TRAS EL RECESO navideño, la Unidad Educativa Integral Bolivariana “Santa Teresita de Guayana” no ha retomado las clases.
En esta institución educativa de la parroquia Dalla Costa, del municipio Sifontes están paralizadas las actividades porque se ha impuesto el cobro del transporte escolar en oro.
Los representantes de estos niños cursantes de la III Etapa de Educación Básica de la Comunidad Indígena de San Flaviano, dicen sentirse impotentes, pues en su mayoría no pueden costear este gasto.
El plan del cobro consiste en el desembolso mensual de 0.8 gramas de oro. Lo que alegan quienes prestar el servicio, es que esta decisión obedece a la imposibilidad de conseguir efectivo en la zona.
Los padres de la comunidad denuncian que los transportistas que acceden aceptar el pago en efectivo, no aceptan los billetes de 5, 10 y 20 bolívares.
Por esta situación, los estudiantes no asisten a la escuela desde que se retomó el año escolar en enero.
Aunque la minería ha proliferado en la zona, y son muchos los que trabajan en actividades vinculadas a ella, maestros y un grupo de padres denunciaron a Kapé Kapé que no se trata de una situación generalizada y que muchos dependen de salario mínimo, pensiones y el comercio informal.
Esta irregularidad es una nueva muestra de la violación del derecho a la educación de los pueblos indígenas en lo que tiene que ver con la generación de condiciones óptimas para que los niños, niñas y adolescentes puedan formar parte del sistema educativo sin ninguna limitación, tal como lo establece el artículo 78 de la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas, que establece que “la educación intercultural bilingüe es gratuita en todos sus niveles y modalidades y es obligación del Estado la creación y sostenimiento de instituciones y servicios que garanticen este derecho”.
Con informacion de Kape Kape
