Día dos en el Mundial: las dos Rusias - Runrun
Día dos en el Mundial: las dos Rusias

La Pizarra del DT

@LaPizarraDelDT_

 

Cualquier turista que llegue a Rusia, a Moscú principalmente, podrá pensar que la ciudad estará colapsada por el Mundial. Spoiler: no es así. Al llegar a la capital del país más grande del mundo, el público se topará con un balón de fútbol gigante o con adornos, pancartas y afiches relacionados a la Copa del Mundo. Claro está que se juega aquí.

No obstante, en el trayecto del aeropuerto al punto de alojamiento, son tímidos los carteles que se asoman para hacer recordar la inversión inmensa que se hizo en la cita mundialista. Existe una Rusia dividida en dos partes: la futbolera y la “anti-fútbol”.

En una conversación con Igor, mi host en Moscú, hablamos sobre la felicidad de los rusos por el Mundial. Me comentaba que realmente no era tanta, o mejor dicho, no era generalizada. El hecho del ruido, la cantidad de turistas, las calles llenas de gente, el tráfico acrecentado, las fiestas y celebraciones, hacen que no todo el moscovita esté alegre con el Mundial.

Moscú es enorme. Literalmente una ciudad que cuenta con más de 10 millones de habitantes y que para toparse con una misma persona dos veces resulta casi imposible sin planificación previa. En la entrada de cada estación se dispusieron unos detectores de metales, así como agentes de seguridad que te mandan a quitar los bolsos y colocarlos en una cinta para ser inspeccionados a profundidad. No con todas las personas, pero en mi caso he sido un imán de detenciones.

Esto puede resultar incómodo para el ruso que hace un mes transitaba con total normalidad por las calles. El lugar donde se concentran mayor cantidad de anuncios vinculados al Mundial es el medio de transporte más común en Moscú: el metro.

Si bien no está colapsado de vallas, existen mapas que delimitan cómo llegar al Fan Fest, al estadio Luzhnikí y al de Spartak. Situación que hace recordarle al público que se está en un Mundial. Además de los miles de turistas que se ven portando camisas de sus selecciones en las inmediaciones de los estadios y lugares turísticos.

En pleno centro de la ciudad, muy cercano a la Plaza Roja, existe un espacio que fue tomado por parte de la televisora más importante de Rusia: RT. Móviles, camiones y antenas para poder contar con una central que genere al momento informaciones sobre el acontecer diario en uno de los puntos con mayor afluencia de gente.  

Al inicio, se hizo referencia a dos Rusias. La primera, es la del niño que presencié pidiéndole a la mamá comerse un helado para ver a su selección. La segunda, era la mamá llamándolo para continuar el camino: la Rusia futbolera y la “anti-fútbol”. En plena inauguración, el ruso continuó su vida normal. Las terrazas de los restaurantes, sin televisor alguno, estaban totalmente copadas. El metro para ir a trabajos o estudios también. Aunque el deporte #1 en Rusia sea el fútbol, el público no es tan futbolero. No es como Argentina, donde dan el día no laborable cuando juega la selección. Acá no son tan pasionales.