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La voluntad del capitán Cabello, por Elías Pino Iturrieta

LA IMPOSICIÓN DE LA VOLUNTAD DE UN HOMBRE sobre la sociedad, o la idea que tiene la sociedad de que su vida depende de lo que resuelva una sola persona, me obliga a mirar hacia el período gomecista. Quizá la relación parezca anacrónica, pero puede ilustrar cabalmente sobre el asunto.

Como se sabe, durante la tiranía de Juan Vicente Gómez la colectividad estaba pendiente de lo que resolviera el mandamás porque se trataba de decisiones inapelables, pero también de lo que dispusieran sobre cualquier vicisitud los miembros de su clan. Para aclarar el punto, miremos hacia las ergástulas en las cuales padecían entonces horrible encierro centenares o miles de presos políticos.

La crueldad del tratamiento a los prisioneros, o la duración de su permanencia en las jaulas, dependía del individuo que lo había remitido a ellas. Ese tardará en salir porque es un preso de Vicentico, calculaban los deudos y los amigos del cautivo. Puede ser que fulano esté pronto en la calle, pensaban ante otro caso, porque su encierro fue ordenado por don Juanchito, que es un señor de buenos sentimientos. A algunos les pronosticaban lustros o décadas de clausura debido a que habían llegado a su pavoroso destino por órdenes del general Eustoquio. Y así sucesivamente. Para descifrar el misterio de las mazmorras se tenía que pensar en un trío de dueños y señores.

Los jueces y los tribunales no hacían nada ante tales predicamentos. Se limitaban a callar, porque en la mayoría de las ocasiones no se enteraban del tránsito de los reclusos. Como no ordenaban su retención, tampoco determinaban la fecha de su libertad. Eran negocios políticos con los cuales no se relacionaban porque pertenecían con exclusividad a los miembros de un clan irrebatible, o en los que participaban como juguetes de los que tenían la sartén por el mango.

Se escogió este ejemplo por su elocuencia, pero bajo ningún respecto para señalar a nuestro capitán Cabello de la actualidad de atrocidades como las cometidas por el niño Vicentico o por el primo Eustoquio. Entre otras cosas, porque no hay evidencias que puedan sostener la afirmación y porque estamos en épocas distintas. Pero he dicho nuestro capitán Cabello porque es, dentro de la dictadura que padecemos, el personaje más relacionado con las rutinas de los ciudadanos en la mayoría de los trances, y, por lo tanto, susceptible de analogía. Más que el mismo usurpador, que ya es mucho decir.

En Venezuela todos están pendientes de lo que dice el capitán Cabello en su programa de televisión, o de lo que declara a los periodistas cuando tiene ganas, o de los discursos que de vez en cuando suelta en el organismo que dirige. Pero no lo hacen por la atracción que produce su elocuencia, una cualidad que le está vedada, ni por las profundidad de su talento, sobre el cual pueden existir fundadas dudas, sino por la sensación que se tiene de que lo que diga se convertirá en decisión fulminante de la cúpula chavista; y de que su voluntad no solo podrá cambiar el rumbo de la política, sino también los planes de los particulares en materias tan privadas como iniciar un negocio, planificar los estudios de los hijos, hablar en las tertulias con los amigos o tomarse unas vacaciones. El cobijo del capitán sería una bendición, desde luego. De allí que la diana de su voz sea más importante que la tinta de la Gaceta Oficial. O lo parece, de acuerdo con las sensaciones de la ciudadanía que vive pendiente de lo que afirma y de lo que calla para ver cómo enfrentará los retos de cada día.

No se toca el punto para que el lector piense que el capitán es más importante que el usurpador, lo cual puede ser idea superflua a la hora de meterse en las interioridades de la cúpula, sino solo para detenerse en la aberración que significa el hecho de que pueda ser el centro de la vida ante las leyes, ante los intereses de otras figuras del cogollo y frente a las instancias que distinguen la marcha de las repúblicas en el siglo XXI. No solo una aberración, sino un retroceso tan escandaloso que concede licencia para tratar de medir su tamaño con un ejemplo sacado del gomecismo. Un ejemplo que tal vez no funcione porque durante aquella época tenebrosa se hacían notar varios miembros de la tribu reinante y hoy copa la escena uno solo.

 

@eliaspino

El Nacional 

Red de Observación Electoral: Imposible considerar elección de gobernadores como expresión fiel de la voluntad ciudadana

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La Red de Observación Electoral de la Asamblea Nacional, acreditada para desempeñar este rol para los comicios regionales del pasado 15 de octubre, refleja en un informe preliminar “un conjunto de irregularidades que han tenido indudable incidencia en el proceso eleccionario, el cual en su conjunto, estuvo signado por tal cantidad y variedad de vicios, que superan con creces los conocidos en elecciones anteriores, lo que hace imposible considerarlas una expresión fiel de la voluntad ciudadana”.

El documento registra que desde antes de la elección el CNE tomó medidas como la ejecución en brevísimo tiempo, sin previa aprobación de un cronograma, de las actividades preparatorias de la elección, con el consiguiente menoscabo de la ejecución de varias de ellas, y la puesta en marcha de importantes procesos, como el de la inscripción de candidatos.

Se cuestiona también la negativa a permitir a los partidos políticos cambiar las postulaciones de candidatos que habían hecho inicialmente, por lo que permanecieron en la boleta de votación candidatos que no estaban participando en la contienda, hecho que generó confusión en los electores y llevó a parte de ellos a perder su voto.

“Esta medida tiene un potencial poder de llevar al desconocimiento de la voluntad de los

votantes. Adicionalmente, a solo tres días de la jornada electoral, el CNE llevó a cabo reubicaciones de un apreciable número de centros de votación, ocasionando dificultades de diversa índole a muchos electores, que van desde la ubicación del sitio donde le correspondía votar, hasta problemas de transporte, seguridad y de excesiva aglomeración de personas en espacios reducidos e incómodos, que generaron grandes colas. Más aún, los electores afectados no contaron con información apropiada y oportuna sobre los cambios realizados por parte del CNE”.

Según la Red de Observación Electoral las reubicaciones afectaron a unos 700.000 electores, con significativa concentración en los estados Miranda, Mérida, Aragua, Carabobo y Lara.

Destaca que durante el período de campaña electoral fue pública y notoria la utilización de recursos públicos en actos proselitistas a favor de los candidatos del oficialismo, lo que generó un ambiente para la celebración de la jornada electoral del 15 de octubre con un marcado sesgo.  

 

Incidencias más resaltantes de la jornada

Durante el ejercicio de la observación, los miembros de la Red reportaron irregularidades de diversa índole, como la compra de votos en la puerta de los centros para que estos permitieran ser asistidos en el acto de sufragio, la desmedida aglomeración de votantes en algunos centros lo que originó largas colas y el ejercicio del voto con documentos de identificación distintos a la cédula de identidad, como ocurrió con el carnet de la patria.

En el informe se indica que en el 16% de los centros se irrespetó la normativa del voto asistido, y que se observó violencia e intimidación por parte de grupos que se identificaban como colectivos amedrentando a votantes y medios de transporte que movilizaban votantes de centros eliminados a los centros reubicados.

Agrega la Red varios datos resaltantes:

  • Hechos de violencia se presentaron en el 60% de los centros observados.
  • En un 44% de los centros se reportó que el escrutinio no fue público y en algunos casos no se realizó el sorteo de las mesas para la verificación ciudadana.
  • En el 35% de los centros las mesas se constituyeron con miembros accidentales que tuvieron dificultades en el desempeño de sus funciones.
  • En al menos el 53% se había iniciado el proceso de votación antes de las 7 de la mañana.
  • En un 39% se detectó que no había testigos debidamente acreditados de los distintos partidos. Parte de este porcentaje es producto de que los testigos fueron expulsados o no les permitieron la entrada a la mesa de votación.
  • En el 58% de los centros observados, la hora de cierre fue posterior a las 8:00 pm, a pesar de que en varios de ellos no había votantes en cola.
  • En un 44% de los centros el escrutinio y la validación ciudadana no fue un acto público.

 

Por otra parte, se reportaron problemas de energía en Amazonas, Aragua y Miranda, afectando al menos al 1% de los votantes a nivel nacional. En varios centros fallaron también las baterías de las máquinas de votación previstas para el suministro de energía en casos de emergencia.

La Red recibió reportes de varios centros con máquinas dañadas y gran retardo en su sustitución. Esto provocó considerables lapsos de interrupción de la votación (de hasta más de tres horas en algunos casos) en esos centros.

La Red señala como otra irregularidad que a las 6:13 pm, antes de que el CNE informara al país los resultados de las elecciones, el presidente Nicolás Maduro, acompañado del alto gobierno, incluyendo el estamento militar, declaró en Venezolana de Televisión dando cifras de participación de 61,4%, más de 10 millones de votantes, y dio como ganador al oficialismo en 17 gobernaciones (75% de los votos de todo el país).

Se cuestiona en el documento que para la observación nacional fueron autorizadas solo dos organizaciones (Proyecto Social y la Red de Observación Electoral de Asamblea de Educación), a diferencia de elecciones pasadas donde fueron acreditadas cinco organizaciones, restando fuerza a la importante observación nacional.

También resalta el informe que los procesos de observación tuvieron trabas y dificultades, como la entrega tardía de credenciales, lo que imposibilitó la presencia de observadores a varios centros, así como el desconocimiento y el retiro de representantes de las entidades que había logrado acreditarse en este rol.

¡Dependemos de nuestra voluntad!, por Carlos Dorado

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La voluntad es el motor de los comportamientos humanos. Es un impulso que nos empuja a la acción. Cuando carecemos de ella, nos convertimos en apáticos. Esto no significa que todo lo que hagamos sea el resultado de una decisión voluntaria. Por ejemplo; hay actos biológicos o instintivos, que no requieren de voluntad. Así como actividades rutinarias que realizamos de una manera mecánica, sin una deliberación previa.

La voluntad es la que pone en juego todas nuestras capacidades al servicio de los objetivos y de los sueños que nos proponemos alcanzar. Recuerdo que mi madre alguna vez me dijo: “Carlos no mires a las estrellas buscando tu provenir, pues sólo con tu voluntad, esfuerzo y el dominio que tengas de ti mismo, alcanzarás todo lo que te propongas”.

En nuestra sociedad resulta bastante tangible el diferenciar la actitud de quienes ejecutan sus tareas con voluntad, y la de aquellos que se limitan a cumplir una simple obligación. El desempeño y actitud de los primeros es superior a lo que cabría esperar de sus competencias; son resolutivos y pareciera que sus acciones se anticipan con acierto a los acontecimientos. En el caso de los segundos, aunque se trate  de personas con amplia experiencia y  excelentes cualidades, es poco lo que podemos esperar de excepcional de ellos; y como mucho, nos encontraremos con que den algún que otro resultado.

Son muy curiosos los casos de personas a las que conocemos (amigos, vecinos, compañeros de estudio, etc.) que nos parecen seres “grises”, rutinarios y poco creativos. Y de repente, tras un tiempo de conocerlos mejor, nos sorprenden cuando los observamos en algún ámbito de su vida privada (el desarrollo de alguna afición, la práctica de un deporte, etc.) comprobando que son muy creativos, impulsivos y con grandes dotes de liderazgo. El contraste tiene su origen en que, inicialmente; sin conocerlos bien, los prejuzgamos como simples ejecutores de acciones; mientras que el segundo juicio que tenemos de estas personas, surge cuando vemos que ponen en juego su voluntad.

Allí donde una persona hace aquello que quiere, encontramos la justa expresión de lo que esa persona es capaz de hacer gracias a su voluntad.

Siempre hay personas especialmente lúcidas para detectar fallos y errores en los demás; pero muy cortos para encontrar soluciones. Por el contrario, quien tiene una voluntad decidida suele analizar las situaciones desde una perspectiva muy práctica y con soluciones efectivas. Ambas actitudes son contagiosas. De hecho, cuando predomina el primer perfil, encontramos sociedades desanimadas y reactivas en vez de proactivas. Por el contrario, basta a veces con que haya una persona realmente comprometida y decidida con un proyecto, para transmitirle a todos los demás el mismo entusiasmo y obtener de ellos una ejecución excelente.

Creo que gestionar la voluntad, supone estar convencido de que el impulso que lleva a la acción es algo que cada quien decide, y que dicho impulso va mucho más allá de lo que su entorno está en condiciones de recompensarle. Quizás por ello, leí recientemente  esto:  “Un buen líder no es el que motiva bien, sino el que evita desmotivar, y tiene la intención de cooperar con voluntad en el éxito de un proyecto común, de superarse a sí mismo, y de alcanzar metas excelentes junto a los demás”.

Por lo tanto, el buen líder debe ser un buen gestor de voluntades, pues sabe que sacar adelante un proyecto común de éxito no proviene sólo de él, sino de todas las voluntades de sus seguidores.

cdoradof@hotmail.com

Perú sugiere que el Vaticano y 12 países medien en Venezuela

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El canciller peruano, Ricardo Luna, propuso que el Vaticano y 12 países de la región, sean mediadores en la crisis que afecta a Venezuela, en un contexto marcado por la desesperación del presidente Nicolás Maduro en militarizar al país, según una entrevista publicada este domingo.

“Sugiero que el Vaticano haga la mediación con los 12 países de la OEA que siguen la crisis en Venezuela”, dijo el canciller Luna en declaraciones al diario Perú21.

El jefe de la diplomacia peruana no enumeró los 12 países pero descartó una nueva gestión en solitario del Vaticano porque la que se gestó a través de la (Unión Suramericana de Naciones) Unasur, “no sirvió de nada”.

Luna enfatizó que los países de la región preocupados por la situación interna de Venezuela “deben estar activos en el marco de la OEA y también fuera de ésta”, y recordó que, hasta el momento, “la OEA es siempre la suma de la voluntad de sus miembros” al explicar el papel que cumple la Organización de Estados Americanos (OEA).

“No nos encasillemos en un organismo que, lamentablemente, tiene mucho de retórica y un liderazgo auténticamente democrático como el de Luis Almagro”, dijo Luna al resumir, sin entrar en detalles, el debate que suscita Venezuela en la organización.

 

 

“Maduro está al borde de la desesperación. La situación se le ha ido de las manos (…). Nadie duda de que este señor esté fuera de sí. Maduro no busca el diálogo. Por el contrario, está militarizando el conflicto creando fantasmas y usando la violencia”, señaló el canciller Luna.

Perú se ha convertido desde el inicio del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski en un crítico de Caracas centrado en promover el respeto a la democracia en Venezuela y la posibilidad de ayuda humanitaria.

Las críticas se producen cuando suman al menos 20 los fallecidos en tres semanas de violentas protestas contra el gobierno de Maduro, que exigen elecciones generales.

El presidente peruano Kuczynski es un duro crítico de la gestión de Maduro, lo que le ha valido unos roces con Venezuela que culminaron con el retiro del embajador de Lima en Caracas a fines de marzo.

A lo largo de esta semana Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay se han pronunciado conjuntamente sobre las protestas en Venezuela contra del gobierno de Maduro.

D. Blanco Oct 27, 2016 | Actualizado hace 7 años
Neodictador, por José Domingo Blanco

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Que Nicolás diga que en el país no ocurrirá de nuevo lo que pasó el 6 de diciembre de 2015, y que no volverá a perder ninguna elección, es la verdadera razón por la que el pichón de Chávez, rebuscando razones y torciendo la ley a su conveniencia, suspende la recolección de firmas que nos hubiese permitido avanzar un poco más hacia el Referendo Revocatorio. De nuevo, las actuaciones del “hijo de Chávez” revelan su talante dictatorial y las costuras de este régimen sátrapa que solo aceptará celebrar comicios cuando tengan toda la certeza de que serán los ganadores; por supuesto, gracias a las “tramparentes” actuaciones del CNE –y el aval de los “intachables” jueces del TSJ.

Pero, el “sucesor” del difunto expresidente nunca aceptará que la voluntad del pueblo hoy es otra. Ese pueblo que tanto manosea y por el que dice trabajar, ya no lo quiere gobernando. Por eso, no se atreve a medirse y hacer lo que cualquier demócrata, respetuoso de la Constitución, haría: acatar lo que establecen las leyes y permitir que ese pueblo que hace algún tiempo lo apoyó (porque así lo quiso el difunto), se exprese y lo remueva del cargo que se niega a soltar. Porque, después de las concentraciones que se dieron en Venezuela el miércoles 26 de octubre, en las que sin bolsas Clap, ni promesas de casas, ni ofertas de contratos con el Estado, miles de venezolanos, en todo el territorio nacional, tomaron de nuevo las calles para expresar la repugnancia que les causa este régimen saqueador.

Y Nicolás lo sabe. Por más que su círculo de aduladores le maquille las encuestas, retoque las fotos y modifique resultados. Nicolás sabe que perdería hasta las elecciones para ser el presidente de la Junta de Condominio de cualquier edificio de Misión Vivienda, de esos que en la fachada tienen los ojitos o la firma de Chávez, y que han terminado convertidos en unos barrios verticales, llenos de problemas. Sólo que ha sabido blindarse y rodearse de funcionarios de dudosa moral y ética, que disfrutan las bondades y beneficios de ser parte de esta vergonzosa revolución. Y por eso, Nicolás suelta la “perlita” de que no habrá Referendum y se va de paseo con Cilia, y su comitiva, a recorrer países que no lo esperaban con la excusa de los precios del petróleo. Luego, como quien incluye un destino de último minuto porque la chequera lo permite, decide que el Vaticano será otro paraíso turístico que incorporará en su tour, para imponerle su presencia al Papa Francisco, así como cuando te llegan a la casa –justo a la hora de la comida- invitados que no esperas. Y se larga del país, demostrándole a la Asamblea Nacional que él sale y entra de Venezuela cuando le da la gana y sin la autorización que, por ley, tendrían que concederle desde el hemiciclo. ¡Y cuidadito con chistar! Porque el TSJ, Jorge Rodríguez, Aristóbulo, Héctor Rodríguez y Diosdado solo esperan los chasquidos de los dedos del amo, para agredir y buscar las vías –violentas- que permitan la disolución de la Asamblea, electa por decisión popular.

Vuelve a ser la soberbia del neodictador la que se impone. Porque, el sistema de gobierno venezolano es eso: una neo dictadura que permite algunas cosas –como la marcha del miércoles 26 de octubre o la del 1 de septiembre- como para que los ojos del mundo vean –y crean- que se trata de un gobierno democrático; pero, que no pierde la oportunidad de reprimir, golpear, amedrentar o encarcelar a quienes, con un tono más alto y aguerrido, se atrevan a desafiarlo. Porque, a pesar del matiz pacífico de las manifestaciones, nunca faltan los Colectivos y motorizados –el verdadero cuerpo armado de la Revolución- para intimidar, reprimir y acorralar a los opositores del régimen.

¿A qué juega Nicolás? ¿Qué es lo que quiere detonar con sus decisiones y sus provocaciones? ¿Es el deber moral con su difunto padre Chávez el que no le permite actuar con apego a la Constitución? ¿No le queda suficientemente claro con la Toma de Venezuela que hay un sector mayoritario de la sociedad, al que no le importan las bolsas Clap -aun cuando las esté necesitando- que está dispuesto a poner el pecho y restearse hasta lo último con tal de acabar con esta pesadilla chavista?

No dudo que, dentro de los seguidores de Maduro, haya algunos que no vayan nariceados u obligados. Deben quedar unos cuantos que, inexplicablemente, todavía creen –después de casi 18 años- que el futuro del país está en la Revolución Socialista del Siglo XXI, a pesar de los resultados desastrosos de estos más de tres lustros que llevamos con ellos al poder. El balance, hasta la fecha, es que este régimen que prometía la igualdad social y la distribución equitativa de las riquezas, ha destruido al país y saqueado sus tesoros para beneficio propio, convirtiéndonos en la nación más corrupta del mundo. Por eso me cuesta creer que, en medio del hambre, la escasez, la pobreza y la inseguridad siga habiendo chavistas de base o nuevas generaciones deseosas de inscribirse en el PSUV. Sólo ellos, los saqueadores, los parásitos que tienen las riendas de la nación, pueden seguir fieles a esta ideología trasnochada, que ha hundido al país en la más profunda miseria. Pero, tarde o temprano –confío que más temprano que tarde- lograremos alzar el tapete, sacudirlo fuertemente y salir de la plaga que lo infecta.

@mingo_1

mingo.blanco@gmail.com

 

D. Blanco Oct 13, 2016 | Actualizado hace 8 años
Perra gana, por José Domingo Blanco

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La otra noche vi una película en la que el dueño de un circo, al ver que uno de los elefantes no era capaz de obedecerle a su antojo, lo golpeaba, lo maltrataba, lo hería y sólo lo alimentaba de ocasión en ocasión. El pobre animal, inmenso y noble, cedía ante los atropellos del cruel domador que, además, parecía regocijarse en la maldad de sus actos y disfrutar los daños que infringía al paquidermo. Pero un día, el animal –enorme y pesado; pero, sobre todo, cansado de tanto maltrato- se sublevó y acabó con su torturador.

No es la primera vez que un animal golpeado y herido se rebela contra quien pretende doblegarlo. Como esas historias que alguna vez hemos escuchado en las que el león, tarde o temprano, termina devorándose a su domador, después de aguantar por años los latigazos que le propinaba. Esa es la tarea de los domesticadores de animales salvajes: oprimir para lograr la obediencia y la subyugación. Golpear y castigar para sembrar el miedo que garantiza el acatamiento de la voluntad de quien ostenta el fuete en las manos. Asfixiar, para hacer sucumbir.

Y de pronto, el circo y sus domadores de fieras, me parecen una metáfora del país. Hay totalitarios que se creen domadores de las masas. Por años, logran que los ciudadanos a quienes gobiernan “entren por el aro”, producto de ese acondicionamiento brutal y doloroso al que le someten. Pero, un día esa población castigada, hambreada y obligada a obedecer, se comporta como el animal domesticado. Y cansada de tantos golpes y penurias, le devora o le aplasta la cabeza a su cruel domador

Los venezolanos estamos comportándonos como los animales sometidos de un circo. Este régimen ha perdurado todos estos lustros –que ya son demasiados- porque ha sembrado el miedo: y su látigo ha sido la escasez, la delincuencia y la pobreza. Este régimen quiere mantenernos acorralados y utiliza todas las herramientas punzantes con las que puede hacernos daño y someternos a su voluntad. Por eso nunca faltan las amenazas. En estos años de Chavismo/Madurismo los golpes, la cárcel, el hambre, el miedo, la muerte o la represión han sido los verdaderos gobernantes. Este régimen nos ha impuesto la sumisión como norma de comportamiento, porque usa el terror como forma de gobierno. Porque, en apariencia, tiene en sus manos el fuete con el que puede doblegarnos. Y ese látigo se ha transformado en el salvoconducto que le facilita su permanencia en el poder.

Maduro gobierna “a su perra gana”. Y gobierna así quien no tiene ningún tipo de educación. Maduro es el vivo ejemplo del mediocre promovido, que llegó a un cargo tan importante de pura carambola. Actúa como el trucutú de la prehistoria que, a punta de golpe y porrazo, arrastra al país a las fauces de oscuros depredadores. Y lo estamos evidenciando de una manera tan patética y cruel, que su historia como gobernante de esta nación quedará marcada por la necesidad de dejar de ser “si mismo” para obligatoriamente convertirse en una burda imitación de su padre político; un hecho evidente que lo ha desdibujado como ser humano. Resulta que Nicolás se ha convertido en una especie de híbrido -entre danta y mastodonte- donde no le queda otra que abrazarse a la bandera de los más terroríficos y trogloditas gobernantes. Está decidido a no rectificar, porque sería denigrar de su esencia Chavista. Maduro fue obligado a calzarse las botas de un Chávez que ya venía boqueando. En estos años ha quedado más que demostrado que el país no avanza si no tenemos precios altos del petróleo. Y por eso, a Nicolás no le ha quedado otra que imitar al domador de circo, volverse la caricatura de su antecesor, y subyugarnos a punta de errores.

Durante estos años, el régimen ha sabido cometer sus fechorías y salir ileso de sus actos atroces. La impunidad ha sido su aliada. Y los organismos del Estado los avaladores de sus delitos. Porque, cuando este régimen actúa de espalda a la Constitución e impone lo que a todas luces lo tiñe de dictador, hace uso del látigo de la crueldad con el que logra dominar a la fiera. Quien denuncia, va preso. Quien protesta, va preso. Quien expresa su inconformidad, va preso. Quien no acata la voluntad del régimen no tiene derecho a la salud o a la comida. Quien no obedece corre el riesgo de ser duramente castigado. Este régimen ha tenido éxito a la hora de salirse con la suya. Y nosotros, los venezolanos, aunque en apariencia estamos heridos, golpeados, temerosos, disminuidos y acorralados, no dudo que estemos a punto de detonar. Tantos latigazos tienen que estar haciendo mella en nuestro temple y, al igual que el elefante de la película, estamos cada vez más deseosos de aplastarle la cabeza al cruel domador.

 

@mingo

mingo.blanco@gmail.com

Voluntad y visión política, por Armando Martini Pietri

Política

 

Venezuela atraviesa un tiempo crítico formado por la unión de varias crisis: económica, social, salud, energía, agua, seguridad ciudadana, ética, moral, institucional, y de liderazgo político. Somos un país colapsado, casi paralizado que se deshilacha poco a poco, como las banderas derrotadas abandonadas a los vientos. El desenlace luce catastrófico, a menos que se tomen medidas y decisiones apremiantes, pero, más que urgentes, adecuadas. La tragedia social reclama cambios, son obligadas e indispensables la visión y voluntad política.

¿Qué es voluntad política? Un grupo de personas, especialmente si forman parte de uno en particular, o de distintas organizaciones o partidos políticos, opositores, oficialistas, o de diversos gobiernos relacionados, que se ponen de acuerdo, que coinciden mental y espiritualmente en un tema que afecta a millones de personas, es lo que los analistas llaman “visión política”; y a la decisión de aplicarla y actuar en base a ella, “voluntad política”. Palabras que cuando son mal expresadas al pronunciarlas a quienes han sufrido y sido víctimas, causan terror, pánico y se convierten en sinónimos de desgracia, desdicha.

Habitualmente, la visión y su voluntad política se justifican, se esconden, tras el viejísimo pretexto de defender, apoyar, proteger y cualquier otro verbo llamativo, al pueblo. Son tantos los que defienden y socorren a la población, que terminan aplastándola, hundiéndola en lodazales de frases elocuentes y faraónicas, grandes titulares de prensa, declaraciones políticas necias, sin importancia y basureros conceptuales; todo ese bosque abarrotado de hojas que envejecen, se desploman y flores que se marchitan antes de producir frutos; por eso no generan nunca pueblos felices sino masas amontonadas y olvidadas, de las cuales los productores de visiones y voluntades políticas se acuerdan sólo cuando sienten que les conviene y las necesitan.

Para los estrategas y armadores de cualquier “visión política” eso que llaman “pueblo” no es más que un grupo mayor o menor de votos sin voluntad propia sino inducida por despliegues de propaganda prediseñada, conducidos lo más ordenada y confiable posible para apoyar lo que los pontificadores de la “voluntad política” recomiendan y que coincide con lo que a ellos conviene. Algunos se preguntan ¿qué barbaridad es esa?, pero no es tal, es pura y compleja verdad que muchos no se atreven a decir. Un buen ejemplo hoy en día es que todos desmienten con vehemencia -a presunta conveniencia- las negociaciones entre parte de la oposición y algunos oficialistas, desmentidos que por los indicios; las hubo, las hay y seguirá habiéndolas.

O lo que creen que les conviene, porque politicastros hay montones, pero hombres y mujeres de estado –estadistas- muy pocos. Suele ocurrir que esos politiqueros hagan creer ventajosas acciones y realidades que no lo son tanto, actividades, programas políticos y de gobierno que, en la diaria práctica, perjudican. 

Por ejemplo, en el sorprendente tropezón de los comunisteros de Podemos en España, que han hecho todo lo que juraban era su fortaleza pero en las recientes elecciones no sólo no superaron al ya bastante abatido Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sino que perdieron un millón y más de votos, retroceso que los alejó del segundo lugar y del liderazgo opositor, encallándolos en un lejano tercer lugar en el cual cualquier cosa puede pasar -sólo los sostiene la lejanía entre los dos principales partidos y la nueva juventud española que es, al mismo tiempo, la más preparada de la historia, la más ansiosa de fiestas y fines de semana regados de estimulantes y la que más dificultades confronta para conseguir trabajo digno, bien remunerado y acorde con su formación académica. Son los jóvenes que no ahorran, que no se casan ni tienen hijos, que viven con sus padres hasta pasados los 30 años.

Muestra es el desconcierto y la falta de proyectos concretos de los ideólogos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que desarrollaron una amplísima campaña promoviendo el llamado “Brexit”, y tras ganar en, reciente referendo, no saben qué hacer y sus propios dirigentes están renunciando e incluso, abandonando la política. Loable iniciativa que algunos deberían considerar con esmero y formalidad.

Refiriendo algunos ejemplos cercanos de cómo la “visión política” y la realidad que vivimos usted y yo, o sea, “el pueblo”, se adultera, basta observar impotentes el diario retroceder de nuestro país, al comparar la “visión política” del chavismo, del atolondrado e incompetente madurismo, y la siempre chillona, nunca eficiente voluntad política que ha arruinado al país y a los venezolanos honestos en los últimos 17 años. Además de la prepotencia y el autoengaño militar, que ofrece eficacia y sólo ha dado, en la ultra militarizada Venezuela de tres lustros y dos años recientes, represión y malos manejos administrativos.

Del lado opositor se evidencia la falta de “voluntad política”, con la absurda insistencia en mantener ocultos los diálogos políticos. En el caso de la presunta doble nacionalidad del Presidente Maduro, incertidumbre trascendental a la cual miembros importantes de la clase política no le dan importancia, desprecian y hasta se burlan declarando tonterías y haciendo nada. Las pruebas demuestran la veracidad de los hechos pero la voluntad política al no investigar ni pronunciarse, con su silencio desestima y a veces se convierte en cómplice.

Otro ejemplo espeluznante es lo patético de la profunda crisis ética y moral y la impunidad que existe en el país sobre la corrupción y aquellos que se robaron el dinero de todos, del pueblo –aparentemente conocidos-; sobre las intenciones de recuperar lo hurtado sólo se manifiestan en vagas amenazas verbales, declaradera de estulticias y sandeces que no producen efectos ni sustos, ni parecen tener propósito de provocar resultados. Suele decirse: “si hay voluntad política, un inocente puede ser considerado culpable y nada lo podrá amparar.” O, como ha sucedido en Venezuela, lo contrario. No hay “voluntad política”, nos guste o no reconocerlo. Es triste, pero es la realidad irrefutable e incontrovertible.

El gobierno está imposibilitado para superar la crisis invocando paradigmas políticos y económicos desgastados que, además, estimularon el trance. El Gobierno se empeña obsesivo en aplicarlas y continuarlas con la excusa inservible e inverosímil del originalmente equivocado legado de Chávez. Sin embargo, ante tan inmenso aprieto, el oficialismo luce cansado, postrado, ha perdido el control de casi todo y se descompone en el plano moralista. Sus iniciativas son abortadas por el burocratismo y la corrupción. El Presidente lo sabe, lo reconoce, pero no tiene ni la fuerza ni la autoridad para ponerle coto. Porque, para empezar, ni él ni sus colaboradores saben qué hacer más allá de platicar pendejeras en las cuales ya nadie cree ni confía.

Para salir de esta desgracia que sufre y acompaña a diario a los ciudadanos se requiere de una “voluntad política” radicalmente diferente e inteligente, en la cual las ventajas personales, grupales, partidistas y políticas se dejen de lado y no se antepongan al único beneficio que debe considerarse, el de todos los venezolanos. Ésas sí serían visión y voluntad políticas que valen la pena.

@ArmandoMartini

Leopoldo López por: Ningún poder está sobre la voluntad de un pueblo constituyente y soberano
LeoLopez
Desde su celda en la cárcel militar de Ramo Verde y pese a la continua violación de sus derechos, el líder político venezolano, Leopoldo López, envió un mensaje de aliento y esperanza al pueblo de Venezuela titulado #CambioYA, afirmando que “solo un pueblo organizado podrá abrirle las puertas al cambio pacífico y cerrárselas a la violencia (…) ningún poder está sobre la voluntad de un pueblo constituyente y soberano. El cambio viene nada lo detiene”.
En la misiva López felicita y reconoce a la Unidad democrática porque “la convicción del cambio urgente para Venezuela mediante La Salida de este desastre hoy es bandera de todos”. En este sentido el líder injustamente encarcelado reitera su compromiso con la iniciativa constitucional para La Salida que genere mayor consenso en el seno de la Unidad, “sea revocatorio, reforma, enmienda, renuncia o constituyente”.
A quienes hoy integran las filas del régimen y a los dirigentes de la Unidad envía un enfático y diáfano mensaje por igual. “Es una convicción de la Unidad construir un sistema donde todas las garantías para hacer oposición sean sagradas y ustedes tengan la posibilidad, por la vía democrática de volver a ser gobierno si vuelven a contar con el favor popular. Quienes han pasado esa frontera no pueden esperar otra cosa que enfrentarse a la justicia y la Unidad debe dejar hasta el último aliento porque esa justicia sea todo lo contrario a aquella que hoy nos persigue, es decir, una justicia imparcial y apegada estrictamente a los principios del derecho. Solo así será posible abrirle las puertas al cambio político, constitucional, democrático y pacífico y cerrarlas a cualquier pretensión de violencia, golpe o arrebato cívico-militar, militar-cívico o puramente militar.
El líder político también hace un llamado a los miembros y organizaciones políticas que hoy pudieran afectar las posibilidades de concretar el cambio que clama Venezuela por empecinamiento en una opción o interés particular. “Más allá de las convicciones personales y partidistas sobre determinado mecanismo constitucional, estoy convencido que no es el momento de recelos, ni miramientos, ni cálculos políticos. Ante las mayores injusticias, atropellos y violaciones a los derechos humanos cometidos contra nuestro pueblo. Es nuestro deber moral, no sólo reaccionar, si no hacerlo todos juntos (…) solo así podremos avanzar y abordar de forma prioritaria la escasez, la inflación y la inseguridad que agobia a nuestro pueblo”, esgrime López.
Precisa, “nuestras prioridades están en impulsar una economía diversificada que procure una sociedad más justa e incluyente, segura y soberana y que tenga como prioridad el fortalecimiento de la producción nacional, para así colocar nuevamente a Venezuela en el lugar que le corresponde en el mundo”.
Con su acostumbrado optimismo y convicción de que sí es posible construir una Mejor Venezuela, López concluye “Sí se puede Venezuela, sí se puede y juntos lo vamos a lograr. ¡Fuerza y fe!”.