.
LO MAS RECIENTE

Bueno para nada

Opinión Hace 9 horas

Fundehullan exige justicia por la muerte del exconcejal Carlos Andrés García en Apure

Noticias Hace 21 horas

Médicos Sin Fronteras denuncia aumento de violencia sexual, extorsiones y secuestros contra migrantes

Noticias Hace 22 horas

Estados Unidos: Acuerdos de Barbados son la vía para «restaurar la democracia» en Venezuela

Noticias Hace 1 día

Nuestra decadente introspección colectiva

Opinión Hace 1 día

Migración, sanciones y democratización en Venezuela

Opinión Hace 2 días

Ley contra el fascismo

Opinión Hace 2 días

El derecho y la política wok

Opinión Hace 2 días

Ley contra el fascismo y el odio se dan la mano

Noticias Hace 2 días

Reconocer al otro

Opinión Hace 2 días

Variante ómicron y ocho cosas que usted debe saber sobre las mutaciones de los virus

La experta venezolana en Virología, Flor Hélene Pujol, explicó que algunos virus de ARN, como el coronavirus, mutan mucho. Por cada organismo que ha infectado, lo ha hecho millones de veces.
La inmunidad natural por infección o las vacunas  hacen que los virus desarrollen mutaciones que los hacen escapar, al menos parcialmente, de la respuesta protectora que ofrecen los anticuerpos neutralizantes
En las poblaciones con menor cobertura de vacunación hay más probabilidades de que surjan variantes porque no se cortan las cadenas de contagio, hay muchos más casos y le damos chance al virus de replicarse y acumular mutaciones que incrementan su transmisibilidad
Sobre la variante ómicron, hay que esperar los estudios. Si se comprueba que se transmite más fácilmente, puede ser la que predomine en el mundo. Pero también existe la posibilidad de que marque la progresión hacia un COVID-19 más benigno

Con el surgimiento y predominio de la variante delta en todo el mundo, la no detección de otra nueva variante de preocupación y el avance de la vacunación contra el COVID-19, parecía que el mundo se encaminaba a una progresiva recuperación de su normalidad. Pero la detección en noviembre de la variante ómicron en Suráfrica hizo que el mundo levantara de nuevo la bandera roja. Ya son más de 56 los destinos que impusieron restricciones en sus reglas para entrar y salir debido a esta variante de preocupación con múltiples mutaciones. 40 naciones ya confirmaban casos para el 3 de diciembre de 2021.

La Organización Mundial de la Salud urgió el pasado 30 de noviembre a las personas que no estén completamente vacunadas o con riesgos de desarrollar enfermedad severa a posponer sus viajes a zonas de transmisión de esta variante. 

Este 3 de diciembre, durante una rueda de prensa en Ginebra, Christian Lindmeier,  portavoz de la Organización Mundial de la Salud, dijo que no tienen constancia por ahora de ninguna muerte vinculada a la variante ómicron del coronavirus.

¿Es justificada entonces tanta alarma? ¿La circulación de esta y otras posibles nuevas variantes obligará a mayores restricciones mundiales? ¿Es más peligrosa, más contagiosa? ¿Es inevitable y debe preocupar la mutación de los virus?

Para responder a estas inquietudes que dominan en Venezuela y el mundo se entrevistó a la científica venezolana Flor Hélene Pujol, viróloga molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.

Pujol es una líder regional en epidemiología molecular y evolución de los virus de la hepatitis. También, ha colaborado en el estudio de la diversidad genética y la virología molecular del virus del dengue y de los virus de gastroenteritis. En el último año y medio, ha participado activamente en el estudio del nuevo coronavirus causante de la pandemia COVID-19 de 2020, tanto en investigación básica y aplicada como en divulgación.

En este segmento, explicará en detalle todo lo que usted debe saber sobre la mutación de los virus, por qué lo hacen, por qué preocupa la variante ómicron y qué debemos esperar en los próximos meses. 

 

¿Es normal que los virus muten? ¿Por qué lo hacen?

«Todos los organismos mutan. Nosotros también mutamos. Las bacterias lo hacen, todos. Los virus, algunos, mutan mucho. Los virus de ARN, como el coronavirus -se les llama así porque el material genético en su interior es de ácido ribunocleico, rodeado de proteínas- por lo general mutan más porque, cuando los copia, se equivoca la polimerasa –enzima  que se utiliza para la réplica y la transcripción de genomas-«, explica Pujol.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

Este virus (el SARS-CoV-2, causante del coronavirus) ha mutado un poco menos que otros virus de ARN, pero se ha multiplicado mucho más: Hay más de 250 millones de casos en el mundo, sin incluir los que no se han contabilizado por falta de detección. «Y, en cada organismo en el que se ha replicado, lo ha hecho millones de veces», comenta Pujol. Eso hace que se acumulen mutaciones de forma mucho más rápida, porque el tiempo generacional es de hora o días, con respecto a nuestro tiempo generacional, que es de 25 años. De allí que los virus muten tanto.

¿El virus muta habitualmente para hacerse más fuerte o, por el contrario, para debilitarse?

Por un mecanismo conocido como «patogenicidad balanceada», es frecuente que los virus evolucionen hacia una cepa más atenuada o menos peligrosa, ya que eso permite su sobrevida dentro de más hospederos.

Se ha visto que los virus pueden evolucionar para atenuarse y causar un menor daño a su hospedero de forma tal de poder replicarse sin “eliminarlos” y así garantizar su propia supervivencia. 

«Los virus no tienen la potestad de escoger las mutaciones. Estas ocurren por azar, por errores de las enzimas, o por acciones específicas (recombinación, etc.) Algunas de esas mutaciones pueden ser beneficiosas o lesivas para el virus, pueden generarle suicidio o restarle viabilidad», indica Pujol. 

Amplía su explicación agregando que, con las mutaciones de los virus, ocurre un simple proceso de  selección natural: se seleccionan los virus más aptos.

«Y por eso es que uno cree que el virus va escogiendo las mutaciones, o que se van acumulando mutaciones beneficiosas para el virus, por el proceso de selección natural. Eso es lo que hace que actualmente tengamos virus que se transmitan más fácilmente, que logren evadir las respuestas de anticuerpos, porque la presión de selección de los anticuerpos que tiene la población, bien sea por inmunidad previa o por vacunación, hace que los virus que sean susceptibles a esos anticuerpos neutralizantes, a esa respuesta protectora, tengan menos ventajas para replicarse y desarrollen mutaciones que les hacen escapar, al menos parcialmente, de esa respuesta protectora. Es a través de la selección natural que se seleccionan estas mutaciones que parecen beneficiosas para el virus», abunda la viróloga.

 

¿Se puede decir que hasta ahora las mutaciones del coronavirus, que han derivado en diversos linajes o variantes, se han comportado según lo esperable? ¿O han sido atípicas?

La experta consultada responde que las mutaciones que ha acumulado el coronavirus corresponden a la lógica de la evolución viral.

«¿Qué pasa? Que nunca habíamos estudiado un virus con esa lupa tan precisa y en tiempo real, porque no teníamos las herramientas. El VIH surgió hace 100 años y no teníamos esas herramientas tan perfeccionadas para seguir diariamente la evolución de un virus. La otra cosa es que, como se transmite tan fácilmente (por la vía aerosol, entre otras) es que tenemos muchos casos, todos los días hay casos nuevos, y entonces es fácil seguir la evolución. Nunca se había podido hacer esto con otro virus. En todo caso, las mutaciones se han acumulado de acuerdo con lo que uno esperaría para otro virus», precisa. 

 

¿Cuáles otros virus de los que conocemos han mutado y han escapado a la inmunidad natural o a la adquirida por vacunas?

«Hay un ejemplo puntual de mutantes de escape a la vacunación que es muy conocido, que es el con el virus de la hepatitis B. Contra el virus de la hepatitis B tenemos una vacuna con más de 40 años. Y algunas personas están infectadas con un virus que tiene una mutación que hace que escape a la respuesta protectora de las vacunas. Sin embargo, esto no ha puesto en riesgo la inmensa utilidad que tiene la vacuna de la hepatitis B en reducir el cáncer de hígado en los países en donde se le aplica a los niños al nacer», refiere Pujol, tras informar que en Taiwán y en Cuba se ha reducido la incidencia de hepatitis B porque se inmunizan los niños al nacer.

«En los países asiáticos, en particular, se ha visto una gran reducción de casos de hepatitis B gracias a la vacuna. Y eso que se han descrito mutantes de escape en la vacunación en otros países, como Senegal. Pero esto no ha comprometido el éxito de esta vacuna», añadió.

 

¿Es cierto que el riesgo de mutación es mayor en lugares en donde hay poca población vacunada? De ser así, ¿por qué?

«Hay más riesgo en población no vacunada de que surjan variantes porque no cortamos las cadenas de transmisión. Ya sabemos que el estar vacunado no implica que no nos infectemos, pero la probabilidad es entre 7 y 10 veces menor. Es decir, habrá mucho menos casos en población vacunada, por lo tanto, el virus se replica menos. Por esa razón, en población no vacunada, le damos chance al virus de replicarse, y al replicarse, de acumular mutaciones que si incrementan la transmisibilidad del virus, entonces se convierten en una variante de preocupación», especifica la investigadora del IVIC.

 

Aún se analizan las más de 50 mutaciones de la variante ómicron para determinar si es más contagiosa o riesgosa. Preliminarmente, y al compararla con otras variantes del coronavirus, ¿qué podemos adelantar sobre ella?

La cantidad de mutaciones en la variante ómicron detectada en Suráfrica encendió las alarmas del mundo. «Registra 55 mutaciones en el genoma completo y 32 mutaciones en la proteína S o proteína de la espiga, que es la proteína que tiene la llave para abrir la cerradura de la célula, la que se une al receptor y puede penetrar a la célula», detalla Pujol.

Contra esa proteína «espiga» es que están dirigidos los anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus. «En el caso de la ómicron, en esa proteína hay mutaciones que, por otras variantes, ya sabemos que cuando ocurren en un aminoácido específico, el virus puede tener más afinidad al receptor. ¿Qué significa eso? Que puede entrar de forma más fácil a la célula y, por ende, transmitirse más fácilmente».

Para entender bien por qué esta mutación, que aún está en estudio, se supone que hará que el virus se propague más fácilmente, hay que entender el concepto de anticuerpos neutralizantes, que son los que se interponen entre estos aminoácidos y receptor para evitar que haya esa interacción. Estos se generan cuando una persona sufre la infección del coronavirus o por las vacunas.

«Algunas de estas mutaciones hacen que los anticuerpos no reconozcan a esa proteína mutada y ya no pueden ejercer su efecto de escudo para evitar que el virus entre a la célula. Como ya se conocen algunas de las mutaciones que tiene la variante ómicron porque habían aparecido en otros linajes o variantes, entonces ya uno puede predecir que esas mutaciones le confieren una cierta reducción de la acción protectora o neutralizante de los anticuerpos, o que puede estar asociada con una mayor probabilidad de invadir la célula. Por eso, la OMS la llamó de alto riesgo de contagio, además de que en Sudáfrica se estaba expandiendo muy rápidamente. Hasta ahora, la OMS había esperado tener evidencia de transmisión incrementada en varios países para denominarla variante de preocupación. El gran número de mutaciones, conocidas algunas, es lo que hace que la OMS la haya llamado variante de preocupación», acota la presidenta de la Asociación de Investigadores del IVIC.

 

¿Qué hace que una variante predomine sobre la otra? ¿Por qué, por ejemplo, la variante brasileña fue desplazada luego por otras variantes en Venezuela?

Es un tema de competencia. Todas están en una competencia y es la selección del más apto. Mientras más transmisible, más probabilidad va a tener de desplazar a la otra, porque va a infectar a los susceptibles y la otra encontrará menos susceptibles.

«En Venezuela tuvimos la gamma, que es la que nos vino por la frontera con Brasil, después nos entraron tres de las cuatro primeras variantes. Nos entraron la surafricana, las dos variantes de interés, la mu y lambda, que son las variantes colombianas y andina. La mu estaba desplazando a la gamma sin ser de preocupación en los estados occidentales sobre todo en Zulia y Táchira, pero también llegó a oriente. En Colombia, por ejemplo, la mu se enfrentaba a la delta, le tomó tres meses a la delta predominar en ese país. Ya en Venezuela, para noviembre, la delta está predominando, primero en la región centro norte, después predominó en occidente y luego en oriente, pero ya en noviembre la delta predomina en 90% delta en todo el país», reveló Pujol. 

Entonces, el virus que más ataque, que sea más transmisor, tendrá una ventaja selectiva, le ganará a los más débiles. Esto se ha visto en otras fases epidémicas. Pero también se ha visto, porque como dijo antes Pujol, los virus evolucionan muy rápido y las generaciones son muy cortas, que ocurre el mecanismo de patogenicidad balanceada: van evolucionando porque requieren a su hospedero, no les conviene causar tantos daños al hospedero y evolucionan para mantenerse vivos en la población. 

 

Hay temor en la gente de que surjan nuevas mutaciones que obliguen a imponer restricciones mundiales, ¿es esto esperable en este escenario?

«Es difícil predecir con esta pandemia que es lo que nos espera. Hasta hace poco, creíamos que la variante delta era la que iba a dominar en todo el mundo y que íbamos a tener una pandemia compuesta por la variante delta y nos encaminábamos a un escenario de virus endémico donde, con la población mayormente vacunada o inmunizados por infección previa, íbamos a controlar los casos, que ya el virus no iba a encontrar tanta población susceptible. Pero surgen otras variantes que plantean una nueva interrogante», responde Pujol.

Sin embargo, aclara enfáticamente que todavía no sabemos si la variante ómicron tiene un curso más grave de infección.

«Los casos, hasta ahora, han sido benignos, pero se han presentado mayormente en población joven, por eso es que todavía no podemos sacar ninguna conclusión. Pero si se plantea ese escenario de que la variante ómicron en efecto se transmite más fácilmente o evade protección de anticuerpos y se transmite en vacunados o con infección previa, siempre quizá en menor proporción que estos, puede ser que ella sea la que predomine. Y si tiene un curso más benigno pues, más bien, sería una progresión hacia una enfermedad más benigna. Eso es algo que uno puede soñar, esperar, pero hasta ahora, es una especulación. Hay que esperar dos semanas para poder tener datos más certeros que estos», concluyó la jefa del Laboratorio de Virología Molecular del IVIC en la conversación que sostuvo con este medio el 3 de diciembre de 2021. 

 

 

Esta web usa cookies.