Elecciones Locales: ¿Oportunidad o Amenaza? - Runrun

En el artículo anterior, al referirme a las elecciones parciales del 5-D, destaqué la mora existente con los comicios para elegir concejos municipales y juntas parroquiales en el país, que ya supera más de un año. Nuestros órganos legislativos locales debieron ser sometidos a consulta popular en agosto del año pasado y ya sabemos lo que ha ocurrido: nada.

Las elecciones menos importantes

Esta situación no es nada nueva y pareciera demostrar la poca importancia que le asigna la actual clase política dirigente a estos cargos: en teoría,  junto al alcalde, los más cercanos al ciudadano. Esta posposición se une a otras «prórrogas» que por distintas circunstancias, se han cedido a concejales y miembros de juntas parroquiales: los que fueron elegidos en 1995 gozaron de un periodo de 5 años, porque la próxima elección local tuvo lugar en diciembre del año 2000 (lo legal era que duraran 3 años en sus funciones). Quienes fueron escogidos en el 2000 disfrutaron de casi 5 años en sus funciones, porque las elecciones que debieron haberse efectuado en 2004 sólo se realizaron hasta agosto de 2005 (la nueva Constitución aumentó a 4 años el periodo). ¿Las causas de estos «retrasos»?: el proceso constituyente y excusas del CNE.

Como también señalé, hasta la Reforma de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal de 2009 ordena al Consejo Nacional Electoral a celebrar elecciones en el segundo semestre del año 2010. En otras palabras -salvo una nueva reforma legal- el CNE dispone de apenas unos 70 días para ajustarse a derecho y eso parece hasta el momento, extremadamente difícil. Políticamente parece improbable que el Consejo pueda organizar unas elecciones tan complejas como estas (por el número de cargos a escoger) en tan poco tiempo. Además, ninguna señal clara ha emanado de algún miembro del directorio para saber si es que al menos están pensando en convocarlas. Estoy seguro que el CNE está esperando conocer qué se decide en Miraflores al respecto.

¿Se convocarán o no?

La pregunta es válida. El Gobierno debe estar deshojando la margarita. Producto de los resultados del pasado 26-S, en particular del voto popular, el Gobierno está en una situación de legitimidad bastante comprometida y necesita desesperadamente una «victoria política» en un plazo relativamente corto. Es obvio que las elecciones del 5-D no le otorgarán ese trofeo, así logre obtener la mayoría de las plazas en disputa. Una oportunidad para intentar generar ese efecto sería la realización de estas elecciones locales. Al menos en teoría…
¿Por qué digo esto?  Es en este tipo de eventos en los que la participación registra los más bajos índices históricos en el comportamiento electoral venezolano, por lo que en estas elecciones municipales priva la movilización de las maquinarias partidistas. Quizás los ciudadanos de este país tampoco consideran «importantes» este tipo de decisiones sobre sus representantes más cercanos. Aunque el Gobierno ha demostrado estar en problemas en esta materia, no es prudente subestimar su capacidad en una elección local. No soy de los que creen que el gobierno está derrocado y a punto de caer, pero sí creo que enfrenta una grave crisis. Además, hay otro factor muy importante a considerar: los alcaldes tienen bastante que decir en este tipo de elecciones y en este momento la mayoría de los burgomaestres pertenecen al partido de Gobierno. Por supuesto, si el alcalde en este momento está mal evaluado, eso representa una gran oportunidad para quienes lo adversan… Si disponen de buena organización y –de nuevo– suficiente capacidad de movilización.

La «Doctrina Comunal»

Sin embargo, a pesar de que esta tesis pueda ser «atractiva» para el gobierno, no podemos descartar que finalmente se imponga la «Doctrina Comunal» en la que el oficialismo finalmente intente implantar su propuesta de comunas, desdeñando las elecciones de concejalías y juntas parroquiales. En ese esquema, lo que procurará es crear nuevos espacios para atomizar aún más el poder y lo que es más importante: menoscabar las funciones de los alcaldes, en particular de los que regentan las ciudades más grandes que están en un número significativo en manos opositoras. No olvidemos que estas comunas serían dirigidas desde Miraflores en una abierta política centralista. Paralelamente, la creación de Distritos Motores y otros mecanismos dispuestos en la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno (y su terrible Reglamento), irían directamente a bombardear el centro de gravedad de los Gobernadores: la principal fuente de competidores de Hugo Chávez en las presidenciales del año 2012.

La tesis anterior, no cabe duda, está profunda y abiertamente reñida con la Constitución, lo que significa un claro frente de batalla que la Oposición debe asumir decididamente. Además, en la práctica, crear miles de comunas es muy fácil de decir, pero muy difícil de materializar. Las informaciones confidenciales que se obtienen del oficialismo indican que armar el entramado comunal es una tarea titánica. Esta Asamblea Nacional puede aprobar la Ley de Comunas, la de Economía Comunal y la de Contraloría Social pero que eso se lleve a la práctica en corto tiempo no se decreta, ni es una garantía para el chavismo… Sobre todo pensando en los 25 meses que faltan para las presidenciales. Por lo tanto, el Gobierno podría echar mano de una convocatoria para escoger concejales y miembros de juntas parroquiales, para que desde allí ellos adelanten la «Reforma Comunal» (asumiendo como hipótesis que el PSUV lograse una victoria) y simultáneamente el Consejo Federal de Gobierno «mantendría a raya» a los Gobernadores. Quizás Miraflores piense que el primer trimestre de 2011 pueda ser una buena fecha para celebrar estas elecciones.

Si estos hechos tienen alguna probabilidad de ocurrencia -así sea mínima- la oposición debería estarse preparando para enfrentar este escenario decididamente. Unas elecciones locales convocadas dentro de pocos meses implicarían una serie de desafíos y amenazas en el difícil camino a 2012, pero también unas oportunidades que deben y tienen que ser capitalizadas.

Desafíos, Amenazas y Oportunidades

El gran desafío para la Oposición ante una eventual convocatoria en lo sucesivo de unas elecciones locales es presentar -sí, otra vez- fórmulas unitarias para cada municipio y parroquia que corresponda. Si para lograr la plataforma unitaria de 165 candidaturas para la Asamblea Nacional en 2010 la tarea no fue nada fácil para la MUD, imagínese llevar a cabo esa tarea para más de 300 municipios y más de 1.000 parroquias con más de 5.000 cargos a elegir… Algo también verdaderamente titánico en política.

Quizás sea un proceso donde las diferencias entre candidatos sean más fáciles de canalizar que una elección de alcalde o gobernador porque estamos hablando de instancias legislativas en las que el número de cargos permiten solventar las siempre clásicas «peleas de egos» que nunca faltan en una elección. Sin embargo, gerenciar desde una instancia central todo este proceso, además de dificilísimo, parece poco aconsejable para la oposición. No obstante, una política de regionalizar y municipalizar estas decisiones provocará los descontentos usuales que si no son bien manejados, tienen un impacto negativo en la Opinión Pública. La Tesis del «Consenso» seguramente será desafiada por los que propongan «Primarias», pero organizar un proceso de escogencia por la base con estas características, amén de ser complejo, es sumamente costoso. Sin ahondar más en la materia, ya está claro cuál es el desafío.

Otro reto es generar suficiente masa crítica para lograr una movilización eficiente a nivel local a una escala nacional. La constitución de al menos 300 comando de campaña unificados en toda nuestra geografía focalizados en mover hasta el último elector posible es un imperativo, no obstante, conseguir los recursos para tal fin es una tarea bastante difícil.

Una de las principales amenazas que podría enfrentar es la de presenciar nuevas manipulaciones en el cambio de las circunscripciones para los Concejos Municipales. Si vimos una técnica refinada de «modificación interesada» de fronteras electorales para la elección de la Asamblea Nacional por parte del CNE, no me cabe la menor duda que en esta ocasión y nuevamente en las principales ciudades, seremos testigos de nuevas prácticas de Gerrymandering y la modelación de «salamandras». Ante esto, corresponde el mismo antídoto aplicable para septiembre de 2010: si se es capaz de obtener votos en todos los componentes de un circuito, no hay modificación de límites que valga.

La mayor oportunidad para las fuerzas opositoras en estos probables comicios locales, no se trata de que obtengan el mayor número de concejales a nivel nacional, sino que ganen la mayor cantidad posible de concejos municipales en las capitales de Estado y en las plazas de mayor resonancia mediática. Hay recursos y reservas para plantearse perfectamente esto como meta. Esa sería mi humilde recomendación. Quizás también la propia oposición pueda aprovechar esta convocatoria local para promover la realización el mismo día de distintos referendos revocatorios en ciudades principales donde las fuerzas alternativas al gobierno sumadas son mayoría, pero son regentadas actualmente por alcaldes chavistas (básicamente por conflictos unitarios en 2008). Imagine un 2011 en el que el oficialismo se juegue el destino de sus alcaldes en Caracas, Barquisimeto, Maracay, Valencia, Barcelona, Cumaná, Coro, Puerto La Cruz, Los Teques y San Felipe. El pasado 26-S el chavismo fue minoría en todas esas urbes.

Por último, pero no por ello menos importante, quizás la mejor oportunidad de todas: si el deterioro oficialista se mantiene y la oposición sigue consolidando su avance y capitalizando la situación del voto castigo, un nuevo escenario en el que la abstención chavista afecte tremendamente a sus candidatos y los opositores se movilicen lo necesario a las urnas podría provocar un fenómeno: cientos de alcaldes chavistas en minoría con cámaras adversas que realizarían una labor de contraloría no adelantada hasta el momento. De ese modo, se consolidarían cientos de victorias locales fundamentales para seguir pavimentando con éxito la ruta hacia diciembre de 2012.

Hasta una próxima reflexión. Sus inquietudes y dudas con gusto las atenderé en mi cuenta Twitter @gedgard