Hace pocas semanas era un secreto a gritos la configuración de un frente para ir contra la candidatura de Henrique Capriles Radonski. Las tímidas alianzas de los partidos políticos, hasta hace poco chavistas, PODEMOS y PPT, no parecía suficientes para contener una estrategia que resumiera el resto de las opciones partidistas, entiéndase AD, COPEI, UNT, VP, PV y otras organizaciones.
La dinámica política y la lectura conservadora de los estudios de opinión ante la cifra estimada de participación para el proceso del 12 de Febrero obligan a un replanteamiento de las opciones, y en un viraje imprevisto para muchos, esperado para otros, el precandidato Leopoldo López decide apoyar a Henrique Capriles Radosnki para garantizar el acceso al 7 de Octubre.
La buena relación personal entre ambos es de data histórica, y eso es necesario, pero no es suficiente. Algunos asuntos no quedan claros. El apoyo de López a Capriles no garantiza el apoyo de los militantes de Voluntad popular a PJ, y eso está súper estudiado, en la aritmética electoral dos y dos nunca serán cuatro. Esa diferencia se abstiene o vota por una fórmula alternativa.
Si el proceso no es muy concurrido, Capriles no tenía el triunfo garantizado, ya que las maquinarias adecas y de UNT podían movilizar un voto entusiasta que llevaría a Pablo Pérez a Octubre sin mayores contratiempos. Con esta nueva alianza, VP-PJ pueden evidentemente mover más electores para la contienda electoral de Febrero, sin embargo, esto no determina una victoria cantada.
Todavía el equipo de Pérez puede mover los electores suficientes, y dividir el voto de VP podría beneficiar la candidatura de Pérez o las fórmulas de María Corina Machado y Diego Arria, quienes quedarían como la opción independiente, entre dos bloques partidistas. Más allá de las aspiraciones realistas de estos candidatos, o sobre su apoyo a alguna tendencia de los bloques partidistas, si algo queda claro es que existe una dinámica interesante de estrategia electoral que pudiera definir el futuro inmediato de la opción democrática frente a la candidatura del presidente Chávez o de otro oficialista.
Quedan más jugadas, y en los próximos días serán tema para el análisis. Lo que está claro hoy, es que en la oposición hay libertad para elegir y deseos de participar, y eso preocupa a quienes piensan que son la única opción para nuestro futuro.
