Regreso al parto natural por Blanca García Bocaranda - Runrun
Regreso al parto natural por Blanca García Bocaranda

Dice la Biblia que al ser descubierta la traición de Adán y Eva se les castigó privándoles de los placeres del Paraíso, condenándoles al trabajo para ganarse el pan con el sudor de su frente. Además, las descendientes de Eva les tenía reservado un castigo adicional; el dar a luz a sus hijos con dolor. Y así ha sido desde el principio de los tiempos hasta hace unos cuantos años…

Para desmitificar tantas historias antiguas y actuales, hasta de sala de espera, el doctor Freddy González, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Centro Médico Docente La Trinidad, nos explica que “el parto es el nacimiento del producto de la gestación por vía vaginal (eutócico), que serían los orificios naturales de la mujer”. Cualquier mujer está capacitada fisiológicamente a presentar un parto por vía vaginal, sin ninguna contraindicación. Existen contraindicaciones absolutas y relativas para evitar un parto por vía vaginal en condiciones médicas, fisiológicas o patológicas de parte de la paciente que contraindique el parto vaginal de lo cual hablaremos más adelante.

De no existir ninguna de estas contraindicaciones para que la paciente tenga un parto por vía vaginal, teóricamente, cualquier paciente podría tener su hijo por vía vaginal, tenemos que contar con condiciones básicas para la paciente en la actualidad. Una de ellas es que la mujer esté preparada y ganada a la idea del parto por vía vaginal porque si la paciente no está conforme con un parto de esta manera estará tensa, predispuesta, no tendrá la paciencia ni prestará la colaboración para dar a luz de esta forma, lo cual puede llevarse varias horas de trabajo. Durante ese tiempo la paciente tendrá cierta incomodidad, malestar y dolor, pero cuando el dolor sea suficientemente importante o intolerable después de cierto tiempo de dilatación, cuando la contracción puede ser un poco más incómoda o más dolorosa, hay formas para controlarlo o disminuirlo con ayuda de la peridural y a partir de ese momento se pueden colocar bajas dosis de analgésico por vía peridural. Controlando el dolor la mujer continúa su trabajo de parto de forma espontánea, voluntaria y natural, pero sin la presencia de la intensidad del dolor que podría incomodarla.

Parirás sin dolor

La peridural no afecta para nada al niño, es un bloqueo local (de la cintura hacia abajo) donde se colocan anestésicos en un espacio de la columna, a nivel de las vértebras. Ese lugar se baña con anestésico y ello hace el bloqueo anestésico en el área que necesita ser adormecida, manteniendo a la paciente completamente consciente y colaborando. No es un medicamento que se absorberá por vía endovenosa, que pudiera llegarle al bebé, sino de forma local para bloquear el dolor en esa zona nada más.

De esa forma el bebé no tendrá ninguna afectación desde el punto de vista analgésico y la paciente tendrá el control del dolor o la minimización de éste a una tolerancia tal que la paciente puede continuar su trabajo de parto sin presentar disconfort. Utilizando esa técnica o la de relajación del paciente llamada de “concientización del paciente” hacia el trabajo de parto, que la paciente madure la idea de poder parir, pudiendo tolerar el trabajo de parto y si tiene paciencia para asumir el trabajo de parto tomando en cuenta que el médico debe asegurarle 100 por ciento que el bienestar de su bebé está asegurado y está tolerando las contracciones, lo cual hacemos mediante el monitoreo fetal intraparto a través de la evaluación de la frecuencia cardíaca del bebé relacionado con las contracciones uterinas. Por medio de una vía electrónica podemos establecer el bienestar del bebé, y por la evaluación clínica se evalúa la progresión del trabajo de parto, el estado de la presentación y la dilatación para informarle a la paciente el avance del trabajo de parto y sobre cómo va su parto.

Si todo va bien, la paciente teóricamente debería experimentar un trabajo de parto sin ningún problema a las pocas horas, dependiendo de la evolución de la labor. Hay formas de regular el dolor, que es lo que más angustia a las pacientes y hoy logramos limitarlo con el uso de la peridural y anestésicos.

Tratando de concientizar a la paciente de que hará un trabajo de parto que llevará algunas horas y que ella aceptó la idea de este proceso, estará consciente de ciertas modificaciones en sus partes ginecológicas por la salida del bebé. “Al nacer el bebé por vía vaginal tendrá una dilatación suficiente para permitir la salida del bebé, eso no significa que se le modificará para el resto de la vida, pues con el uso de suturas arreglaremos el trayecto hasta dejarlo como originalmente estaba la parte ginecológica”, explica González. El control de esos aspectos pronostica el bienestar del bebé y un parto sin problemas.

Selección de pacientes

Existen condiciones en las cuales no podemos someter a la paciente a trabajo de parto como si presenta una desproporción fetopélvica (pelvis insuficiente para el paso del bebé) o un bebé muy voluminoso que, proporcionalmente, no puede pasar por allí o si el bienestar fetal está comprometido por técnicas previamente establecidas como el ultrasonido, Doppler para evaluar la hemodinamia materno fetal y por ende el bienestar fetal; y si el bebé no tiene la suficiente capacidad de reserva para tolerar el trabajo de parto, es una indicación de cesárea. Igual ocurre si hay placenta previa o un desprendimiento prematuro de placenta o sufrimiento fetal donde el trabajo de parto sería un efecto contraproducente para el confort del bebé, por lo tanto hay que sacarlo rápido. Son patologías en las cuales tenemos que optar por la cesárea. Es indicación de cesárea la paciente con hipertensión inducida por el embarazo, diabetes gestacional descompensada o con feto macrosómico o cualquier estado donde exista compromiso del bienestar materno o fetal que amerite la interrupción del embarazo y el cuello no está en condiciones para inducir el parto.

Las pacientes con algunas patologías médicas o neurológicas como aneurisma cerebral, desprendimiento de retina, un glaucoma no controlado que debido al esfuerzo puede complicar una causa médica de base, deben ser objeto de cesárea por ser la alternativa del parto en casos donde no existe la indicación o no es favorable el trabajo de parto tanto para la madre como para el feto y existe la opción de la cesárea que es un procedimiento altamente calificado con buena tecnología. Es una cirugía con estupendos resultados. Realizarla con buenos materiales médicos quirúrgicos, técnicas quirúrgicas y servicio de anestesia postoperatoria implica que el beneficio para la paciente está muy cercano al del parto vaginal, pues los beneficios del parto natural después de todo el aspecto fisiológico, es que la paciente se recupera en pocas horas perfectamente. Ella estará comiendo perfectamente, movilizándose, sin molestias por la cicatriz ni intervención abdominal que siempre resulta incomoda. Definitivamente, hay valiosos pros para el parto.

Las modernas técnicas y beneficios comprobados de la cesárea, tan igualadas al parto, ha hecho que la cesárea sea tan solicitada por muchas pacientes porque la recuperación no es tan grave ni tortuosa como era en el pasado. Después de la cesárea puede estar perfecta a las 24 horas. Las técnicas han mejorado, así como la anestesia, igual las técnicas quirúrgicas y los instrumentales permiten que la cesárea sea mejor manejada por las pacientes.

¿Cesárea o parto?

Conocemos la tendencia demostrada por las estadísticas en clínicas privadas y hospitales públicos donde es mayor la incidencia a la cesárea sobre el parto. Es la realidad. Vemos que la incidencia de parto es mayor en hospitales que en clínicas privadas, pero igual la incidencia de parto, actualmente, en comparación con hace 20 o 30 años en los hospitales se ha modificado porque hay mejores técnicas para evaluar el bienestar del bebé. “Las mujeres no están obligada a tener un parto por vía vaginal, pero hace 20 o 30 años sí, ahora contamos con técnicas para evaluar a cada bebé y decidir cuál bebé será beneficiado con la cesárea y ello hace que los mejores procedimiento para evaluar el bienestar fetal o materno aumenten la incidencia de cesáreas, inclusive en hospitales y centros privados”, concluye González.

 

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