El sacudón por Gerardo Blyde - Runrun
Yeannaly Fermín Jul 18, 2014 | Actualizado hace 10 años

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Hasta los ciudadanos menos ocupados de los temas económicos se quedaron con los crespos hechos esperando los anuncios que se harían, a los que autodenominaron «el sacudón».

Sacudir es mover algo de manera violenta y rápida (DRAE). Si lo aplicamos a la economía, al anunciarnos un «sacudón» todos esperábamos que se le iba a informar al país sobre una serie de medidas que se tomarían de manera violenta y rápida para detener la caída del valor de la moneda y reactivar nuestro aparato productivo a los fines de cambiar el modelo importador existente (que no da más), por uno que nos abastezca.

El anunciado «sacudón» (movida económica violenta y rápida) realmente fue un»ya va que no era en serio, ¿se lo creyeron?, todavía no diré nada, denme un mes más». ¡Tremendo frenazo pues!

Desde hace algunos días Rafael Ramírez -vice del área económica- venía preparándonos para el desmontaje del sistema cambiario con tres tasas oficiales y una cuarta innombrable. «Nosotros vamos a ir a un proceso de convergencia hacia un sistema cambiario, manejar tres tipos de cambio es muy complejo, eso es algo que tenemos programado, pero que va en paralelo a otras medidas que estamos tomando», dijo el 7 de julio en el programa de José Vicente Rangel y agregó que esas medidas paralelas «serían las políticas fiscales monetarias que tenemos que tomar antes de ir a un proceso de una convergencia, a un sistema de banda de nuestro modelo cambiario. Eso va a suceder en el corto plazo».

Si el Vice del área económica declara esto y luego el Presidente señala que el martes pasado daría un «sacudón» en materia económica, era lógico pensar que se producirían los anuncios que ya no deben seguir difiriéndose.

Increíblemente, los volvieron a diferir y, la noticia -luego de tres largas horas de un muy fastidioso programa- no fue el anuncio de ningún sacudón económico, sino un video de momentos compartidos por la pareja presidencial. Por las redes sociales la gran mayoría cayó en la trampa de criticar el videíto y pocos reclamaron por las medidas que sacudirían a la economía y darían un paro a la caída en picada en la que vamos todos los venezolanos porque irresponsablemente el Gobierno no se aprieta el cinturón.

Un día antes del esperado anuncio presidencial -que terminó convirtiéndose en tremendo «frenazo» presidencial-, Aristóbulo en reunión con sus conmilitantes del PSUV declaró: «el control de cambio en Venezuela, no es una medida económica, es una medida política. Si nosotros quitamos el control de cambio ustedes sacan los dólares y nos tumban. Mientras gobernemos tendremos control de cambio, tendremos que amoldarnos a manejar con él la economía».

Ya no es ningún secreto que Maduro se debate entre los reformistas y los continuistas. Los primeros parecen estar conscientes del desastre en que se encuentran las finanzas públicas, los segundos siguen predicando que la economía está al servicio del mantenimiento de ellos en el poder. Los primeros también quieren mantenerse en el poder y para ellos los cambios en el modelo son indispensables para que esto pueda suceder. Los segundos piensan que si el modelo de repartir sin producir es cambiado, el costo político de estas medidas se los llevaría por delante.

Sacudón también ha sido usado, en lo político, como una revuelta popular en contra del gobierno imperante (recuerden que al Caracazo también se le denominó el Sacudón).

¿Será que estamos ante la posibilidad no muy lejana de que tengamos un sacudón popular derivado de la asfixia que en materia económica está generando este gobierno?

Mientras todo este enfrentamiento está sucediendo en el Gobierno, del lado opositor estamos enfrascados en destruirnos los unos a los otros sin ningún sentido. Hay que concentrar nuestros esfuerzos en resaltar las inmensas contradicciones que los gobernantes tienen internamente y los errores cometidos, para que no pasen por debajo de la mesa ante su responsabilidad histórica por haber arruinado a nuestra Venezuela. ¡Foco!

Ojo Aristóbulo que, como dice el dicho, si no los agarra el chingo, no los pela el sin nariz. Si se mantiene todo igual y continúan arruinando al país, inevitablemente vendrá -más temprano que tarde- el sacudón popular. Si toman ahora las medidas necesarias para un sacudón económico, también ese sacudón producirá consecuencias y costos políticos que no podrán evadir porque llegamos hasta este desastre por responsabilidad única y exclusivamente de ustedes.

Lo que parece inevitable es que en el panorama futuro de todo el pueblo venezolano está escrito que nos aproximamos aceleradamente a un sacudón. Por ahora no sabemos si será económico o popular. O quizás, como decía Carlos Andrés: «ambos dos inclusive».

 

@GerardoBlyde

El Universal