Economía en pandemia | La ropa de playa no ha dejado de venderse

Por falta de combustible, la producción de trajes de baños tuvo que ser paralizada por 80 días
Hulaú Swimwear aseguró que sus expectativas de ventas fueron cubiertas a pesar de la cuarentena
Durante la pandemia, las normas de distanciamiento social impedían ir a la playa y a los clubes recreativos. No parece ser una época apropiada para lucir un traje de baño u otra pieza de playa. Pero nada impide comprarlos.
“Pensábamos que la cuarentena duraría solo por 15 días, esa fue la razón por la que decidimos cerrar la tienda y esperar que todo se normalizara”, dijo María Fernanda Pazos, una de las fundadoras de la marca de ropa de playa Hulaú Swimwear, al inicio del periodo de aislamiento por la pandemia de covid-19 en Venezuela.
Hulaú Swimwear es una marca de ropa playera que fue creada el 15 de abril de 2018 como una tienda virtual. En sus inicios, sólo contaban con una línea de trajes de baño y vendían a través de Instagram. Un año más tarde, la marca implementó una colección de ropa playera y abrieron un local en Los Naranjos junto con otras marcas.
Para la fecha de publicación de este artículo, Venezuela lleva 81 días en estado de confinamiento desde el inicio de la cuarentena, los clientes de Hulaú no han dejado de solicitar a la marca información sobre sus productos.
Desde entonces, la marca de ropa de playa ha estado operativa a distancia. Pazos aseguró que Hulaú Swimwear se vio en la necesidad de contratar un servicio de delivery, debido a que no contaban con él anteriormente.
Hulaú cuenta con una línea de ropa de playa y otra de trajes de baños. La mercancía es confeccionada por dos costureras. La línea de trajes de baño se vio afectada por la falta de transporte que utilizaba una de las costureras para ingresar a Caracas y así realizar su trabajo. Lo cual conllevo a que la producción de estos se detuviera por 80 días. No obstante, 81 días después, la línea de trajes de baños está disponible de nuevo.
Para relatar cómo se encuentran, cuáles son los planes de contingencia y cuáles las apuestas para la etapa posterior del aislamiento de los diferentes rubros afectados por la pandemia de covid-19 económicamente Runrun.es está realizando una serie llamada “Economía en tiempos de pandemia”.
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La cuarentena no las detuvo
Luego de que María Fernanda Pazos y su socia se dieron cuenta que el estado de aislamiento duraría más de 15 días tomaron la decisión de continuar trabajando pero esta vez a distancia.
Habían comprado tela suficiente para elaborar más piezas de ropa e incluso diseñar algunas prendas nuevas. Solamente que contratar a un motorizado que se encargara de llevar las piezas a los hogares de los clientes por la falta de gasolina en el país.
Pazos aseguró que la ropa más solicitada han sido las bragas y pantalones de algodón. Ambas piezas cómodas para estar en casa.
Las consumidoras, mujeres jóvenes entre 15 y 35 años, solicitan las piezas a través del perfil de Instagram (@hulauswimwear). Pazos indicó que la mayoría de las veces las clientes preguntan por una prenda en específico. “Usualmente los clientes ven los productos en nuestras publicaciones e historias de Instagram. Nos preguntan sobre la pieza que les gusta. Cómo es la tela, cuáles son las piezas similares”, dijo.
Expectativas cubiertas
“Las ventas se han visto afectadas, pero no tanto como pensaba”, aseguró Pazos. La dueña de Hulaú Swimwear indicó que para ella y su socia sí ha sido viable producir y manejar una página web en tiempos de cuarentena.
“Personalmente, no pensé que las personas iban a querer adquirir ropa durante la pandemia. Pero, pasó todo lo contrario”, dijo Pazos. Luego de ello, Pazos decidió promocionar aún más la página y realizar concursos a través de su perfil de Instagram para poder vender la mayor cantidad de piezas posible. Esto se vio reflejado en un aumento de seguidores en el perfil de Hulaú.
Pazos señaló que la marca está produciendo como se pueda. Hasta lo momentos han logrado seguir fabricando sus piezas de ropa y, después de casi tres meses detenida, la producción de trajes de baños inició de nuevo.
“A pesar de que las ventas disminuyeron, alcanzaron nuestras expectativas para la época”, dijo la fundadora de Hulaú.