Sexta carta a un futuro empresario por Carlos Dorado
Sexta carta a un futuro empresario por Carlos Dorado

Empresario

 

¿Cómo saber cuáles son las  diez variables que integran ese talento natural para ser un empresario de éxito?

La cuarta variable que hoy les presento es: ¡La Persistencia!

Es fácil ver personas exitosas, y pensar que siempre  lo fueron. Es difícil pensar que esas mismas personas, seguramente fracasaron en muchas ocasiones durante su vida; y sólo su ambición, conducida por la persistencia les permitió llegar a sus metas. La perseverancia, es precisamente esa habilidad para seguir adelante después de una derrota, y otra derrota, convirtiendo el tiempo en su mejor aliado.

Los sentimientos de derrota, fracaso y ansiedad, son compañeros que siempre vamos a encontrar en muchas ocasiones al transitar hacia el camino del éxito. Pero cuando los encuentres, trata de alimentar tu coraje en lugar de agrandar tus miedos, y supera la resistencia con una gran  persistencia.

Y no te desanimes con cada tropiezo o fracaso, recuerda que son tus grandes aliados y están ahí  para cumplir con tres grandes objetivos: 1.-decirte quién eres tú. 2.- Enseñarte a formarte. 3.- Hacerte más fuerte.

¡Las derrotas dicen mucho de ti! Dicen quién eres y hasta dónde puedes llegar, más que las mismas victorias; siendo el barómetro que mejor mide el talante de una persona.

¿Las derrotas serán tus maestros o tus verdugos?  Serán tus maestros y te enseñarán muchísimo, si tienes precisamente la inteligencia para aprender de esas  lecciones que llegan y que te van formando mientras avanzas; en caso contrario; serán tus verdugos, ya que te hundirán en el desespero y en el fracaso. Es como un virus, donde una vez que lo pases, te hará más inmune y  más fuerte para seguir precisamente avanzando, pero si no logras superarlo, simplemente te derrotara. ¡Tú y sólo tú elijes!

¡Todos queremos ir a cielo, pero nadie quiere morirse! Todos soñamos en algún momento de nuestra vida con ser exitosos y reconocidos en una determinada actividad; pero muy pocos están dispuestos a pagar el precio que eso significa. ¿Quién puede vencer al conocimiento, al trabajo duro y a la persistencia? Mi madre solía decirme: “Carlos, si no puedes volar, corre, si no puedes correr camina, si no puedes caminar gatea; pero nunca dejes de avanzar”

Sin embargo, ¿Cuántas excusas te has puesto en tu transitar por la vida? ¿Cuántas veces has hecho realmente un gran esfuerzo para lograr algo? A la mayoría les  falta persistencia. Quieren lograr las cosas demasiado rápido, y no están dispuestos a pagar el precio del aprendizaje, y del largo  recorrido.

¡La vida no es fácil para la gran mayoría de la humanidad! ¿Pero qué hay con eso? Debemos tener perseverancia, y sobre todo; confianza en nosotros mismos, y que la perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso  o una obra de la inercia. ¡Que sea una perseverancia reflexiva y duradera! ya que las recetas rápidas, en la mayoría de los casos no funcionan y se desvanecen con la misma intensidad que se crearon. Todo cambio duradero requiere tiempo y esfuerzo.

La perseverancia es la madre del cambio personal, y la gota no desgasta a la piedra por su fuerza, sino por su constancia; ya que si añades un poco a lo poco, y lo haces así con frecuencia; pronto llegará a ser mucho.

Simón Bolívar siempre lo decía: “Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios”, ¡Y esa distancia entre fracaso y éxito sólo puede  recorrerse con grandes dosis de persistencia!

cdoradof@hotamail.com