CONOCIENDO AL RÉGIMEN VENEZOLANO -tras una docena de años de su accionar nacional e internacionalmente- no dejó de sorprenderme una noticia repartida o dada a conocer por la empresa principal del país, Petróleos de Venezuela, en la que por un lado parece indicar que tiene una buena relación con el gobierno de los Estados Unidos y por otro señala que su relación económica con el régimen iraní ha estado signada por algunas inconveniencias en los acuerdos gasolineros.

Como el gobierno de Chávez no da puntada sin dedal y su vocera informal pero oficiosa en esa relación con EE.UU. es la doble cedulada Eva Golinger (quien no deja pasar oportunidad para sacarle provecho económico a esa condición ofreciendo sus servicios de abogada para causas como visas o permisos de trabajo en el Norte) y a ella no se le ocurriría siquiera afirmar que hay correspondencia directa entre organismos estadounidenses y el ministerio de Energía criollo, la información aparecida en El Nacional del pasado viernes merece ser analizada.

Dando cuenta de una nota enviada por la Cámara de Representantes estadounidense al ministro Rafael Ramírez en la que le advierten de las posibles sanciones que enfrentaría Venezuela si continuaba exportando sus productos a Irán la noticia sorprende por la » diligencia expresada por Pdvsa al aclarar que los envíos que se hicieron fueron antes de que se impusieran las sanciones al régimen de los ayatolas».

Como el gobierno no esta dado a dar esas explicaciones en forma pública llama la atención la entrega de la noticia a los medios. Averiguando, aprovechando que estoy en los Estados Unidos, pude saber que la embajada venezolana en Washington se enteró por boca de un funcionario del Departamento de Estado que estaba en curso una investigación para saber si aquel anuncio del presidente venezolano de que enviaría gasolina venezolana a Teherán para ayudar a su par Amahdinejad en la escasez del combustible se había concretado o era uno de los tantos anuncios del «comandante caudillo presidente» de mera retórica propagandística.

Lo cierto que demuestra esta «voluntaria explicación de la petrolera venezolana» es la angustia que debe causar la acusación de esa naturaleza al jefe del estado o al propio Ramírez en torno a los negocios que tienen con la nación norteña. Solo pensar en Citgo debe ponerlos a meditar.

Así que hay que estar pendientes de lo que por estos días se diga en Washington, sea en el Congreso o en la sede de la OEA, donde una investigación sobre la Ley Habilitante esta por comenzar para determinar hasta que punto Chávez ha minado con ella el camino democrático.

Esta es la nota que en la edición del pasado viernes 7 publicó el diario El Nacional y que luego fue repicada por otros medios:

Petróleos de Venezuela no envía despachos de gasolina a Irán desde el año pasado, aunque en la empresa estatal se asegura que la suspensión no responde a la exhortación que hizo el Congreso de Estados Unidos sobre las posibles sanciones que afrontaría si continuaba con las exportaciones a esa nación asiática.

La carta de la Cámara de Representantes del Parlamento estadounidense tiene fecha del 24 de septiembre de 2010 y fue enviada al ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, en la que se advierte sobre las sanciones que se le pueden imponer a una compañía que invierta o comercialice sus productos en Irán

Previamente a esa fecha, el ministro había señalado que para ese momento no se estaba despachando combustible a esa nación pérsica. “Los envíos de gasolina a Irán no han sido frecuentes”, dijo Rafael Ramírez en una entrevista que concedió el año pasado a la agencia de noticias Bloomberg. “Los despachos se hicieron antes de que se impusieran las sanciones”, agregó el funcionario.

Señaló que no se preveían nuevos cargamentos. Posteriormente en noviembre reiteró lo señalado dos meses antes; y en la actualidad, la información extraoficial que se tiene de la empresa estatal petrolera indica que tampoco para 2011 están pautados compromisos con Irán en lo que se refiere a gasolina.

En la misiva del Congreso de Estados Unidos también se pide la colaboración con ese país en su política contra el Gobierno de Teherán. “Esperamos que su empresa coopere con Estados Unidos y otras naciones responsables de aislar a Irán económicamente hasta que no cese en sus actividades nucleares”, indica la carta que le enviaron al titular de Energía y Petróleo.

El más reciente acuerdo suscrito entre los Gobiernos de Caracas y Teherán fue la formación de una empresa mixta entre Pdvsa y Petropars para la exploración y explotación del campo Dobokubi, de crudos maduros en el área de El Tigre, y el área Ayacucho de la faja petrolífera del Orinoco.