Mi nombre es Carlos Vallalta Cordido, me dirijo muy respetuosamente a usted con varios planteamientos, entre los cuales no puede faltar su papel como intermediario para un diálogo entre venezolanos. ¿Por qué digo entre venezolanos? Simplemente porque un diálogo no puede partir de pequeñas cúpulas llámese PSUV Gobierno -MUD Oposición. Para mi el diálogo va más allá, si bien es cierto que más del 80% de los venezolano queremos diálogo, también es cierto que más del 80% de los venezolanos queremos, basándonos en nuestra Constitución, un Referendúm Revocatorio para este año. Entonces si podremos hablar de diálogo debido que, se está tomando en cuenta la opinión de TODOS LOS VENEZOLANOS y no de pequeñas cúpulas. Se que su papel no es sencillo, igualmente no tengo el porqué dudar de su buena fé y de su intención para que haya una reconciliación entre venezolanos. Pero si me permite darle un consejo cuando esté a solas con su amigo Nicolás hágale saber de lo importante que es para todos los venezolanos que se haga el Revocatorio éste año. Si no lamentablemente su papel como mediador habrá fracasado y Venezuela se irá a un despeñadero con consecuencias incalculables. Quien le habla es una persona perteneciente a la sociedad civil (llámese pueblo), no pertenezco a ningún partido político ni creo en ideologías ni de Derecha ni de Izquierda. Simplemente pertenezco a esa parte de la población que sólo pide Democracia, Libertad, Seguridad y Oportunidades para educar a mis hijos en este lindo país Venezuela. Por cierto me tomé la libertad de escribirle estas líneas puesto que, quien le habla es un primo suyo. ¡Sí! un primo suyo de la rama VALERO aquella parte de su familia materna que le tocó vivir dos migraciones por problemas políticos, Valladolid-La Habana-Caracas, aquella parte de la familia que no quiere seguir emigrando y quiere vivir en paz en Venezuela. Como no creo en casualidades y deseándole nuevamente la mejor de las suerte para que funcione el diálogo me despido de usted con una frase que aunque común muy pertinente al momento. Y la decía mucho mi abuelita Fabiana, mejor dicho nuestra abuelita (enterrada en Venezuela) Doña Fabiana Valero: ¡HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE!
Atte. Carlos Vallalta Cordido.
