Para tener los labios más hidratados aplica una capa gruesa de bálsamo labial antes de acostarte.

Cuando de pintar tus labios se trata, siempre se recomienda elegir un color que sea al menos dos tonos más oscuros que tu color natural. Los tonos más claros harán que tus luzcan más delgados de lo que realmente son.

¿Te despertaste con los ojos hinchados? Coloca dos cucharas en el congelador unos minutos y después procede a presionar el metal frío sobre las bolsas de tus ojos. Esto ayudará a desincharlas.

Cuando te aplicas el delineador para hacer que tus ojos se vean más grandes, omite el delineador blanco y, en su lugar, opta por un lápiz color piel a lo largo de tus lagrimales. Esto se ve más natural y crea la ilusión de que tus globos oculares se ven más anchos y más abiertos.

¿Tu piel luce sin brillo? Limpiala con agua fría. Esta temperatura estimulará el flujo sanguíneo y le devolverá el brillo a tu piel inmediatamente.

¡Cuidado con el corrector de ojeras! Siempre hay que aplicarlo después de la base, no antes.

¿Necesitas darle a tu piel un brillo instantáneo para que luzca rápidamente hidratada? Aplica un poco de bálsamo labial transparente en los pómulos y lo lograrás.

Cuando te apliques el rímel, no te olvides de aplicarlo en la parte superior de tus pestañas al igual que en la parte inferior.

Para no arruinar tu rímel, nunca muevas la varita de adentro hacia afuera del tubo. Esto empuja demasiado aire dentro del tubo y seca la sustancia negra. Lo correcto es presionar la varita de tu rímel contra la orilla del tubo y, después, pasar el rímel muy bien cerrado por agua caliente durante 30 segundos. Esto hará que el contenido se despegue de las paredes y vaya al pincel.

Para lograr una base perfecta mezcla una parte de iluminador con dos partes de base para la piel. Con eso lograrás irradiar mucha luz.

¿Estás cansada de los puntos negros? Busca mascarillas a base de arcilla, son las que mejor funcionan.

Siempre lavate la cara dos veces. La primera lavada remueve la contaminación y suciedad de la piel, mientras que la segunda realmente limpia los poros.

Siempre humecta tu piel antes de cumplir tres minutos de haber entrado a la ducha para evitar que tu piel se seque.