La discapacidad se acentúa con la crisis económica
Este 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, proclamado en el año 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En Venezuela, a pesar de que existe la Ley Especial para las Trabajadoras y Trabajadores con Discapacidad, son pocos los que logran insertarse en el mercado laboral
A Davinson Linares le falta su pierna derecha pero le sobran las ganas de trabajar y “echar para adelante”. En marzo de 2019, cuando se desplazaba por la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, un conductor ebrio impactó contra Davinson haciendo que rodara por el suelo.
“Del golpe tan fuerte que me dio perdí instantáneamente la pierna y casi pierdo un brazo. Desde el accidente, mi vida cambió por completo, no volví a ser el mismo en ningún sentido. Agradezco que puedo seguir reparando motos y con eso me puedo defender, pero la situación económica del país es ruda y se me hace cuesta arriba cumplir con todo porque tengo un hijo pequeño”, narró.
Para la mayoría de los venezolanos la situación económica es un tema álgido y bastante complejo, que empeora cuando en el hogar vive una persona con una discapacidad.
El alto costo de alimentos y medicinas, la crítica situación de los servicios básicos, la falta de infraestructura adecuada y accesible, la escasa ayuda gubernamental y la limitada oferta laboral hacen que vivir con una persona que presente algún tipo de discapacidad eleve las necesidades.
Una discapacidad es una condición que afecta la capacidad de una persona para llevar a cabo ciertas actividades de la vida cotidiana. Estas pueden ser físicas, sensoriales, intelectuales, psicosociales y cognitivas.
La economía no distingue
Davinson Linares comentó que aunque hay semanas en las que puede hacer 100 dólares haciendo trabajos de mecánica, hay otras en las que no hace nada. Explicó que la mayor parte de sus ingresos se van en comida y en las cosas de su hijo. “Yo agradezco que aunque sea puedo trabajar y tener para mis cosas, porque los discapacitados no tenemos muchas oportunidades de empleo”, dijo.
En el último trimestre de 2024, la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo se ha incrementado en casi 30% al pasar de 36.6 bolívares por dólar a más de 47 en cuestión de semanas, lo genera que las personas que sufren alguna discapacidad enfrenten desafíos adicionales que terminan exacerbando las desigualdades ya existentes.
María Isabel Díaz, economista y profesora de la Universidad Central de Venezuela, explicó en el taller “El rol del periodista en la narrativa sobre la discapacidad”, realizado el pasado 27 de noviembre, que “la economía no distingue cuando se trata de una persona con discapacidad”.
Díaz puntualizó que existe un término que se denomina “sobreesfuerzo económico” que, como lo indica, es el doble esfuerzo que debe hacer un grupo familiar para cubrir los gastos de alimentación, salud e infraestructura para que una persona con discapacidad tenga calidad de vida.
En el mes de septiembre, el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) informó que la canasta alimentaria para una familia de cinco miembros tuvo un costo de 539,16 dólares.
De acuerdo con la organización, un hogar venezolano necesitó 18 dólares diarios para poder comprar los 60 productos que conforman la cesta alimentaria, donde el salario mínimo actual es de 130 bolívares mensuales, unos 3,5 dólares a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela.
Según el último estudio realizado en 2023 por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello, 89% de los hogares venezolanos padece inseguridad alimentaria y la mitad de los hogares no perciben ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria.
Oportunidades de empleo limitadas
Aproximadamente una de cada siete personas, o más de 88 millones de personas en América Latina y el Caribe, viven con una discapacidad que puede afectar su acceso a derechos fundamentales, como la educación, el empleo y la atención médica.
En Venezuela, según el censo del año 2011, 1.454.845 personas o el 5.38% declaró tener al menos una discapacidad. Por su parte, el portal Patria, dirigido por el gobierno de Nicolás Maduro, tiene un registro de 700.000 personas con alguna discapacidad, pero se estima que actualmente la cifra se ubica en dos millones.
Apenas en el año 2023, en Venezuela se aprobó la Ley Especial para las Trabajadoras y Trabajadores con Discapacidad en la Asamblea Nacional, la cual tiene como objetivo principal garantizar el pleno ejercicio de los derechos laborales de las personas con discapacidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y condiciones en el ámbito laboral. Sin embargo, son muy pocas las empresas que dan espacio a personas con discapacidad.
Según esta ley, todas las personas con discapacidad tienen derecho a trabajar en igualdad de condiciones en un entorno laboral libre de discriminación.
Además, la Administración Pública, así como las empresas públicas, privadas o mixtas, deben incorporar no menos del 5% de personas con discapacidad en su nómina quienes tienen derecho a un “salario suficiente que les permita vivir con dignidad”.
La Confederación Sordos de Venezuela (Consorven), elaboró un estudio para conocer los medios de vida de las personas con discapacidad y la investigación arrojó que 44% de estas personas no trabaja.
“Del grupo de personas con discapacidad entrevistadas que labora, 5 de cada 10 lo hace por cuenta propia; 3 de cada 10 trabaja en el sector público y 2 de cada 10 trabaja en el sector privado de la economía, situación que refleja que las personas con discapacidad en el país, encuentran barreras en el acceso al empleo”, dijo Juan Ángel De Gouveia, presidente de Consorven.
Un llamado a la diversidad y la inclusión
La economista María Isabel Díaz afirmó que, actualmente, el mercado laboral para personas que presentan alguna discapacidad es muy limitado, pero destacó el trabajo que realiza la empresa Arcos Dorados, que actualmente emplea a casi 40 personas con discapacidad.
La economista, que ya lleva años trabajando con temas de inclusión de personas con discapacidad en empleos formales, precisó que es necesario habilitar la inclusión social de estos ciudadanos en las empresas, pues son personas con altas capacidades que ayudan también a sensibilizar el entorno y a mantener relaciones laborales basadas en el respeto y la empatía.
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