Economía hundida y coronavirus: las aseguradoras sobre un piso endeble - Runrun
Economía hundida y coronavirus: las aseguradoras sobre un piso endeble
En 2020 el sector sufrió pérdidas técnicas equivalentes a 138 millones de dólares. El mercado se achicó por el cierre de empresas, el empobrecimiento de las familias y la competencia de compañías extranjeras

 

@vsalmeron

 

Las empresas de seguros se mantienen a flote a pesar del empobrecimiento de la mayoría de las familias, compañías extranjeras que les arrebatan clientes y regulaciones que agravan la fragilidad; pero el piso se torna más endeble por el impacto de la cobertura a pacientes afectados por el coronavirus y la persistencia de la hiperinflación.

Un termómetro que desnuda el desequilibrio es que el pago que hacen los clientes cuando compran sus pólizas, técnicamente conocido como primas, no es suficiente para soportar el costo de los siniestros, los gastos de funcionamiento y las comisiones de los corredores. Cuando esto ocurre, las aseguradoras sufren pérdidas técnicas, es decir, la actividad medular del negocio reporta cifras rojas. 

Datos de la Superintendencia de la Actividad Aseguradora indican que en 2020, tomando en cuenta el tipo de cambio oficial al cierre de diciembre, el sector acumuló pérdidas técnicas por 153 billones de bolívares equivalentes a 138 millones de dólares.

Una cascada de eventos desafortunados impacta al negocio. Tras siete años de recesión y tres años en hiperinflación el mercado se achicó violentamente por el cierre de empresas, el empobrecimiento de la clase media, la emigración de cinco millones de personas y el desplome en la venta de vehículos.

Gustavo Mendoza, corredor de seguros, explica que “las tres cuartas partes de mis clientes dejó de renovar su póliza de salud y en automóviles, aparte de que caen las renovaciones, prácticamente no hay nuevos vehículos para asegurar. La clase media se empobreció y ahora el seguro es un lujo”.

El desembarco

El negocio de las aseguradoras se sustenta en que no todos los que compran una póliza sufrirán la enfermedad, el incendio, el choque de su vehículo o la calamidad sobre la cual se protegen y en que la protección, a la hora de un evento, será efectiva.

Pero solo en 2018 la inflación fue de 65.374% y el costo de las intervenciones quirúrgicas, por ejemplo, se disparó como nunca antes y la cobertura de las pólizas prácticamente desapareció.

En este entorno, empresas extranjeras como Best Doctors, Vumi o World Medic Assist detectaron una oportunidad y ofertaron pólizas en dólares en el área de salud y rápidamente se apoderaron de una tajada del mercado.

Las pólizas en dólares, por estar en una moneda estable, mantienen en mejor medida su cobertura a pesar de la hiperinflación. A finales de 2019 las autoridades permitieron que las aseguradoras en el país ofertaran productos en divisas, pero ya habían perdido buena parte de la clientela con altos ingresos.

María Bouffard, presidenta de la Cámara de Aseguradores de Venezuela, no menciona empresas en específico pero indica que “parte de la clientela buscaba migrar a pólizas en moneda dura e ingresaron empresas ilegales en el área de salud que tomaron buena parte del mercado”.

“Son ilegales porque no están autorizadas a operar en el país, no se rigen por los requisitos que exige la ley, no constituyen reservas con los requisitos que se exigen en Venezuela. En algunos casos las pólizas no las vende la casa matriz sino una compañía off shore en Bermudas o Islas Caimán”, añade María Bouffard.

Pandemia y clínicas

Para competir en el área de salud las aseguradoras con sede en Venezuela ofrecen facilidades como el pago fraccionado de la prima en doce meses, sin intereses, pero el coronavirus es un nuevo factor en la lista de inconvenientes.

“Por responsabilidad social las aseguradoras están dando cobertura a pacientes con Covid, esto no está previsto en las pólizas. Hay que tener en cuenta que el impacto de las epidemias es muy difícil de medir porque no sabes cuánto va a durar, a cuántos de tus clientes va a afectar y la gravedad que tendrán”, dice María Bouffard.

“Las aseguradoras están utilizando la prima de otros riesgos para darle cobertura al Covid, pero tienen que responder por todos los siniestros, entonces financieramente están poniendo en riesgo su patrimonio y su capital”, explica María Bouffard.

La Superintendencia emitió una resolución donde establece que los pacientes afectados por el coronavirus tienen derecho a una cobertura en petros que, de acuerdo a los valores del Banco Central, equivale a un mínimo de 562 dólares y un máximo de 23.641 dólares.

“Hay clínicas cuyos costos se ajustan a la regulación, pero hay otras donde en las dos últimas semanas de marzo sus costos aumentaron 100% en dólares”, dice María Bouffard.

Entre los desajustes de la economía destaca que los precios aumentan velozmente y la cotización del dólar se eleva a un ritmo más lento, entonces hacen falta más dólares para comprar las mismas cosas. Ecoanalítica precisa que lo que en enero de 2019 se compraba con 100 dólares hoy cuesta 223 dólares.

Si bien existe este desajuste, María Bouffard señala que ha habido aumentos desmedidos en los costos de algunas clínicas. “Cada sector debe hacer un acto de contrición, la pandemia no se puede convertir en un motivo de enriquecimiento. Hay costos que tienes que cubrir, pero hay cosas exageradas”.

“Debe haber un acto de responsabilidad social como lo ha hecho el sector asegurador. La población asegurada es pequeña ¿Y el que no tiene seguro? Tienes el sistema público de salud abarrotado y un sistema privado que la mayoría de la gente no puede pagar”, agrega María Bouffard.

Ganancias concentradas

Las aseguradoras disminuyen sus riesgos a través de empresas conocidas como reaseguradoras. Básicamente la empresa de seguros suscribe un contrato para que la reaseguradora asuma parte o la totalidad de un posible siniestro.

Por recibir parte del negocio las reaseguradoras pagan comisiones a las empresas de seguros y si obtienen beneficios, hay contratos que también contemplan la transferencia de una fracción de las utilidades. De esta forma, el reaseguro puede ser una fuente de ingresos para las aseguradoras.

Gracias a estos ingresos, a las posiciones en divisas que impactan positivamente el balance cuando el Banco Central ajusta el tipo de cambio y a determinadas inversiones, las cifras oficiales indican que en 2020 las aseguradoras acumularon ganancias equivalentes a 21 millones 553 mil dólares.

Aparte de que las ganancias no provienen de la actividad fundamental, están concentradas en pocas manos. Seguros Caroní, Seguros Corporativos, Seguros Caracas y Mapfre contabilizan 88% de los beneficios y 36 empresas se reparten el resto.

En las primas también hay una fuerte concentración. Mercantil, Caracas, Universitas, Pirámide, Oceánica, Mapfre, Hispana, Estar, Constitución y Atrio contabilizan 90,3% de las primas cobradas en 2020.

Reservas diluidas

Cada vez que las aseguradoras reciben el pago de sus clientes por las primas colocan una fracción del dinero en un fondo de reservas para enfrentar contingencias, pero las normas y la hiperinflación evaporan el dinero.

En medio de la inflación más alta de la historia las aseguradoras están obligadas a mantener la mitad de las reservas en bolívares y depositarlos en la banca, donde obtienen un rendimiento exiguo. 

El resto de las reservas puede invertirse colocando no menos de 30% en bonos y no más de 20% en inmuebles. María Bouffard explica que “hemos solicitado que se nos permita colocar parte de las reservas en dólares y se disminuya la porción que obligatoriamente debe estar en los bancos”.

Hasta 2018 las inversiones en bonos de Pdvsa o de la República en divisas eran una opción atractiva para la colocación de las reservas, pero la administración de Nicolás Maduro dejó de pagar la deuda y la mayoría de los títulos están en default.

Impuestos pesados

El cerco regulatorio también incluye una larga lista de impuestos y contribuciones. Las compañías de seguros le entregan a un fondo para el sistema de salud pública entre 1% y 3% del monto de las primas de las pólizas de salud y entre 1,5% y 2,5% de las primas cobradas para el funcionamiento de la Superintendencia de la Actividad Aseguradora.

Además 10% del resultado técnico obtenido en los ramos que cubren riesgos catastróficos debe aportarse a un fondo especial y existen 18 impuestos previstos en la Ley de Impuestos Sobre la Renta, Ley de los Cuerpos de Bomberos y Ley Orgánica de Drogas, entre otras.

El 30 de diciembre de 2015 Nicolás Maduro firmó el decreto que modificó la ley que regula a los seguros. Básicamente aumentó la carga de los impuestos, restringió el margen de libertad para invertir las reservas e incrementó el control de la Superintendencia.

La exposición de motivos de la ley sancionada por Nicolás Maduro indica que “la actividad aseguradora en Venezuela en los últimos treinta años ha sido parte de la estrategia implementada en América Latina por el Fondo Monetario Internacional y otros organismos internacionales supeditados al imperio norteamericano consistentes en generar mecanismos de privatización para debilitar las facultades del Estado y favorecer los intereses privados de trasnacionales”.

Por ahora el sector ha logrado surfear la mayor crisis económica en la historia contemporánea de Venezuela.