Ayer Caracas volvió a su rutina normal, que se complicó como consecuencia de lloviznas que se iniciaron desde muy temprano y se prolongaron durante casi todo el día, tras una pausa de cinco meses por las medidas de ahorro energético.
A primera hora de la mañana los accesos a la ciudad estaban congestionados. Los conductores que tomaron la carretera Panamericana se demoraron hasta tres horas para llegar a Caracas, mientras que los que venían de Guarenas y Guatire también demoraron casi dos horas, al igual que en la Regional del Centro y la Caracas-La Guaira.
A pesar de que era miércoles, después de un feriado, la ciudad lucía el trafico propio de un lunes cualquiera y con lluvia, se quejaron los conductores que estaban varados en las colas de las autopistas.
A mitad de la mañana el congestionamiento de tráfico se agudizó en el acceso hacia Filas de Mariche y a la Universidad Santa María por una protesta de los vecinos del barrio Píritu de Petare por falta de agua.
Por otra parte, los organismos públicos retomaron ayer a su horario normal. En la oficina del Saime en Los Ruices se observaron largas colas de personas tratando de hacer los trámites, al igual que en la sede del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (Intt) y del Instituto Nacional del Seguro Social en Chacao y Macaracuay.
