El dólar comienza a aumentar: ¿se acabó la calma cambiaria? - Runrun
El dólar comienza a aumentar: ¿se acabó la calma cambiaria?
Las estimaciones de 23 bancos y consultoras contemplan, en promedio, que el tipo de cambio oficial cierre este año en 9,1 bolívares

 

@Vsalmeron

 

Desde el último trimestre del año pasado, el Banco Central logró que el dólar se moviera mínimamente y que la cotización del mercado paralelo fuese muy similar a la oficial, transmitiendo una señal de estabilidad que ayudó a mejorar las expectativas.

Pero en mayo se acabó la total tranquilidad: el dólar en el mercado oficial acumula un aumento de 8% e inicia la jornada del 19 de mayo en 4,83 bolívares, mientras que el paralelo rompió la barrera de los cinco bolívares y se negocia en 5,22.

La brecha entre el dólar oficial y el paralelo tiene consecuencias. La mayoría de los precios están en dólares y, para los pagos en bolívares, el comercio más regulado aplica la tasa oficial, mientras que el informal o sujeto a menos supervisión por parte de las autoridades, aplica el tipo de cambio paralelo.

Empresarios consultados explican que parte de sus proveedores han comenzado a exigir pagos en bolívares, pero al tipo de cambio paralelo, algo que también incrementa las distorsiones en la fijación de precios.

Luis Arturo Bárcenas, economista jefe de Ecoanalítica, explica que la brecha «trae más arbitrariedad».

«Empresarios y comercios pueden estar sujetos a proveedores que fijen sus precios usando el tipo de cambio paralelo, esto genera más discrecionalidad”, comentó.

En movimiento

Para incidir sobre el precio de los billetes verdinegros, el Banco Central vende dólares en efectivo a través de las entidades financieras para garantizar que haya oferta. Además, restringe el crédito para evitar que los bancos presten bolívares que luego puedan usarse para comprar dólares.

El gobierno refuerza esta estrategia recortando el gasto para inyectar menos bolívares a la economía que puedan desplazarse a la demanda de dólares; pero en las últimas semanas ha comenzado a gastar más, sobre todo en incrementos de salarios y pensiones.

El aumento del gasto inyecta bolívares que presionan la demanda de dólares y el tipo de cambio lo refleja tanto en el mercado oficial como en el paralelo.

“Hay una vigorosa demanda de divisas y muy poca oferta, que empujan al alza el tipo de cambio”, dice Síntesis Financiera en su informe El Tesorero.

Luis Arturo Bárcenas indica que, si bien ha aumentado la cantidad de bolívares, el principal factor en la variación del tipo de cambio es una política deliberada del Banco Central para permitir un mayor deslizamiento en la cotización del dólar.

“El Banco Central está asignando dólares a precios más altos, pensaría que está dejando que el tipo de cambio fluctúe un poco más sin que esto signifique que se deja el anclaje a un lado”, explica Luis Arturo Bárcenas.

El costo de la vida

Detrás de esta política deliberada del Banco Central para permitir una mayor fluctuación del dólar, agrega Luis Arturo Bárcenas, se encuentra la intención de “mitigar un poco el costo de la vida en dólares”.

Entre octubre-abril la inflación acumula un salto de 45% que supera por mucho el aumento de 7% que tuvo el dólar en este período. Esto se traduce en que mientras los precios escalan, el dólar se queda rezagado y se necesitan más dólares para comprar los mismos productos.

Por ejemplo, si un kilo de azúcar hoy cuesta dos bolívares y el dólar se cotiza a dos bolívares se necesita un dólar para comprarlo. Pero si al cabo de diez meses el kilo de arroz aumenta hasta ocho bolívares y el dólar solo aumenta hasta cuatro bolívares, entonces se requieren dos dólares para comprarlo.

Este fenómeno, para muchos impensable en un país donde la moneda estadounidense es vista como un escudo infalible contra todos los males de la economía, es lo que coloquialmente los venezolanos llaman “inflación en dólares”.

“En un contexto donde más de la mitad de las transacciones se hacen en divisas, el costo de la vida en dólares es un área más importante que la inflación en bolívares, entonces el Banco Central permite un deslizamiento del tipo de cambio para reducir el costo de la vida en dólares”, dice Luis Arturo Bárcenas.

Transferencia costosa

Hay distorsiones que comienzan a agravarse. El Banco Central vende dólares en efectivo que no pueden transferirse fácilmente al exterior.

Empresarios consultados explican que el procedimiento que están aplicando distintos bancos es que les compran los dólares en efectivo y les depositan bolívares. Luego, el banco les vende dólares “transferibles” que son los que tiene en el exterior y puede depositarle en una cuenta fuera del país.

Estas operaciones implican pagos de comisiones y una prima, porque los dólares “transferibles” son escasos. “Esta mañana pedí a mi banco que me permitiera transferir 80 mil dólares y solo pude sacar la mitad”, dice un empresario.

La consecuencia es que el dólar está reflejando esta creciente sequía de divisas transferibles en la cotización del mercado paralelo.

Un aspecto a tomar en cuenta es que el Banco Central, en un intento por disminuir el uso del dólar, limitó las transferencias entre cuentas en dólares de un mismo banco y tampoco son posibles entre distintos bancos porque no hay interconexión.

Pero el resultado no ha sido el esperado. Ante la nueva traba, en vez de vender dólares y operar en bolívares, ha aumentado la cantidad de empresas y comercios que quieren transferir dólares al exterior.

“Actualmente, no puedo pagarle a un proveedor que tenga cuenta en dólares en el mismo banco que mi empresa como hacíamos hasta hace poco. Por eso, quiero sacar la mayoría de mis dólares a una cuenta en Panamá”, dice un empresario.

Para incentivar el uso del bolívar el gobierno también comenzó a aplicar el impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF), que cobra una tasa de 3% a todos los pagos con dólares en efectivo y a través de plataformas como Zelle. 

En algunas áreas del comercio esta medida sí ha logrado impulsar el uso del bolívar, pero Síntesis Financiera advierte que “si la subida del tipo de cambio no es contenida, el desplazamiento de los pagos hacia el bolívar podría verse interrumpido o al menos frenado”.

La sostenibilidad

Gracias a mantener al dólar anclado, la administración de Nicolás Maduro logró desacelerar el aumento de los precios y en los primeros cuatro meses del año, la inflación acumuló un salto de 16,3%, la más baja para este lapso desde 2014.

Pero crecen las dudas sobre la sostenibilidad de esta estrategia. Latin Focus recopila las estimaciones de 23 bancos y consultoras como Credit Suisse y Moody’s. Las proyecciones, en promedio, contemplan que a fin de año, el tipo de cambio oficial habrá aumentado hasta 9,1 bolívares y la inflación anual será de 124%.

Aníbal Lovera, exgerente de operaciones cambiarias del Banco Central, explica que “el anclaje del tipo de cambio, en las prevalecientes condiciones de la economía, es insostenible”.

Desde su punto de vista las reservas internacionales, el tanque de dólares que tiene el Banco Central para intervenir en el mercado, tiene poca profundidad. Las cifras oficiales indican que en las últimas seis semanas, las reservas han caído 336 millones y se ubican en 5.470 millones de dólares.

La mayoría de las reservas internacionales son barras de oro y la porción líquida, que es la que utiliza el Banco Central para vender dólares en el mercado cambiario se mantiene en torno a mil millones, una cifra históricamente baja.

Al tiempo de tener pocas reservas, explica Aníbal Lovera, el anclaje del dólar se fundamenta en que el Banco Central obliga a las entidades financieras a congelar 73 de cada 100 bolívares en depósitos para evitar que haya financiamiento para la compra de divisas.

Aníbal Lovera añade que si bien la inflación se ha desacelerado, sigue siendo alta, y esto tiene consecuencias: mientras el precio de la mayoría de los productos aumenta, el dólar, mientras siga anclado, se vuelve barato.

“Ese abaratamiento del dólar con relación a los bienes y servicios hace que aumente la demanda de dólares. Por tanto, hace más difícil y costoso para el Banco Central seguir manteniendo su precio. La limitación fundamental es la disponibilidad de las reservas de divisas”, explica Aníbal Lovera.

“Para evitar estas distorsiones hay que combatir la inflación general no sólo evitando la devaluación”, agrega.