridad de Mugabe.

El lunes, el jefe del Estado Mayor, el general Constantino Chiwenga, había denunciado públicamente la decisión del jefe del Estado de destituir al vicepresidente Mnangagwa.

El ejército podría «intervenir» si esta «purga» no cesaba dentro del partido presidencial, advirtió.

En respuesta, la formación del presidente denunció el martes que las declaraciones del general Chiwenga «sugieren una conducta traidora» con la intención de «incitar a la insurrección».

VENENO EN LA POLÍTICA

El general Chiwenga y Mnangagwa son dos figuras destacadas de la lucha por la independencia de esta excolonia británica, junto al actual jefe del Estado.

«No creo que Mugabe tenga ya el control total de la situación», declaró el analista político David Moore, de la universidad de Johannesburgo. «El ejército parece seguir una sola dirección, que es la que le impone su jefe», agregó.

El exvicepresidente Mnangagwa, de 75 años, fue destituido la semana pasada y se vio obligado a exiliarse tras protagonizar una disputa con la primera dama, Grace Mugabe, de 52 años, quien no esconde su deseo de sustituir a su esposo llegado el momento.

Mnangagwa acusó a la segunda esposa del presidente de haber intentado envenenarlo para eliminarlo, suscitando una viva reacción de la interesada, que logró que lo expulsaran del Gobierno. Ahora, ocupa la posición ideal para suceder a su marido.

Mugabe es el decano de los jefes de Estado en activo. Tras 37 años en el poder, su partido lo invistió candidato para las elecciones de 2018, pese a su edad y su frágil estado de salud.

Bajo su régimen autoritario, el país africano se empobreció y desde principios de los años 2000 lidia con un desempleo masivo (cerca del 90% de la población activa) y falta de liquidez que retrasa el pago de salarios a los funcionarios.

 

Mugabe prepara su dimisión como presidente de Zimbabue

Zimbabwe Mugabe

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, está preparando su dimisión mientras negocia para que su mujer, Grace, salga del país ante la intervención militar que alimenta los rumores sobre un posible golpe de Estado, informa hoy el canal de televisión sudafricano News24.

Según este medio, que avanza que mañana por la tarde se hará un anuncio al respecto, el Ejército mantiene bajo su custodia a la familia presidencial y a su guardia.

Los rumores sobre el paradero de Mugabe y su futuro se han disparado en las últimas horas después de que ayer por la tarde varios tanques fueran vistos en dirección a la capital del país, Harare.

Este movimiento de las fuerzas armadas se produjo tan solo un día después de que el jefe del Ejército, Constantine Chiwenga, advirtiera de que se tomarían “medidas correctivas” si continuaba la purga de veteranos en el partido de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980.

Por ahora, algunos medios afirman que Mugabe y su familia se encuentran bajo arresto domiciliario, mientras que otras informaciones indican que habría huido del país.

Estas especulaciones contrastan con el silencio del principal periódico del régimen, que se ha limitado a destacar que el comunicado leído por un portavoz militar anoche en la televisión pública -controlada ahora por el Ejército- descarta una “toma militar” del Gobierno y asegura que Mugabe se encuentra “a salvo”.

Mientras tanto, el diario independiente NewsDay informó hoy de la detención de tres ministros que estarían detrás de la facción del partido gobernante que propugna la expulsión de veteranos de la guerra de independencia para allanar una eventual sustitución en el poder en favor de la primera dama, Grace Mugabe.

Asimismo, el presidente de las juventudes del partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) y el número dos de los servicios de inteligencia (CIO) también han sido arrestados, mientras que otras informaciones aseguran que el director de la policía también podría haber sido detenido por los militares.

En el centro de la tensión se encuentra la destitución la semana pasada del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, que también se postulaba como sucesor de Mugabe, quien huyó a Sudáfrica, desde donde emitió un comunicado en el que sostenía: “Pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país”.

Milos Alcalay Abr 02, 2016 | Actualizado hace 8 años
Zimba-zuela, por Milos Alcalay

zimbabue_02042016

La prestigiosa revista “The Economist” publicó en su edición digital del 1 de abril una aterradora y preocupante comparación que destaca las semejanzas de los procedimientos totalitarios utilizados por el dictador Robert Mugabe de Zimbabwe y los usados en Venezuela durante los Gobiernos de Chávez y su sucesor Maduro.

El análisis retrata el desconocimiento de los triunfos electorales parlamentarios de la oposición en ambos casos; la utilización de la Corte Suprema para neutralizar a los adversarios; el control de precios supuestamente para “proteger a los pobres” pero que generó desabastecimiento y un mercado negro de productos; las semejanzas entre los “colectivos” y la milicia de “veteranos de guerra”. Como si ello fuera poco, resalta coincidencias en cuanto a la ineptitud, la inseguridad, la corrupción, la ausencia de productos médicos, la inflación, el desabastecimiento. El artículo compara también  la destrucción de la principal industria de Zimbawe a la forma en que “Chávez despidió a 20.000 trabajadores de PDVSA y los reemplazo por 100.000 adeptos incompetentes” : Todo ello escondido bajo piruetas de grandes desfiles militares y “movilizaciones espontaneas”.

La destrucción de sectores de producción agrícola sin ninguna compensación para sus dueños que utilizó el mandatario Africano,  nos hace recordar la valiente denuncia de la Diputada María Corina Machado cuando le dijo en plena Asamblea Nacional al Comandante eterno en su cara, que a través del procedimiento utilizado no solo operaba la destrucción de la producción agrícola nacional sino que en esa forma: “expropiar es robar”. Por supuesto que en ambos casos, imputar los errores de ingobernabilidad a otros, es una solución fácil. En nuestro caso, el enemigo es el Imperialismo Norte-Americano; la derecha mal trecha; la guerra económica; los presos políticos a quienes se juzga por terrorismo cuando en realidad se trata de secuestrar a líderes opositores por el hecho de criticar las desastrosas políticas que han llevado al país al colapso político, económico, social, institucional y sobre todo ético.

El 26 de Febrero del 2004 en ocasión de la Reunión del G-15 en Caracas, durante el peor periodo de represión en Harare, el Presidente Chávez distinguió al Tirano con la réplica de la Espada de Bolívar, en momentos en que la Guardia Nacional Bolivariana embestía ferozmente contra pacíficos manifestantes en la Avenida Libertador; y luego, al día siguiente, desconoció las firmas para el referéndum revocatorio y al día siguiente insultó a varios estadistas demócratas de América Latina llamándolos “marionetas del Imperio”. Por todo ello presente en esa fecha, después de 34 años de servicio diplomático, mi renuncia como Embajador,  porque constaté que se iniciaba una oscura e  irreversible etapa de atropellos contra los Derechos Humanos, la Democracia y la Diplomacia, que se han agravado  con el tiempo. La conclusión de la revista británica es contundente: “Si se persiste con el modelo Mugabista, las cosas solo empeoraran”. Rechacemos el intento de convertir a nuestra Patria en una especie de Zimba-zuela

The Economist realiza reportaje en el que compara a Venezuela con Zimbabue

vzla zimba

 

 

Este 2 de abril, la versión impresa de The Economist publicará un reportaje en el que se compara la situación económica y política que vive actualmente Venezuela con la que se vivió en Zimbabue a finales de los años 90’s.

El reportaje denominado “Spot the differences”, en español podría interpretarse como “Encuentre las diferencias”, se realizó en Caracas e inicia con el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) que proyecta una inflación de 720% para Venezuela a finales de 2016.

Una inflación similar alcanzó Zimbabue en el 2006, dos años antes de sufrir hiperinflación.

 

Título de caja

 

También, en el reportaje se hacen comparaciones entre el fallecido presidente Hugo Chávez y Robert Mugabe, gobernador de Zimbabue desde 1980. Ambos líderes políticos se caracterizaron por ser revolucionarios y mantenerse en el poder durante varios periodos presidenciales.

La revista señala que ambos países han sufrido bajo el mandato de “carismáticos líderes revolucionarios”. Mugabe ha gobernado Zimbabue desde 1980. Hugo Chávez hizo lo propio en Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013.

Mugabe tomó grandes granjas comerciales sin compensación, destruyendo la industria más grande de Zimbabue. Chávez expropió numerosas empresas, a veces en televisión y en vivo. The Economist recuerda que Chávez despidió a 20.000 trabajadores de la empresa petrolera estatal petrolera, PDVSA, y los reemplazó con 100.000 “empleados leales”.

Mugabe perdió un referéndum en 2000, pero aparejó la elección subsiguiente para mantener a la oposición fuera del poder. Los chavistas perdieron una elección parlamentaria el pasado diciembre, pero han utilizado su control de la Presidencia y la Corte Suprema de Justicia para neutralizar a la oposición.

Mugabe reclutó una milicia de “veteranos de guerra” para intimidar a sus oponentes. Chávez reclutó bandas de los barrios pobres, conocidos como colectivos, para aterrorizar a los suyos. El 5 de marzo, “maleantes en motocicletas” montaron alrededor de la Asamblea Nacional (controlada por la oposición) y rayaron consignas a favor del Gobierno, tales como “Chávez vive”, en sus paredes, apunta la revista. La policía militarizada estaba de pie y mirando.

NIVEL DE VIDA

Sin embargo, la similitud fundamental entre los dos regímenes es su situación económica. “En ambos casos, los resultados son similares: escasez, inflación y el nivel de vida por el suelo”, señala la revista.

Mugabe, al igual que el gobierno venezolano, profesa gran preocupación por los pobres, fijó los precios de varios productos de primera necesidad en la década de 2000 para que fueran “accesibles”. Desaparecieron rápidamente de los estantes. “Las subvenciones que se supone deben hacer los controles de precios a menudo han sido robadas en ambos países. Proveedores, en lugar de vender los bienes al precio oficial, prefieren venderlos en el mercado negro”, destaca la publicación.

“Mugabe ha culpado de todos los problemas económicos de su país a los supuestos especuladores, traidores, imperialistas y a los homosexuales. Maduro, no culpa a las personas homosexuales, pero insiste en que los capitalistas locales y sus aliados estadounidenses están librando una guerra económica en Venezuela. Esto es absurdo: en las dos economías, los ataques han venido de sus propios gobiernos”, resalta la revista británica.

¿QUÉ HIZO, AL FINAL, ZIMBABUE?

Zimbabue abandonó su moneda sin valor, no mucho después de la inflación mensual de 80.000.000% de noviembre de 2008. Los zimbabuenses ahora usan dólares estadounidenses y otras monedas extranjeras. Los ingresos reales en Zimbabue se redujeron en dos tercios entre 1980, cuando se hizo cargo Mugabe, y 2008. El país se ha recuperado parcialmente, gracias a la dolarización.

“Para Venezuela, la lección es clara. La oposición venezolana está dispuesta a cambiar el rumbo del país. El despiste de Maduro les da la oportunidad”, apunta The Economist.

¿Por qué indigna más la tragedia de un león que la de 100 personas?

cecilL

 

El final trágico del león Cecil estaba llamado a reventar los trending topic del verano con todos los ingredientes propios de una gran historia: especie icónica y entrañable, atracción turística, símbolo de la conservación de un país africano y una tierna prole de cachorros afelpados. Y, cómo no, el malo de película: el hombre blanco poderoso, que cruzó el Atlántico para una caza furtiva por puro placer, previo pago de 50.000 dólares. El revuelo en las redes sociales por la muerte del animal no se iba a hacer esperar. Pero, ¿hasta qué magnitud? Cuando las muestras de indignación y la solidaridad a golpe del hashtag #CecilTheLion superan a las de la muerte de miles de personas en tragedias y conflictos en todo el mundo, ¿podemos hablar de una reacción desmedida?

La sociedad occidental cada vez se preocupa más por el bienestar de los animales, como demuestran los estilos de vida relacionados con la «empatía animal»

Según indica el psicólogo Francisco Estupiñá, secretario de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS), hay datos empíricos que podrían explicar este fenómeno. El primero de ellos apunta al aumento de la preocupación de la sociedad occidental por el bienestar de los animales, confirmada por la tendencia cada vez más en boga de las alternativas o estilos de vida relacionados con la “empatía animal”, como los vegetarianos o veganos, o los movimientos sociales a favor de la abolición de las corridas de toros.

“Otros estudios sugieren que la empatía hacia otros seres humanos y a los animales son factores relacionados pero independientes. Alguien puede disponer de más empatía hacia humanos o hacia animales y eso no tiene por qué condicionar esas diferentes emociones, por lo que puede que desarrollemos más empatía hacia los animales que a los humanos”, explica este psicólogo.

La exposición constante a los contenidos mediáticos también condiciona, restando o avivando, nuestra respuesta emocional ante determinadas situaciones. “La habituación afecta a la sensibilización. La noticia reiterada deja de tener la misma capacidad para impactar. La estructura y los contenidos habituales en los medios de comunicación nos acostumbran a las desgracias humanas. ¿Cuándo fue la última vez que no se ha hablado de una guerra en un lugar del mundo? La gente come mientras escucha esas tragedias sin darle demasiada importancia, y enseguida pasa a los deportes. Una noticia como la del león no es una historia a la que el gran público está habituado, por lo que la respuesta emocional también es diferente”, anota Estupiñá.

Para el psicólogo y divulgador Eparquio Delgado, la carga del contexto histórico y cultural engloba parte de las razones que podrían justificar las reacciones al final del león de Zimbabue. “La historia de Cecil no sería noticia, por ejemplo, si viviéramos en una tribu o en la selva y los leones fueran los que nos roban la comida o nos matan. En ese contexto, matar a un león sería una heroicidad. Tampoco hubiese sido lo mismo de haberse tratado de un pobre cazador que se defiende de un león. Pero cuando alguien va con alevosía y paga por matar a un ejemplar reconocido como una pieza de trofeo, eso se ve como algo muy injusto y puede explicar la oleada de indignación”.

En un estudio de un grupo de sociólogos americanos, al investigar el impacto emocional que generaban cuatro situaciones distintas en las que la víctima era un bebé, un adulto y ciertos animales, los encuestados manifestaban sentir más pena y rabia cuando las víctimas eran animales o bebés que los adultos. “Ese fenómeno se podría deber a que cuando vemos una noticia como la de Cecil pensemos que el león es un ser indefenso absolutamente entregado a los deseos de la figura poderosa del cazador. Cuando se trata de muchas personas que mueren en un conflicto, a veces interpretamos que esas personas están ahí porque quieren, pues tienen forma de escapar. Esa indefensión que detectamos en ciertos animales no la vemos tanto en adultos como víctimas”, señala Delgado.

 

No toda la empatía animal es igual

La humanización mediática de las especies animales también puede ser problemática. Los documentales, los libros y las películas con delfines, lobos, leones y demás fauna como protagonistas, con nombre propio y falsas atribuciones humanas, nos pueden hacer caer en interpretaciones erróneas. “Cuando se habla de leones, mucha gente ve a Simba, de El Rey León, un felino con identidad, con sentimientos y un papá. De modo que la caza también puede interpretarse como asesinato. También influye el hecho de haber tenido contacto directo con animales. Los que viven en entornos rurales y han visto matar animales desde niños, no suelen tener las repuestas emocionales de los urbanitas cuando ven una gallina. El contacto directo con algunas situaciones hace que el impacto mediático sea menor”.

Pero, ¿sentimos la misma empatía por todos los animales? El psicólogo Delgado recuerda la anécdota del presidente Obama, quien durante una entrevista dio muerte a una mosca en un gesto de ágil destreza. “Al día siguiente, la organización Personas por el Trato Ético a los Animales (PETA) emitió un comunicado diciendo que hay que proteger a todas los animales, incluidas las moscas. La mayor parte de la gente se lo tomó a guasa. Pero, ¿y si hubiera sido un gato?”.

Según el ambientólogo Andreu Escrivà, no toda la fauna goza de la misma consideración en nuestro imaginario colectivo. “Hay especies a las que vemos más achuchables. De manera directa o indirecta, tendemos a prestar más atención a las especies que nos parecen más bonitas o tiernas, como los cachorros de león o del oso panda, que a, por ejemplo, una larva de efemeróptero, que sufre la misma amenaza de peligro de extinción”.

Ese sesgo, explica Escrivà, resulta beneficioso para promover la dedicación de esfuerzos y recursos en la conservación y la gestión de las poblaciones. “A la gente se la convence con productos, que son estos animales entrañables que enganchan fácilmente al público y se venden en los centros de interpretación en forma de peluche, y eso contribuye a explicar esas grandes inversiones que cuestan de hacer entender. Es la situación con la que se encuentran cada día los que trabajan en biología de la conservación. Es mucho más fácil convencer al político de salvar al lince que a un cangrejo. Pero suele ser positivo, porque estos animales achuchables muchas veces son especies paraguas: si desprotegemos a estas, muchas otras especies corren peligro”.

 

La solidaridad fácil de un muro de Facebook

La propia dinámica de las redes sociales constituye un papel importante para el psicólogo Estupiñá. “Las redes sociales producen una fácil adhesión a movimientos, causas o ideas, donde la militancia se presenta como algo tan fácil como firmar una petición online para que algo deje de ocurrir. Es políticamente correcto hablar de un drama en Facebook porque la expresión de solidaridad cuesta unos segundos para darle al like y compartir. La empatía es muy fácil de demostrar, pero no es una acción. ¿Hasta qué punto ese impacto supone una diferencia en el comportamiento de las personas? ¿Cuántos se han planteado la militancia en una ONG más allá de la charla de café o el escritorio del ordenador? Alguien puede que diga en las redes que la historia de Cecil es terrible y dos semanas después coma antílope en un restaurante de carnes exóticas y no le parezca contradictorio”, apunta el psicólogo Estupiñá.

Sin embargo, para Silvia Barquero, presidenta del Partido Animalista PACMA, las voces que han expresado su solidaridad con la muerte de Cecil son las mismas que están contra cualquier forma de maltrato animal. “No creo que nadie que haya manifestado su disgusto o indignación en las redes sociales sea impasible al maltrato animal o a las corridas de toros. Son parte de la misma base social. La sensibilidad ciudadana está creciendo mucho hacia el trato que reciben los animales, pero no en detrimento de las personas. Mueren cientos de miles de perros y gatos en las perreras españolas y no son noticia. La gente empatiza cuando alguien le cuenta una historia. Eso es lo que ha ocurrido con Cecil. La gente se solidariza por ciertas injusticias sociales sabiendo que pueden formar parte de un cambio con su indignación. Pero, en otras ocasiones, la gente se desanima al creer que no puede hacer nada por ser algo lejano”.

 

 

Las 10 claves de la cacería del León Cecil, el más amado de África

cecil

 

1.- El rey de Zimbabue

 

Cecil, conocido como El rey de Zimbabue, tenía 13 años y una melena oscura. Era el felino más grande de la región y el más inmortalizado por los turistas. Fue una de las principales atracciones del Parque Nacional de Hwange (Zimbabue) y también formaba parte de un estudio de la Universidad de Oxford.

 

2.- ¿Por qué Cecil se convirtió en noticia?

 

El felino fue gravemente herido con una flecha y luego de 40 horas de búsqueda, Cecil fue encontrado por los cazadores, quienes le dispararon y posteriormente le quitaron la piel y le cortaron la cabeza como trofeos de caza.

Esto conmocionó a la opinión pública debido a lo querido y apreciado que era Cecil en Zimbabue.

 

3.- ¿Quién mató al león más amado de Zimbabue?

 

El estadounidense Walter James Palmer, un dentista de 50 años de edad fue quien mató al león Cecil. Vive y trabaja en Minneapolis y tiene como pasatiempo cazar animales salvajes con su arco y flecha.

 

4.- El precio

 

Walter James Palmer pagó a Theo Bronchorst la suma de 50.000 dólares para que lo llevara al lugar para abatir a la presa. Bronchorst, es el dueño del safari y un empresario local de la región.

 

5.- Historial de Walter James Palmer

 

Esta no es la primera vez que Palmer utiliza sus arco y flechas para salir a matar animales en peligro de extinción. En las siguientes fotografías se puede observar al dentista de Minneapolis posando sonriente con rinocerontes, leopardos y alces.

Este médico viajaba constantemente a África para disfrutar de la caza de animales salvajes.

 

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 14.41.28

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 14.41.13

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 14.41.02

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 14.40.55

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 14.40.38

 

 

En el año 2008 James Palmer tuvo problemas con el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos por haber falsificado la locación donde mató a un gran oso negro. Este hecho ocurrió en Wisconsin, donde un tribunal lo declaró culpable y lo condenaron a pagar a una multa de 3.500 euros y también a permanecer un año bajo vigilancia. Cientos de miles de usuarios de Twitter y Facebook le dedicaron punzantes y crueles palabras cuando se conoció su identidad. «Asesino» fue una de las que más se repitió. Organizaciones defensoras de los derechos de los animales también le dedicaron comunicados y repudios por su actividad.

 

7.- La disculpa

«Lamento profundamente que la práctica de una actividad que amo y practico de forma responsable y legal haya resultado en la muerte de este león», dijo el dentista estadounidense quien además resalto que «todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente contratado y llevado a cabo».

James Palmer afirmó que «No tenía ni idea de que el león era conocido, que estaba vigilado y que formaba parte de un estudio hasta que finalizamos la cacería».

8.- La investigación

 

Las investigaciones en curso, sugieren que la muerte del león fue ilegal ya que el dueño de la tierra donde le mataron no tenía asignada la caza del león en su cuota para el año 2015.

En un comunicado de la Zimbabwe Parks and Wildlife Management Authority y de la Safari Operators Association of Zimbabwe, asegura que tanto el «cazador profesional como el propietario de las tierra, Honrado Trymore Ndlovu, no tenían permiso para cazar al león y por tanto son responsables de un delito de caza ilegal».

 

9.- La Justicia

La policía del país africano ya ha detenido a dos zimbabuenses (Honest Trymore Ndlovu y Theo Bronchorst) quienes deberán comparecer ante el juez, según los responsables del servicio de parques y safaris. 

La portavoz de la policía zimbabuense Charity Charamba, afirmó que James Palmer y el propietario de la granja privada donde encontraron los restos de Cecil enfrentan cargos por caza furtiva.

 

 

10.- Lo peor

Captura de pantalla 2015-07-29 a la(s) 15.33.36

«La parte más triste de todo es que ahora que Cecil está muerto, y el siguiente león en la jerarquía, Jericho, posiblemente mate a los cachorros de Cecil», dijo Johnny Rodrigues, Presidente del Grupo de Conservación de Zimbabue. 

La cabeza del león sigue desaparecida y  se presume que ha sido sacada del país y enviada al extranjero como un trofeo.