Lo que ocurriría si el gobierno interino de Guaidó llega a su fin - Runrun
Lo que ocurriría si el gobierno interino de Guaidó llega a su fin
La idea del gobierno interino fue una apuesta política para tratar de hacer más probable la salida de Maduro del poder a principios de 2019, pero deserciones y cuestionamientos amenazan su permanencia

«Voy a dejar el cargo que he tenido hasta ahora para dar esta lucha de desmantelar y transformar las cosas y volver a construir un proyecto, un camino y una unidad», dijo hace unas semanas Julio Borges, excomisionado de Relaciones Exteriores del Gobierno Interino liderado por Juan Guaidó. 

La decisión la ratificó el pasado 16 de diciembre , en declaraciones públicas en las que también pidió desligar a los partidos políticos de la gestión de activos venezolanos en el exterior.

«Los manejos de los activos en el exterior nos han desenfocado de nuestra única tarea de sacar al dictador de Venezuela porque nos ha convertido, a los partidos políticos, en unos manejadores de unos activos y, además de eso, también están sometidos a escándalos de corrupción, que no han tenido respuesta», señaló Borges en un comunicado de prensa.

El abogado Mariano de Alba reiteró que las declaraciones de Borges hacen más evidentes las crecientes divisiones en la oposición, en un contexto de graves señalamientos sobre posibles hechos de corrupción.

Además de renunciar a su cargo, Borges reiteró que el gobierno interino debe desaparecer completamente por ser un espacio que no está cumpliendo su razón de ser.

Esta posibilidad abre un camino de incertidumbre sobre lo que sucedería políticamente luego: ¿la comunidad internacional reconocería a Maduro? ¿Le devolverían el control de activos extranjeros? ¿Se levantarían las sanciones?

Gobierno interino que surgió por «falta absoluta en el cargo»

El gobierno interino de Juan Guaidó inició oficialmente el 23 de enero de 2019, cuando el diputado se autoproclamó como presidente interino o encargado de Venezuela.

Lo que conllevó a esa medida empezó ocho meses antes, el 20 de mayo de 2018 específicamente. Este día se realizaron unos comicios en los que resultó «electo»  Nicolás Maduro para ocupar la presidencia por seis años más

Prodavinci reseñó que las elecciones del 20 de mayo de 2018 violaron todas las condiciones de integridad electoral aplicables desde el Derecho Internacional y el Derecho Constitucional, por ende, no pueden ser considerados como elecciones legítimas. Esto ocasionó que Nicolás Maduro no pudiese ser considerado presidente electo, ya que de acuerdo con los artículos 25 y 138 de la Constitución, el evento político del 20 de mayo no generó efecto jurídico alguno. 

Por estas razones, su gobierno fue desconocido por más de 50 países en el mundo. 

A pesar de ello, el Consejo Nacional Electoral proclamó reelecto a Nicolás Maduro para un segundo período, que iniciaría el 10 de enero de 2019. 

Por no cumplir con lo establecido en la Constitución, el Parlamento venezolano decidió acudir al artículo 233 de la Carta Magna, el cual establece que el presidente de la Asamblea Nacional asumirá la primera magistratura cuando haya falta absoluta en el cargo.

Es por ello que Guaidó se juramentó como presidente de la Asamblea Nacional el 5 de enero de 2019 y prometió impulsar una transición democrática.

Para acatar la Constitución, 18 días después, Guaidó juró como presidente encargado o interino de Venezuela. 

«Es una estructura que surge del reconocimiento a Guaidó como presidente encargado y que le ha permitido, a una parte de la oposición venezolana, asumir la representación de los intereses del Estado ante los tribunales estadounidenses y ante algunos tribunales internacionales especiales», explicó Mariano de Alba. 

El abogado reiteró que, para la mayoría de las cancillerías de los países que reconocieron a Guaidó, la idea del gobierno interino fue una apuesta política para tratar de hacer más probable la salida de Maduro del poder a principios de 2019 y en consecuencia la transición a la democracia.

Representante de Venezuela en el exterior

El gobierno interino ha cumplido unas labores fundamentales a escala internacional específicamente ya que, a lo interno, no ha podido tener control político ni económico del país. 

De Alba indicó que el mandato de Guaidó ha permitido centralizar la interlocución internacional de la oposición venezolana con los gobiernos de los países que reconocieron a Guaidó, incluyendo a través de representantes diplomáticos.

«El objetivo era cooperar para hacer más probable la posibilidad de una transición democrática en Venezuela», señaló el abogado.

Sin embargo, con el paso del tiempo, esa interlocución se ha debilitado sustancialmente, debido a las propias diferencias dentro de la oposición, de acuerdo a de Alba. 

Además de ello, de Alba aseguró que el gobierno interino realiza labores de representación del Estado venezolano y  labores de administración de bienes y empresas propiedad del Estado venezolano, principalmente a través de la designación de juntas directivas.

«En algunos casos limitados, representantes diplomáticos acreditados por Guaidó han logrado asumir labores consulares que facilitan algunos trámites a los venezolanos que residen en esos países», dijo el abogado.

Esas conexiones también han permitido que se creen funciones de colaboración en la implementación de iniciativas humanitarias que ayudan a migrantes y refugiados venezolanos.

Si el gobierno interino llega a su fin, ¿se reconoce a Maduro?

Además de renunciar a su cargo de comisionado de Relaciones Exteriores del Gobierno Interino, Julio Borges solicitó que el gobierno interino desapareciera completamente por ser un espacio que no está cumpliendo su razón de ser. 

Según de Alba, si esto llegase a ocurrir, en los países que todavía reconocen al gobierno interino, se abriría la pregunta sobre si reconocerían al gobierno de Nicolás Maduro.

«La conclusión del gobierno interino no lleva necesariamente a un reconocimiento de Maduro», reiteró de Alba.

El abogado insistió en que, en caso de que concluya el gobierno interino, lo más probable es que muchos de esos países no pasen a reconocer a Maduro. De Alba dio el ejemplo de casos recientes donde países occidentales han desconocido gobiernos (Afganistán, Bielorrusia y Birmania) sin tener que reconocer a otro.

«A muchos gobiernos se les vendió la idea diciéndoles que, si reconocían a Guaidó, Maduro saldría del poder en horas o días. Esa apreciación de la oposición resultó ser incorrecta y, por ende, conforme ha pasado el tiempo, el gobierno interino ha ido perdiendo relevancia«, indicó de Alba.

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Continúa la división en la oposición

Las declaraciones de Julio Borges no son la primera demostración de que diferentes partidos y líderes políticos de la oposición venezolana tienen una postura diferente entre ellos. Sin embargo, la renuncia de Borges confirma nuevamente las profundas diferencias que existen en la oposición.

De Alba explicó que estas declaraciones del excomisionado podrían abrir una discusión en la comisión remanente de la Asamblea Nacional de 2015, y en instancias políticas de la oposición venezolan sobre el futuro del gobierno interino.

«Desde el punto de vista internacional, sus declaraciones y renuncia hacen más evidentes las crecientes divisiones en la oposición, en un contexto de graves señalamientos sobre posibles hechos de corrupción», señaló el abogado.

De Alba reiteró que un factor clave para que la democracia regrese a Venezuela es la existencia de un movimiento de oposición organizado y creíble.

«La credibilidad no la otorga el reconocimiento internacional, aunque puede ser una parte importante, sino más bien la capacidad organizativa del descontento de la población, el apoyo de los ciudadanos venezolanos y el compromiso por principios democráticos», aseguró el abogado.

«Sin una coordinación estratégica de la oposición política y la sociedad venezolana, el regreso de la democracia a Venezuela es muy improbable», dijo de Alba.

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Cada vez más débil

El abogado afirmó que es probable que el gobierno interino se siga debilitando, especialmente teniendo en cuenta las divisiones dentro de la oposición y el apoyo decreciente a la continuación de esa estructura.

«Al menos en el año 2022 sí pudiese ser capaz de seguir operando, pero su mayor inconveniente es que su impacto en la atención de las necesidades básicas de la mayoría de los venezolanos es cada vez menor; incluso cuando maneja ciertos recursos del Estado venezolano en cuentas bancarias en Estados Unidos», señaló de Alba. 

El abogado reiteró que si el objetivo es lograr la transición a la democracia, la oposición necesita recuperar su capacidad organizacional en Venezuela, cumpliendo con los siguientes factores: 

Rescatar el apoyo activo de una inmensa mayoría de los venezolanos.

Renovar a su liderazgo desgastado y demostrar con hechos su compromiso con los valores democráticos, empezando por asumir responsabilidades por los errores cometidos.

Según de Alba, en varios estamentos de la estructura del gobierno interino, hay preferencia por tratar de imponer antes de buscar acuerdos con diversos sectores de la oposición y cualquier crítica está mal percibida y se ataca e insulta a quien difiera.