BBC Mundo

Se sentó Joseph Blatter ante los medios de comunicación para dar cuenta de las resoluciones acordadas en el Comité Ejecutivo de la FIFA y comenzó el espectáculo. Un espontáneo, el cómico británico Simon Brodkin, irrumpió en la sala con un fajo de billetes y se los lanzó al presidente dimisionario. “¿Dónde está mi seguridad?”, clamó Blatter, que no pudo esquivar la lluvia de dólares que quedó retratada por las cámaras. “Primero tenemos que limpiar la sala. Esto no tiene que ver nada con el fútbol. Volveré en unos instantes”, señaló para salir del paso.

El episodio se convirtió en la metáfora de la deriva del organismo futbolístico, inmerso en sucesivos escándalos de corrupción con epicentro en la detención de siete de sus dirigentes el pasado 27 de mayo por parte del FBI. Desde entonces, la reelección de Blatter frente al príncipe jordano a Alí Ben Hussein, la dimisión del dirigente suizo cuatro días más tarde acosado la sucesión de revelaciones turbias, la fuga de patrocinadores y la pugna política y económica mundial por influir el máximo organismo futbolístico.

“Estoy muy feliz de estar aquí porque esto demuestra que estoy vivo y que el tsunami que ocurrió después del día 27 de mayo no me llevó con él. Pero el 26 de febrero la FIFA tendrá un nuevo presidente”, anunció Blatter, de 79 años, ayer en Zúrich. “Cuando deje el cargo me dedicaré al periodismo radiofónico”, espetó. Tras renunciar a la reelección, el suizo señaló que la FIFA formará un grupo de trabajo de 11 personas para proponer las reformas encaminadas a limpiar la institución con “controles de integridad” a sus miembros. De los siete dirigentes detenidos en Zúrich en mayo, seis siguen encarcelados en Suiza a la espera de extradición, y uno, Jeff Web, ha sido entregado a las autoridades estadounidenses.

Los candidatos a suceder a Blatter van desde futbolistas célebres como el brasileño Zico, hasta el presidente de la UEFA, Michel Platini, o el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan. El 26 de febrero la FIFA pondrá fin a los 17 años de la era Blatter.