El dilema de Maduro por Luis DE LION - Runrun
Sendai Zea Feb 23, 2014 | Actualizado hace 10 años

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Todo comenzó el pasado 4 de febrero, en San Cristóbal, luego que intentaron violar a una estudiante. La protesta no se hizo esperar e inmediatamente se contagió con lo que había en el ambiente, es decir, inseguridad, escasez, libertad de expresión.

Lentamente, el descontento llegó a Caracas, previo paso por Mérida y Valencia. El movimiento de protesta estudiantil critica frontalmente a Maduro y su política, principal causa de la altísima inflación, así como de la galopante escasez de los productos básicos. Tampoco se pueden adquirir muchos medicamentos. La prensa escrita no tiene más papel. Las ensambladoras de automóviles están igualmente en crisis.

Hay escasez de todo, menos de balas.

El nuevo liderazgo opositor, encabezado por Leopoldo López y María Corina Machado, con muy buen olfato se incorpora al movimiento de protestas y hacen fusión, organizando manifestaciones. La primera tuvo lugar el 12 de febrero, en la Plaza Venezuela. Al final de la jornada, el balance fue de tres muertos y unos 50 heridos. Inmediatamente el régimen convertía a Leopoldo López en el enemigo número 1 y seguidamente lanzó orden de captura contra el líder el partido Voluntad Popular. El 18 de febrero López decide entregarse, no sin antes convocar a un acto de masa en el que diera un discurso de los más coherentes y simbólicos de los que haya dado político de oposición alguno en los últimos diez años. El final de esa fotogénica jornada culminó en la cárcel de Ramo Verde para Leopoldo López y en Valencia la jornada terminaba con la muerte de la joven Génesis quien a sus 21 años recibía un impacto de bala en la cabeza.

El régimen no tardo en lanzar su propia campaña de manifestaciones el 13 de febrero. La Ministra Delcy Rodríguez, a través de twitter publicó, la orden del día, “luchar contra los fascistas” y así marcharon el 18 de febrero. Previamente la red social Twitter acusó al régimen de Venezuela de bloquear imágenes en dicha red social. La mayoría de las fotos mostraban lo que estaba ocurriendo en el país, algo que la televisión no hace, por temor a ser sancionada.

Paradójicamente a lo que más le teme el régimen de Maduro y el terreno en el que más apoyo tiene, no es otro que el de la escena internacional.

El anuncio del Ministro Jaua, el lunes 17 de febrero expulsando a tres diplomáticos estadounidenses, acusados de apoyar el movimiento estudiantil, provocó la condena por parte del presidente Obama de la violencia cometida en Venezuela contra los manifestantes y pidió la liberación de los detenidos.

La OEA, el CELAC, UNASUR y el Consejo de Seguridad de la ONU, apoyan abiertamente al régimen de Maduro. Ese apoyo le ha permitido, sacar del aire en Venezuela, la señal del canal colombiano de noticias por cable NTN24 y amenazar con la misma medicina a CNN en español.

Mientras el movimiento estudiantil no baja la guardia, a pesar de los muertos y heridos, la opinión internacional tiene la mirada puesta en Ucrania.

Muchos no se han percatado que la actual lucha estudiantil es la que corresponde al momento histórico que atraviesa el país. El movimiento estudiantil que hoy se expresa, enfrenta el artefacto ideológico que contiene en ciernes un totalitarismo de nuevo cuño.

El dilema del régimen de Maduro es, enviar a la cárcel o al cementerio, a quienes no admiten la propuesta de dictadura constitucional.

 

@LDeLION

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