El campeón panamericano de lucha dio positivo por un diurético
Casos de dopaje alteran planes de la delegación olímpica venezolana en Río

Wuileixis Rivas.

 

El campeón panamericano de lucha dio positivo por un diurético, y se sumó a Génesis Rodríguez entre los venezolanos de la delegación olímpica que arrojaron resultados adversos en controles antidopaje

Eumar Esaá

@eumaresaa

 

El anzoateguiense Manuel Torres es el venezolano que aparece inscrito en los 66 kgs del estilo grecorromano en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en lugar del hombre que ganó la plaza para Venezuela en el Preolímpico de Frisco en marzo, el campeón panamericano Wuileixis Rivas, cuyo resultado positivo en controles antidopaje se hizo público el pasado viernes. Sin embargo, Rivas no se ha despedido de la posibilidad de aprovechar el cupo-país, y se mantiene a la espera de una respuesta de la Federación Internacional de Lucha y la Agencia Mundial Antidopaje sobre la sanción que le aplicó el Consejo de Honor de la Federación Venezolana.

“Venezuela le hizo llegar tanto a la UWW (United World Wrestling) como a la AMA la decisión del Consejo de Honor de sancionarlo por tres meses, que ya se cumplieron, de modo que él podría estar habilitado para competir, y esperamos que estos avalen o no la sanción, para ver si se puede hacer el cambio de nuevo, pero de momento el que está inscrito es Manuel Torres”, informó desde Río el jefe de misión Joseba Barreda, segundo vicepresidente del Comité Olímpico Venezolano.

Rivas arrojó un control sin problemas en ocasión del Preolímpico Panamericano de Frisco, Texas, y fue dos semanas después, en un chequeo fuera de competencia conducido por la dirección médica del IND, que dio positivo por un diurético.

La versión que escuchó y avaló el Consejo de Honor de la Federación Venezolana de Lucha fue que Rivas, uno de los candidatos más sólidos a diploma olímpico dentro de la delegación, tomó el diurético para perder peso y así evitar la reprimenda del entrenador cuando no diera la categoría en el pesaje quincenal al que se somete la selección, y no para enmascarar una sustancia.

“Ahora hay dos posibilidades: que la UWW y la AMA avalen la sentencia del Consejo de Honor y lo consideren habilitado para competir en los Juegos Olímpicos, o que, por el contrario, objeten la pena, digan que fue muy suave y recomienden extenderla, en cuyo caso competiría Manuel Torres en Río”, apuntó Barreda, médico traumatólogo que ya fue jefe de misión en ocasión de los Juegos de Invierno de Sochi 2014, donde clasificó un solo atleta por Venezuela.

 

Wuileixis

Pesas en guerra

El caso de las pesas, el otro deporte en el que Venezuela tuvo que hacer cambios por el dopaje de Génesis Rodríguez (53 kgs), es mucho más complicado, porque ha traído incluso enfrentamientos dentro de la selección.

Rodríguez dio positivo por Isometepteno, un fármaco contenido en medicinas para el tratamiento de la migraña, que se encuentra en la lista de sustancias prohibidas de acuerdo con el Código Mundial Antidopaje, cuando fue controlada en el Panamericano de Cartagena, y denunció a través de su perfil en Instagram que en su suplemento vitamínico, que es en polvo, aparecieron rastros de lo que parecen ser pastillas pulverizadas, por lo que anunció acciones para limpiar su imagen: “Ahora no diré nombres, todo saldrá a luz pública a su debido momento cuando tenga en mis manos los resultados del análisis realizado a mi suplemento vitamínico el cual fue manipulado”.

Los encargados de “dar nombres”, al menos de forma indirecta, han sido sus compañeros de la selección Jesús López (62 kgs), Yaniuska Espinosa y Naryury Pérez (ambas +75 kgs), quienes hicieron público un comunicado dirigido a la Federación Venezolana de Levantamiento de Pesas y al COV, en el que piden que el cupo-país de Rodríguez quede sin usar y rechazan la inclusión de la suplente Yusleidy Figueroa (58 kgs), “ya que sería un acto injusto que se estaría cometiendo y de total arbitrariedad permitir que otra competidora de forma fraudulenta haya ascendido a este evento deportivo”.

López, Espinosa y Pérez también advierten que “sería un precedente para que en lo sucesivo se sigan cometiendo estos hechos nefastos para lograr el sueño olímpico”, en lo que pareciera una acusación en contra de Figueroa, de ser la responsable de contaminar el suplemento vitamínico de Rodríguez, si es que las cosas sucedieron como las relata la medallista de bronce de los Juegos Olímpicos de la Juventud Singapur 2010 y medallista de plata de los Panamericanos.

Curiosamente, Rodríguez se excusó de participar en el Test Olímpico de Río, que era el evento señalado para medirse con Figueroa y decidir cuál de las dos usaría el cupo-país, supuestamente porque no se sentía en condiciones, de modo que el tope fue fijado para el Preolímpico de Cartagena, que sería válido también como Panamericano.

La sustancia por la que dio positivo Rodríguez permanece en el cuerpo sólo durante 24 horas y no mejora el rendimiento, pero es usada para encapsular otros fármacos que sí promueven la resistencia muscular. El lapso tan rápido de eliminación podría reforzar tanto la tesis de la trampa contra la carabobeña, como el uso ex profeso para enmascarar otras sustancias prohibidas.

Ahora Rodríguez, quien pidió abrir la muestra B, que también dio positivo, deberá defenderse de una sanción que podría ser de por vida, pues la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas (IWF) aprobó en su Comité Ejecutivo de junio pasado en Georgia que todo atleta al que se detecte dopaje quedará excluido de por vida de los Juegos Olímpicos. Rodríguez, de 22 años, tratará de negociar una sanción de entre tres y cuatro años, que no acabe por completo con su carrera.