EL OBSERVATORIO VENEZOLANO DE VIOLENCIA (OVV) realizó un estudio sobre las opiniones de la ciudadanía relacionadas con la violencia en el país. Una característica especial de esta investigación es que las personas entrevistadas pertenecían a corrientes políticas distintas. En este sentido, se organizaron tres grupos focales, de ocho personas cada uno, los cuales fueron conformados por independientes, opositores y oficialistas.
El coordinador general del OVV en la región zuliana, profesor Johel Salas, informó que según los resultados existe coincidencia en la definición de la violencia en su marco general y en relación a la situación delictiva en el país. Sin embargo, los grupos discrepan en los aspectos referidos a la violencia política expresada en las manifestaciones de calle iniciadas en el mes de abril de 2017, en las que los opositores hacen responsables al gobierno, los oficialistas acusan de la violencia a los grupos opositores y los independientes consideran que simpatizantes tanto del sector oficial como de la oposición son responsables de estos sucesos que arrojaron como saldo más de un centenar de muertos, decenas de heridos y presos.
La definición de la violencia
Señaló el docente de la Universidad del Zulia (LUZ) que “los tres grupos coinciden en entender la violencia más allá del uso deliberado de la fuerza física o el poder. La violencia es definida de manera amplia por el conjunto de los participantes. Ésta no solo incorpora la amenaza o el uso efectivo de la fuerza para el logro de objetivos, sino que además se relaciona con el trato que reciben los ciudadanos en las instituciones públicas y privadas, con la situación de sobrevivencia de la población producto de la crisis económica, con el discurso de los actores políticos, con el trato diferencial según la identificación política que se da en las comunidades para el acceso a beneficios sociales y, en términos generales, con las relaciones entre los ciudadanos y la violación de los derechos fundamentales”.
Por otra parte, la profesoraRaima Rujano, coordinadora ejecutiva del OVV Zulia, expresó que “más allá de la definición
política, los entrevistados concuerdan que la violencia tiene su fuente en el hogar, en la familia. Los tres grupos consideran que la violencia llegó a su máximo límite de tolerancia y que su solución se encuentra en la educación, en la transmisión de normas y valores proclives a una convivencia armónica”.
Con relación a la violencia de tipo política, los entrevistados presentan posiciones enfrentadas que tiene como base la identificación ideológica. En este sentido, los alineados con el oficialismo señalan como responsables de las manifestaciones ocurridas entre abril y junio 2017 a la oposición. El profesor Salas expresó que este grupo considera que los partidos políticos opositores promueven manifestaciones violentas con el objetivo de derrocar al gobierno. En el grupo identificado con la oposición, los participantes consideraron que “la división política genera violencia; el discurso político oficialista es violento; la policía, la guardia, el ejército te tratan de forma brusca y uno responde de forma
brusca”.
Sobre este tema, afirma el coordinador general del OVV en el Zulia que para el grupo independiente la violencia política es entendida como abuso por parte del Estado, de sus instituciones, del absoluto control estatal que viola los derechos de los individuos, la libertad de pensamiento. Señala el profesor Salas, que dicho grupo también considera que la forma de protestar de la oposición en los sucesos que se iniciaron en el mes de abril 2017 es violencia política.
Expresiones como la siguiente se hicieron común en este grupo: “… a mí me cohibían las ‘guarimbas’… no podía pasar… yo me quería movilizar y no podía… había violencia política porque no estaba de un bando ni del otro, pero si yo soy un ciudadano común, que
quiero seguir viviendo mi vida, trabajando, ganándome la vida, el pan de mi familia con el sudor de mi frente, como dice el
dicho popular, ¿por qué no iba a poder pasar?”.
Linchamientos y saqueos
Para finalizar, el estudio abordó la opinión de los tres grupos sobre el tema de los linchamientos y los saqueos. Los participantes en general rechazan ambas acciones. Consideran que no se justifican los saqueos ni siquiera por hambre y que los linchamientos no deben ser tolerados porque nadie tiene el derecho a quitarle la vida a otra persona; para los entrevistados estos fenómenos son el resultado de la impunidad y la desprotección por parte del Estado frente al delito.