Lo que nos espera, por Eddie A. Ramírez S.
Lo que nos espera, por Eddie A. Ramírez S.

venezuela

 

Parece que, después de las dudas de algunos, nuestra dirigencia tiene claro que estamos frente a un régimen dictatorial que viola constantemente la Constitución y reprime sin ningún escrúpulo a quienes se oponen. Ahora hay que proceder acorde con el diagnóstico. Lo que nos espera puede ser malo o bueno, según actuemos como Lord Halifax o como Churchill.

Recordemos que, ante los primeros éxitos de Hitler, Lord Halifax quería que Gran Bretaña firmara la paz aprovechando la intermediación ofrecida por Mussolini. A este planteamiento la posición de Churchill fue que era inaceptable una paz bajo la dominación de Europa por los nazis. Halifax no era un colaboracionista, sino un patriota apaciguador temeroso de que si no aceptaban la paz se perdería el imperio británico. Para bien de la humanidad se impuso la tesis del León inglés, en cuyo escritorio tenía un letrero con palabras de la reina Victoria durante la guerra de los Boers: «Las derrotas no existen. No estamos interesados en esas posibilidades». A pesar de las críticas de muchos de los suyos, Churchill mantuvo a Lord Halifax en Asuntos Exteriores argumentando que «si iniciamos una pelea entre el pasado y el presente perderemos el futuro».

Esto es válido para el caso de algunas actuaciones de la MUD. Sin duda que causa escozor su lentitud de respuesta y la torpeza como participó en el diálogo, sin estrategias, cediendo las únicas armas que eran la presión de la calle y los diputados por Amazonas, además de designar a negociadores inadecuados. La última cita de Churchill también es válida para el caso de Henry Falcón y de Rosales. No simpatizo con muchas de las posiciones de los citados, pero ambos tienen seguidores y puntos a favor por lo que no debemos caer en el error de tildarlos de traidores.

Evidentemente no tenemos otra vía que seguir luchando, para lo cual hay varias opciones. Insistir en el referendo revocatorio: La designación de El Aissami como vicepresidente no fue para reprimir. Ello lo puede hacer Maduro con Reverol o con cualquier otro, como lo ha hecho desde un principio. La jugada de Maduro es para evitar ser defenestrado antes de tiempo, ya que a nadie se le podría ocurrir promover un revocatorio para que quede El Aissami de presidente. Elecciones regionales: hay que presionar para que se realicen y las probabilidades de que los demócratas ganemos la mayoría es muy alta. Políticamente es importante ya que debilitaría al régimen, pero entendamos que no es la panacea. Los nuestros serán asfixiados económicamente y más de uno será encarcelado con cualquier pretexto o destituido por el sumiso TSJ. El país seguiría cuesta abajo.Asamblea Constituyente: algunos compatriotas han dedicado tiempo y talento con miras a la convocatoria de una Constituyente. Esta opción tiene sus más y sus menos, pero debe ser evaluada para determinar si el momento es propicio.

Negociación con grupos disidentes del oficialismo: la idea sería constituir un frente amplio con participación de esos disidentes, los partidos de oposición y representantes de la sociedad civil. Negociaciones con equipo del gobierno: no deben descartarse por el fracaso del pasado. Fuimos a ese diálogo sin prepararnos y con negociadores novatos. Podríamos reiniciarlo sujeto a que el gobierno fije elecciones regionales a corto plazo, acepte las decisiones de la Asamblea Nacional y libere a los presopolíticos. Además de estas condiciones previas, la nueva carta sobre la mesa debería ser elecciones generales anticipadas o un gobierno de transición. Acciones de calle: son imprescindibles para lograr el cambio, pero solas no bastan.

Salir del régimen no es suficiente para enrumbar el país. El reto está, según plantea José Antonio Gil Yepes en su excelente libro ¨Escenarios de Venezuela 2017-2030¨, en lograr consensos para pasar de los gobiernos autoritarios y rentistas a otro que sea pluralista y orientado a la producción. Este trabajo de Gil Yepes amerita ser discutido por políticos y no políticos, para evitar que un nuevo gobierno nos venda más de lo mismo aunque con brochazos de democracia.

El precio del petróleo probablemente se mantenga por debajo de los 50 dólares el barril y las probabilidades de nuevos préstamos no se visualizan y, de lograr algo, los montos no serán suficientes. Se mantendrá la escasez de medicinas, alimentos y repuestos, la inflación seguirá aumentando al igual que las protestas. Si el régimen no incrementa la represión puede caer y si la aumenta también. Por ello le conviene negociar y ceder, siempre y cuando perciba una oposición unida y dispuesta a confrontar.

Como (había) en botica: El expresidente de facto pronunció un discurso sin contenido y ante un espejo. Muchos actúan como nuestro distinguido Dudamel y prefieren no criticar las violaciones del régimen a la Constitución. No se puede pedir que todos los venezolanos tengan la entereza moral para protestar. Descalificarlo no tiene sentido. Allá cada quien con su conciencia. Los «ejercicios cívico militares anti imperialistas» fueron una pantomima. Por lo menos pudieron cambiarse la camisa roja por otra menos visible a las supuestas fuerzas invasoras. Lamentamos el fallecimiento de Diógenes Madrid, impulsor del cultivo de la uva y del Centro Vitícola del Zulia ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

 

eddiearamirez@hotmail.com